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lunes, 17 de junio de 2013

Fanfic (BigBang)- POR ELLA... [DaeRi/DaeTory] One-Shot

POR ELLA...


AUTOR: Annis Torres
CATEGORÍA: One-Shot
GRUPO: BigBang
COUPLE: DaeRi, Daesung & Seungri, DaeTory.
GÉNERO: Drama, Romance
CLASIFICACIÓN: +16 

SINOPSIS:

Para él; Ella es más que su mejor amiga, pero no lo sabe...
Ella es su más grande ilusión de amor...  Por Ella es capaz de hacer todo.

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POR ELLA.


Lunes, 03 de Diciembre de 2012.



Estaba muy nervioso, no sabía qué hacer ni qué pensar… todo era tan confuso. Porque la vería otra vez.


Desde que se despertó se preparó pero no quedaba conforme con nada, todo le parecía excesivo o simple. En realidad era un manojo de nervios, de viejos anhelos y entrañables sentimientos… no quería admitirlo, pero Lee Seunghyun tenía miedo, miedo de tenerla frente a frente, después de tanto tiempo separados comunicándose por redes o teléfono… no era lo mismo, para nada, emails o una voz del otro lado de la línea, que estar frente a ella. ¿Sería correcto…? Quizás lo mejor era no ir y cancelar la cita…


Al ver su reflejo en el espejo frunció el ceño, no, no podía ser… estaba dudando, estaba acobardándose y huyendo de la situación. Esa maldita reacción estaba volviéndose costumbre. De ninguna manera, su orgullo le impidió bajar la mirada. Luego, se volvió lentamente para salir de su solitaria habitación… necesitaba un consuelo, un aliento de ánimo pero recordó que estaba solo.


Paseó sin saber qué hacer, tal vez recorrer su departamento le ayudaría a encontrar la valentía escondida en algún recóndito rincón. Sus manos empezaron a enfriarse, respiró profundamente un par de veces pero ello tan solo logró que su pulso se acelerara. Otra vez los nervios… maldijo por lo bajo.

Sus pasos le llevaron a la cocina de su apartamento, silenciosa y fría, como si no hubiera vida. Del frigorífico extrajo una botella de jugo de uva, bebió presuroso el frío líquido que endulzó su paladar calmando un poco la ansiedad. Tomó los trastos sucios abandonados en el comedor y comenzó a limpiar un poco, no fue consciente de lo que hacía hasta que terminó dejando reluciente… esto era grave ¿Seungri limpiando? Definitivamente sería el fin del mundo. Removió desesperado sus cabellos… solo era una cita de amigos, un reencuentro de viejos amigos ¿Porqué estaba así…? ¿Acaso, acaso aun tenía esos viejos sentimientos?

Corrió de vuelta a su desastroso dormitorio, exasperado buscó el móvil releyendo decena de veces el mensaje…



“Estoy muy emocionada, ¿Tú, no? Ya quiero verte… te he echado de menos.”



Y sí, esos sentimientos se dejaron ver. Impresionado por su descubrimiento dejó caer el aparato... Otra vez estaba ahí el vacío en el estomago, el nerviosismo, el caos mental, la sudoración fría de las manos, la respiración agitada… las mariposas revoloteando en su interior… el entusiasmo y la ilusión de verla.

Negó lentamente, no podía ser posible… no era cierto. Su vista vibraba como un espejo de agua a punto de quebrarse, hizo una mueca de dolor. ¿Por qué ahora…? ¿Por qué? ¿Qué pasaba en su corazón?


Gateó hasta el armario… rebuscó indiferente su interior hasta que sus dedos tocaron el objeto deseado. Se inclinó para extraer aquello. La miró con sus brillosas orbes; una caja de madera invitaba silenciosamente a ser abierta, lo cual sucedió después meditar unos segundos.

En su interior había viejas fotos, hojas dobladas, tarjetas, tickets, pulseras, entre otras cosas que una persona adulta llamaría “basura” pero que para él eran tesoros. La sutil sonrisa regresó conforme fue removiendo los recuerdos del ayer. La foto más vieja quedó entre sus manos… en la imagen estaba un grupo de jóvenes que sostenían varios trofeos, aquel suceso inmortalizado era de sus tiempos anteriores a Bigbang, cuando el sueño de ser un artista famoso era una promesa entre los integrantes de ese grupo de bailarines. Una promesa que ellos se hicieron… ella lucía una belleza natural, no era sofisticada ni tan glamurosa como lo es en la actualidad, pero realmente era una chica muy linda.



Sí, él se habría prendado de su hermosura y cálida personalidad. Dejó la foto devuelta, la cambió por otras en las que él y ella hacían gestos graciosos, se abrazaban, ó simplemente sonreían felices de estar juntos. Seunghyun menor era muy feliz de sostener su mano, mirar su sonrisa, oler su perfume, escuchar su voz diciendo su nombre… era feliz de poder estar a su lado. Acarició la imagen de una joven, la acarició delicadamente sonriendo conmovido. Tomó los tickets, eran viejas tiras de compra de tiendas, supermercados o establecimientos de recreo… ¿Cuántas aventuras no vivió a su lado? El cine, la cafetería, la nevería, el centro de videojuegos, el parque, el museo… cada trozo de papel representaba un momento único que vivió a su lado mientras ese hechizo se fue apoderando de su pecho.

Sin embargo, su sonrisa se desdibujó hasta ser melancólica, en ese entonces tan solo era un niño inmaduro que no controlaba sus impulsos y mucho menos sus sentimientos… nunca fue capaz de decirle a ella todos esas entrañables emociones que le despertaba cuando gritaba su nombre a lo lejos mientras corría acercándose a él antes de abalanzarse sobre su pecho abrazándolo juguetonamente. No podía porque era muy tímido, no tenía siquiera una idea de cómo explicar lo feliz que era cuando sostenía su mano halándolo donde quisiera. Ni mucho menos esa rabia incontrolable cuando otros chicos le sonreían, ó esa tristeza que brotaba de su corazón cuando se apartaba fascinada por alguno de ellos que la atraían por su osadía y talento. Aun recordaba que en las noches le era difícil conciliar el sueño, cómo su mente apagaba el interruptor que sus padres habían conectado a su cerebro “campeón”… y se dejaba naufragar en el océano de aguas desconocidas como un chico normal, como le hubiera gustado ser…


Ella nunca le permitió actuar arrogante, pues al menor atisbo le recordaba que no era más que los demás. Le recordaba que era un chico como el resto que tenía el don de la danza, y en lugar de ser presumido debía ayudar a sus demás amigos. Ella siempre fue así, dura pero flexible, alegre pero madura… era perfecta. Sabría un día que todo aquello que sentía era llamado Amor. Todo era nuevo y extraño para él, por su mente ni una sola vez imaginó que se vería envuelto en eso.

Y también conocería aquella emoción amarga que sacudía su temple y le hacía cometer estupideces… lo celos. Los malditos celos que le llevarían a actuar como un bebé haciendo rabietas, ridiculizándolo ante ella, alejándola de su vida. Todo eso cuando radiante le anunciara que tenía novio… presentándolo y entonces a ese extraño le tendría un rencor sin medidas. Los celos eran peligrosos, e incontrolables… muy peligrosos. Fue gracias a ellos que usó fríamente a esa chica que una vez se le confesara. La usó porque estúpidamente creía que si le veía “feliz” con otra persona reconsideraría al sujeto y volvería a su lado… negó lentamente, qué tonto e idiota fue. Porque nunca logró su cometido, ella sí se sorprendió cuando presentó a su novia, pero en lugar de eso le felicitó contenta.


Entonces sus esperanzas se verían rotas… habría fracasado. Le dolería mucho verla con ese chico, pero más le dolió verla sonreír enamorada, tal como el propio Seunghyun lo estaba de ella.


A lo largo de los años vería pasar uno tras otro las parejas de su “mejor amiga”. Aunque ello no significara que el dolor, los celos y esa añoranza escondida desaparecieran. Estaba enamorado, lo sabía… pero no tuvo el valor de confesarse por dos razones, la primera era que el destino parecía confabular contra él ya que justamente el día en que se decidía ella le presentara al novio en turno, y la segunda era temor al rechazo cuando diría una vez:



“Te quiero más que un amigo… como si fueras parte de mi familia, no, ya eres parte de mi familia… eres mi hermano.”



Su corazón se quebraba una y otra vez cuando repetía esas palabras atrapándolo entre sus delgados brazos. Era un golpe tras otro… porque él no la veía como una hermana, él la amaba.           


¿Ó quizás… aún la ama?




El sonido de su móvil lo sacó del pasado. Se levantó para tomar el celular… vio la pantalla que resplandecía el remitente… se acongojó, leyó directamente el mensaje de texto.   



“Hola, solo quería decirte que estamos aterrizando, luego de ir a la agencia me quedaré en mi apartamento. Diviértete mucho… te lo mereces. Te amo.”



Del pecho afloró un sentimiento de aflicción, “Te amo”. Casi podía escuchar la voz susurrándole esas dos palabras, luego, al mirar la caja de los recuerdos su corazón se aceleraba… él no se merecía eso, de ninguna manera. Él ha sido muy bueno y paciente… ha sabido esperar a que sus sentimientos se abran, ha sido muy suave para enseñar a quererle.


A eso le tiene miedo. A dejarlo de querer… porque llevan muy poco tiempo, apenas se está acostumbrando a esa nueva clase de amor, bueno, en realidad a esa clase de relación. Unos meses no pueden compararse en nada con un amor de infancia, no puede luchar contra 10 años de adoración secreta… jamás.



Ya no sabe qué hacer… está muy confundido, no quiere lastimarlo, pero le es imposible retener esos sentimientos reprimidos. Ese amor que desde niño ha tenido para ella sin que hubiera una oportunidad para confesarlo y que junto a él fue creciendo y madurando.

Sus dedos tiemblan mientras intenta escribir un mensaje. Se enoja consigo mismo ¿Por qué no puede amarlo por completo? ¿Por qué continúa jugando con las personas que le quieren? ¿Por qué sigue albergando vanas esperanzas…?


Se quedó mirando largamente el historial de conversación con él, entristeciéndose al descubrir que apenas encontró un “Te quiero” y que curiosamente había sido escrito ese mismo día… no había más, solo uno en su largo historial… pero en ningún momento escribió un “Te amo” a comparación de esa persona que en casi todos sus mensajes repetía esas dos palabras. Sintió vergüenza.


Un nudo en la garganta le dificultó relajarse durante largos minutos. Queriendo deshacerse de esa extraña sensación volvió a mirar su caja de recuerdos, y aunque no desapareció en nada, si se distrajo.

Removió sus tesoros, enterneciéndose a cada momento mientras revivía el pasado. Amaba a esa mujer, no lo volvería a negar. La amaba desde hace diez años, intentó olvidarla pero fue imposible. Siguió recordando mientras planeaba el tema de conversación que tendría, sí, esas historias de humor, felicidad y tristeza.



Cuando fue consciente del tiempo ya era tarde, apenas le quedaba para una ducha express, así que tomó lo primero que halló corriendo hacia el baño donde no demoró más de diez minutos en acicalarse. Sentía tanta dicha que canturreaba a todo pulmón, su corazón latía emocionado por el encuentro, sintiendo desespero por la espera. 

Salió azotando la puerta, se regresó a medio camino para cerrar con llave, qué gran descuido. Corrió apenas el odioso ascensor abrió sus puertas y llegó agitado al estacionamiento, prefirió la camioneta negra que el Jaguar porque sería muy ostentoso para la ocasión. Entró, abrochó el cinturón de seguridad, metió la llave y encendió el motor… no esperó más, dio un giro un tanto brusco antes de ponerse en marcha. Ni siquiera sintió el recorrido, en su mente se proyectaba el encuentro. Estaba un poco desanimado porque le hubiera encantado recogerla a su hogar pero por el bien de sus carreras, sin mencionar a Junhyung, se abstuvo porque no sería correcto. Ensanchó su sonrisa cuando aparcó en la acera cerca del establecimiento fijado, una cafetería-restaurante que se veía acogedora, propia para un reencuentro de un enamorado secreto y su mejor amiga.



De repente los nervios carcomían sus reflejos, se quedó inmóvil preso del pánico… la inseguridad adjuntada al recuerdo de “él” le detuvieron secamente. Inesperadamente en su cabeza se repetía una oscura frase “no puedo hacerlo, no puedo hacerlo, no a él, él no merece esto…” sentía que estaba a punto de cometer una infidelidad, aunque por una parte no podía serlo ya que esa persona sabía de sus amistades, de ella y la cita en sí. Pero… estaba feliz por verla, deseaba tomar su mano, escuchar su voz, ver su rostro, sentir su calidez envuelta en el perfume embriagante… su júbilo no era el de un hermano por ver a su hermana, sino de un hombre enamorado entrañablemente de una mujer. Al ser consciente de eso comenzó la negación… no debía hacerlo otra vez, no lastimar a otra persona, menos él, menos él. No obstante, al mismo tiempo quería verla, sus deseos fueron mucho más poderosos que su remordimiento. Finalmente, detuvo el debate mental… suspiró pesadamente, a través del espejo retrovisor dio un rápido vistazo a su aspecto, práctico una sonrisa ligera y salió.



Al ingresar al cálido establecimiento el temblor de su cuerpo fue paulatinamente desapareciendo. Le guiaron a su mesa reservada, al fondo pero no apartada. Afortunadamente todavía no llegaba, así que un poco más aliviado esperó. Miraba el reloj de pared, se mordió ansioso el labio inferior… demoraba ¿Cuándo llegaría? ¿Cómo reaccionaría al verle? ¿Estaría feliz? ¿Y si no llega? ¿Y sí a último momento cancela? Demonios, estaba pensado de más.




- ¿Has estado esperando mucho tiempo? –Una voz femenina terriblemente conocida irrumpió en sus pensamientos, rápidamente le miró topándose con una sonrisa cálida.- Hola, Seungie-ah… tanto tiempo sin verte.


Sus ojos quedaron prendados de inmediato como si de un lazo de hierro forjado halara con violencia hacia esos otros ojos. Seguía siendo hermosa, no, lo era mucho más…
Su corazón se detuvo por segundos, luego, volvió a latir pero lentamente provocándole dolor mientras un sentimiento de adoración se esparce en su interior cubriendo todo su ser. No tenía una sola gota de maquillaje y sin embargo su belleza resplandecía como el sol en el amanecer, eclipsando la bruma cegadora de la oscuridad de la tétrica noche. Se mortificó inevitablemente al notar cierta palidez, el delgado cuerpo, los pómulos levantados… lucía agotada, hermosamente radiante, pero agotada. Esa sonrisa que le regalaba significaba que no le importaba nada más que verlo. Se reprendió mentalmente ¿Cómo es que había sido tan desconsiderado? Debió intuirlo. Reaccionó tarde, se levantó como si le hubieran azotado con un látigo y torpemente dejó su lugar, esto provocó que ella riera. Su risa era una dulce sinfonía que sus oídos agradecían escuchar…


- No has cambiado en nada, Seungie-ah… continuas siendo lento y torpe. –Agregó divertida por la bochornosa situación. No le tomó importancia, también sonrió… verla ahí frente a él y disfrutando de su compañía ó burlándose de su falta de protocolo valía la pena. Se acercó para correr la silla, ella enarcó una ceja, negó suavemente.- Ven aquí… quiero un abrazo de oso. –Se atrevió a aprisionarlo entre sus frágiles brazos, estrechándolo con su suave fuerza. Soltó una risita triunfante seguida de un suspiro profundo.- Eres “pachoncito” y hueles bien… ¡Te bañaste! Jejeje. Perdón por la demora… perdí la noción del tiempo hablando con Junhyungie-ah… -Inocentemente ladeó la cabeza sin saber que aquello le apuñalaba brutalmente, no era necesario que le recordara que le pertenecía a otro hombre esa sonrisa enamorada, que le pertenecían sus abrazos, sus gestos tiernos, sus besos, sus caricias. Fue muy infeliz después de escucharle.

- Descuida… también acabo de llegar. –Respondió adormecido correspondiendo al abrazo.

- Mentiroso, el mesero dice que llevas veinte minutos… -Contradijo, lentamente se alejó para verlo.- Yo también moría por verte, hay tanto por hablar… ¿Por qué demoramos tanto en hacer esto? Ah, no me respondas, ahora recuerdo. Nuestras carreras… pero es bueno verte al fin. –Dio otra sonrisa brillante que hizo saltar al corazón del maknae de Bigbang.- Sé que no tiene caso hacerlo, pero aún así lo haré. ¿Cómo has estado…?

- Cargado de trabajo, este tour mundial a gran escala nos está matando. Ji está planeando una huída express… T.O.P cada vez se pone de mal humor por no tener tiempo para dormir. Taeyang está ansioso y Dae hyung pues está muy ocupado con su nuevo disco en Japón. –Soltó sincero, no pensaba en sus palabras porque simplemente no pensaba a lado de ella.

- ¿Dae hyung…? Oh, entonces es verdad. –Le miró insinuante, provocando un atragantamiento con oxígeno.


Mientras pensaba en responder un mesero llegó al rescate inconscientemente, entregó la carta, y por su presencia quedaron en silencio… demoraron un poco en ordenar. Él eligió lo primero que vio cuando se rindió de ganar tiempo. Y para empeorar su situación el maldito mesero escribió a velocidad luz los platillos dejándoles en privado nuevamente.


- ¿Y ustedes…? ¿KARA está bien? –Quiso cambiar el tema de conversación.

- No evadas mi pregunta Lee… responde, ¿Es verdad lo que me dijo GaIn? Tienes una relación con Daesung-sshi… -Le miró penetrantemente con una expresión seria.- Digo… es al único al que llamaste “hyung” ni siquiera a Jiyong-sshi, ni T.O.P-sshi… solo a él, lo cual me hace pensar que le tienes un sentimiento especial. ¿Sabes? Nunca me lo hubiera imaginado, es decir… ¿No era el miembro que odiabas? Oh, Dios. Son tan diferentes, y luego… ahmm, no sé que pensar al respecto, pero tienes mi apoyo. Mientras seas feliz, no importa. Eres como mi hermano, eres mi familia y a la familia se le apoya. Por eso te deseo felicidad Seungie-ah. –Dulcemente tomó su mano estrechándola cariñosamente, aquello le rompió el corazón a Seungri, quería salir corriendo. Había sido una mala idea.

- Y-Yo… to-todavía… todavía no es seguro, Hara... Solo…

- ¿Me estás diciendo que juegas con él solo para saber qué se siente tener un chico de pareja? ¡Idiota! Eso es muy cruel de tu parte. Si juegas con los sentimientos de las personas nadie te va tomar en serio. Te van a lastimar… ¡Piensa en lo que haces!  


Un fuerte rubor cubrió sus mejillas, el regaño realmente ha tocado su sensibilidad. Sabe que es egoísta, usar a esa persona gentil y cálida.


- Lo siento. –Igual que un niño reprendido pide una sincera disculpa.

- A mí no es a quien debes decir esas palabras. –Remarcó su amiga. Supuso que su rostro fue demasiado obvio ya que le vio ablandar su expresión, soltó un suspiro cansado y luego le sonrió dulcemente.- No quiero que lastimes a nadie, mucho menos a ti mismo. Deja de jugar, por favor. Sé honesto.


Apenado le enfrentó la mirada… las últimas dos palabras calaron. Se sintió conmovido, y feliz, lo cual no merecía. Sin embargo su corazón egoísta palpitaba ante esas muestras de afecto. Hara era la mejor.    


Por ella, sería capaz de todo…


La velada pasó entre risas, pucheros, y largos momentos de conversación sin interrupciones. El postre fue la mejor ocasión para ponerse al día entre los rumores de sus lejanos amigos. Hara estaba impresionada porque aun mantuviera comunicación con gran parte del grupo de baile, por su parte ella detalló más sobre su relación con Junhyung y cómo lo ama locamente.

Durante todo ese tiempo una idea circulaba en la mente de Seungri, la analizaba y la volvía analizar. Probablemente dejó de prestar atención a su mejor amiga poco después del té hasta la difícil despedida. Una camioneta fue por ella y cuando hubo desparecido de su rango de observación, cabizbajo abordó su vehículo privado. Permaneció con la frente pegada al volante intentando deshacerse de todas las inseguridades para tomar una decisión final. Los pros y los contras desataron un debate interno que nunca antes había tenido. Lo correcto, versus su propio beneficio... pero también…


El móvil en mano, tan solo era necesaria una llamada para terminar el teatro que creó, así como para destruir un corazón y quedarse completamente solo. Una angustia interna surgió de algún desconocido lugar.

Meditó un rato más hasta que…


“¿Estás en tu apartamento? Tenemos que hablar.” No se arrepintió, el mensaje ya había salido en dirección a la otra línea. El móvil envió una notificación corta, el mensaje de texto había llegado al destinatario. Aun con el corazón latiendo aceleradamente lo haría… lo iba a liberar.

“¿Sucede algo malo…?” Respondió el otro. El desconcierto era visible a pesar de no ver su rostro ni escucharle. Permaneció unos minutos observando el corto mensaje, su corazón latió todavía más fuerte.

“Solo tenemos que hablar. Iré a verte. Te quiero.” Cortó fríamente el posible chat, ¿Qué demonios estaba haciendo? “¿Te quiero…?” ¡Era un estúpido! ¿Por qué lo había hecho? No le iba seguir mintiendo, no más… la verdad tenía que saberse.

“Te estaré esperando. Te amo.” La otra persona continuó. Seunghyun no respondió. Se sintió tan poca cosa, un infeliz que jugaba con las personas, parecía ser esa su maldición.

No había marcha atrás, el final estaba marcado… no podía continuar viviendo en la falsa ilusión.
Era cierto, Ella nunca sabría ni correspondería sus sentimientos, pero tampoco ataría a su lado a esa persona. No importaba si terminaba solo y herido, debía tomar las responsabilidades de sus actos. Pasara lo que pasara liberaría a Daesung de la mentira más cruel que había creado.

Encendió el motor con pesadumbre, el recorrido hacia ese apartamento nunca antes había sido tan largo y tedioso, tan incomodo y melancólico. ¿Era porque se trataba de un “Adiós”? No estaba seguro de lo que sentía, y no importaba. Tan solo importaba que Daesung estuviera bien, lejos inclusive de una persona tan inmadura como él.



Aún recuerda cómo comenzó aquella relación… por ella se distanció de los romances y aventuras con mujeres, era cierto que jugaba al coqueteo, pero acababa con una divertida salida como amigos. Se sentía incapaz de enredarse con otras… ¿Era como ser infiel, cierto? Tan solo un par de veces cayó envuelto en una cama con desconocidas, sin embargo a la mañana siguiente junto a los días que fueron pasando, la sensación de suciedad fue acrecentándose en su consciencia hasta que un día dijo “Basta” y con ello su vida regresó a la calma.

Kang Daesung siempre había sido un miembro con el que juraba que no tenía NADA en común, no podía verse asimismo desarrollando alguna relación de verdadera amistad, claro que existía la camaradería, no obstante, no llegaban más allá. Por eso cuando esa oscura noche hace un par de meses recibió la confesión, su reacción inicial fue de shock. Siempre había creído que Kang le odiaba pero resultaba ser lo contrario.  

Sonrió tímidamente al recordar el rojo de las mejillas de Dae contrastando con la mirada decidida, no era para menos… se había confesado a un chico, a él, al inmaduro Lee Seunghyun. ¿Qué fue lo primero que respondió? Ah, fue un torpe “¿Q-Qué..?” torturando al pobre Kang que tuvo que confesarse dos veces más para que su diminuta mente captara el mensaje.
Rió a volumen bajo con cierta culpa, lo avergonzó como nadie más lo había hecho. Su alegría se borró cuando llegó a su mente la respuesta: “Sí, intentémoslo. Aunque te advierto que nunca antes he salido con un chico”. Frunció el ceño, cómo odiaba su maldito ego. Este se elevó como globo de helio al saberse irresistible hasta para los chicos.

La paciencia del mayor era el pilar de lo que estaban intentando erigir, porque aunque hubiera lo aceptado,  su cuerpo rechazaba todo acercamiento. Pero por ELLA… pensó que “valía el sacrificio”.
Los puños se apretaron mientras subía al ascensor de la unidad departamental una vez que aparcó la camioneta. La rabia crecía, fue realmente muy cruel con él. Otra vez lastimaba a una persona buena, con la diferencia que aparte de los remordimientos, existía algo mucho más profundo que taladraba su pecho.




Al quedar frente a la puerta se sintió diminuto, tembló temeroso ¿Temeroso, de qué? Si después de revelarle la verdad le odiaba, sería lo más benevolente del mundo. Tocó el timbre, la respuesta no se hizo esperar más. Una brillante sonrisa le dio la bienvenida en cuanto la puerta se abrió frente a él. Esa punzada taladrante se hizo mucho peor… intentó corresponder al gesto pero estaba seguro que falló.

Le hicieron pasar, las ojeras del rubio eran profundas. Al ingresar se percató de todo tan perfectamente ordenado. Extrañaría eso.

Fue a la sala volviéndose de inmediato, rechazó el té, café, vino y todo aquello que el otro le invitaba. No se merecía semejantes gestos.


- Yo… quiero decirte algo muy importante. –Comenzó a hablar, vio perfectamente el cambio de la expresión contraria, parecía intrigado… y preocupado.- Tenemos que terminar porque, yo no te amo aunque lo intenté. -Continuó antes de que el otro hablara. Fue atropellado, muy descuidado. Hizo un esfuerzo por mantener la mirada aunque por dentro se estuviera derrumbando, no importaba lo que sentía sino lo que ocurriría con Daesung.

- ¿Q-Qué estás diciendo…? Ri-ah, no te entiendo. ¿Terminar? ¿Nuestra relación? –Verle mortificado logró hacer un nudo en su garganta, por ello asintió.- ¿Por qué…? ¿Acaso…?  

- Sí, si hay alguien más. La persona de la que estoy enamorado es muy cercana a mí. Llevo amándole en secreto por diez años. –Reveló, el tremendo peso de su alma se iba alivianando, pero el precio sería demasiado alto.

- P-Pero, tú… no me lo dijiste. Yo… -Justo como lo imaginó, la confusión y el caos mental. El desconcierto y la sorpresa.- ¿Q-Quién es? –Dudó mucho en soltar la pregunta.

- La conoces, es GooHara, mi mejor amiga y novia de Yong Junhyung de Beast. –Difíciles palabras salieron de sus labios. Al final se sinceró, no importaban lo poco elaboradas, las frases sencillamente salieron liberándolo de un gran peso. Era mucho mejor la dolorosa verdad que la tierna mentira.- Lo siento, aunque no me creas… espero que puedas ser feliz.


Se mordió el labio inferior por la expresión seria pero pensativa que adornó el rostro de Kang Daesung después de escuchar aquello, quizás asimilando la confesión. Los minutos se extendieron, Seung menor ya no tenía la misma fortaleza que en un inicio, estaba arrepintiéndose de haber desencadenado aquello.


- ¿Has estado enamorado de una chica por diez años? –La cuestión se transformó en un reproche. Los ojos de media luna estaban fríos y tristes al mismo tiempo.- Estás diciéndome que amas a tu mejor amiga que tiene novio y para ocultar tus sentimientos… aceptaste una relación conmigo.


Las palabras dichas de esa manera, Lee comprendía la gravedad del asunto en relación con Daesung. Lo estúpidamente egoísta que fue con esa persona tan gentil.


- Y-Yo… debo confesarte que, así es. -¿Eran acaso remordimientos los que le atormentaban? Decir la verdad le costó demasiado trabajo esta ocasión. Quizás se debía al ver la mirada decepcionada del mayor, quizás fuera la voz dolida que intenta ocultar un desquebrajo, tal vez era esa molestia apuñalando su alma.  

- ¿Qué fui yo para ti? ¿Un reemplazo? ¿Un experimento…? –La pasiva furia se hizo evidente, no lo culpaba era lo menos que esperaba de él una vez que supiera la verdad. Había estado preparándose para ese momento, eso creía.

- Y-Yo… no, no es así… -No tenía argumentos para defenderse, no lo iba a hacer. Se quedó callado.


Transcurrieron unos momentos de incomodo silencio en el que ni siquiera las respiraciones se escucharon. Estaban sumergidos en sus mentes intentando anticipar la reacción del otro, pero los sentimientos a flor de piel les impedían actuar calculadoramente.


- ¿Qué no es así? Me acabas de decir que amas en secreto a tu mejor amiga. Y me usaste a MÍ como tu reemplazo, tu juguete. –La ira contenida iba en aumento conforme iban saliendo de esos labios las palabras venenosas.

- Lo… Lo siento. -¿Era en serio? ¿No podía decir otra cosa, solo “Lo siento”? Definitivamente estaba mal de la cabeza.   

- Ahora comprendo muchas cosas… -Soltó pensativamente el rubio. Que se alejó comenzado a dar vueltas cual León al asecho. Liberó una carcajada amarga.- Todo encaja, ahora comprendo por qué te negabas a besarnos, por qué te negabas a que tuviéramos citas, por qué te alejabas cuando tomaba tu mano, por eso siempre me pedías tiempo… y ya sé por qué nunca me has dicho “Te amo”. Simple y sencillamente porque no sientes nada por mí. ¿Ni siquiera un poco de respeto? ¿Por qué hacerme esto? Si no me querías solo debiste haberme rechazado cuando te pedí ser pareja. Desde el principio.


Seungri bajó la cabeza, era cierto… ¿Por qué no se detuvo a tiempo? Ah, eso era fácil de responder. Su egoísmo, como no podía tener Hara se le ocurrió la genial idea tener a un chico como novio. Que imbécil.


- Soy realmente una mala persona, confiaste tus sentimientos en mí. –El nudo atorado en su garganta, hizo un esfuerzo todavía mayor para intentar apaciguar el desastre interno.- Siento mucho no ser la persona que creías, siento mucho no corresponderte… perdón. No Te Amo hyung, pero eso no significa que no te quiera. Eres una persona maravillosa...

- Ya no digas nada. –Interrumpió, la primera lágrima se deslizó por su mejilla logrando impresionar al maknae. Esas palabras taladraron el alma de Daesung que aun así… se negaba a terminar.- Porque de nada sirve… tú no me amas, nunca lo hiciste. Yo sí… no eres capaz de imaginar la felicidad que sentía al tenerte a mi lado de una manera especial.

- Lo siento… -Apartó la vista al verle en ese estado, lo estaba rompiendo y en su interior un dolor comprimía su corazón. Quería llorar con él. Era realmente una persona cruel que no valía ser amado, por eso Hara nunca correspondería sus sentimientos.



“Es lo mejor, para él y para mí. No quiero mentirle más.” Una y otra vez Seungri intentaba convérsese, sin embargo, su corazón comenzó a temblar sin razón aparente.



…Silencio, ninguno parecía qué hacer. El tiempo quedó congelado en ese ambiente reducido a un simple parámetro sin razón de ser. ¿Habrán pasado acaso segundos, minutos u horas…? ¿Importaba ahora? 




- ¿No tengo posibilidad alguna, Ri-ah? –Aquella ternura sorprendió a Seungri que casi pierde el poco control que tenía, negó suavemente en respuesta. Las lágrimas de Daesung continuaron cayendo por las mejillas.

- Perdóname, hyung… la amo mucho. Ella es mi todo. -¿Esas palabras eran sinceras? ¿Por qué sonaban vacías? El taladro invisible perforaba sus fibras más sensibles. Tembló ligeramente desconociendo el motivo. No importaba lo que sentía, sino lo que sentía Daesung… en verdad era un ángel porque solo él sería capaz de continuar con su dulce tono aún después de estarle destrozando el corazón.

- Ni siquiera me has dejado tomar tu mano, me rechazabas ¿Cómo puedes saber que no te gusto? Ni siquiera te he besado, no me lo permitiste. ¿Cómo sabes que no remuevo algo en ti? –Las lágrimas descendían tristemente.- Dame una oportunidad, déjame intentarlo otra vez.

- Dae.. y-yo… -Esto estaba resultando insostenible. ¿Le estaba pidiendo una oportunidad más?

- Soy tan patético ¿Cierto? –La mirada cristalina se transformó nuevamente en ojos sombríos.- Rogando tu amor. Se supone que debo odiarte, pero… –El llanto volvió atormentando a ambos.- No puedo.

- S-Será mejor que me vaya, hyung. Esto no es correcto para ti. –De tan solo recordar aquellas palabras se sentía muy mal, quería irse cuanto antes, quería huir inexplicablemente pero seguro por ser un cobarde…
  
- En verdad deseo odiarte, lo intento pero fracaso… te amo. –La mano de Kang se estiró para alcanzar la otra antes de que se fuera, ésta no se le negó por vez primera. Era tan tibia, como él siempre lo imaginó.- No te vayas… ¿Qué hago para que quieras estar junto a mí? Quiero gustarte… quiero una segunda oportunidad. –Soltó limpiando su rostro dejando ver su fuerte deseo.


El corazón de Lee dio un brinco antes de comenzar a latir desesperadamente, un cosquilleo apareció mezclándose con el dolor. Su cariño por Hara seguía clavado en el alma pero a la par surgía algo que no había notado que había estado ahí, dentro de él.


-Lo siento. Y-Yo, lo siento... no sé que decirte hyung. No quiero que sufras más por mí. –Y mientras decía aquello, inevitablemente sus dedos buscaron enredarse firmemente. –Yo no sé qué hacer…


Ambos miraron la unión, ambos lo sintieron, ese golpe eléctrico que borró la idea de separarse. Se suponía que era una ruptura, no obstante sus manos se mantenían más unidas.

Kang Daesung comprendió que tenía una única oportunidad, debía jugarse el todo por el todo. Se acercó rápidamente halando al otro de su mano estrechada a la suya y ahí, fue cuando sus labios se fundieron por primera vez.

Daesung había soñado tantas veces con besarlo, enloqueció con la textura suave, el menor se quedó inmóvil preso del shock pero tampoco le rechazó. Lentamente le fue guiando, le fue enseñando cómo enredar sus leguas, como mordisquear y moverse. Fue consumiendo el oxígeno y transmitiendo sus sinceros sentimientos rechazados. Poco a poco el otro comenzó a corresponder logrando que el corazón herido de Kang se sintiera dichoso. Lo abrazó atrapándolo para impedir cualquier escape, una vez que se separaron admiró orgulloso ese rubor en las mejillas.

Se quedaron callados sin que algún reclamo saliera por parte de Seungri. Sonrió para decirle que no había problema… pero entonces el ceño del maknae se frunció, los ojos brillaban temblorosos; pudiera ser que de odio, repugnancia o temor, el rubio esperaba la reacción. Y no obstante, definitivamente no estaba preparado para atestiguar como el semblante se quebró e inesperadamente lentas lagrimas se deslizaron por las mejillas… ¿Estaba llorando? ¿Por qué…?


- No llores. No me gusta verte llorar. Perdona mi atrevimiento. –Era tan gentil que le estaba consolando ¡Estaba consolándole a él, quién jugó con sus nobles sentimientos! No quería que continuara haciéndose daño, le dolía mucho inexplicablemente ¿Por qué no le podía amar como se merece? ¿Por qué su corazón es tan tonto?- Si esta es la última vez, quisiera llevarme un recuerdo de ti, algo verdadero, no una mentira. -Rompió el silencio luego de acariciar la mejilla limpiando los rastros húmedos. Adoró el rubor que coloreó la pálida piel nuevamente.- Así que perdóname por haberte besado a la fuerza… te juro que nadie lo sabrá ni lo volveré a hacer.

- Hyung, Yo…  -Fuerte dolor que martilleaba su alma; sufría sin tener motivos ¿Eran remordimientos? ¿Era culpa? ¿Era una preocupación fraternal? ¿Por qué sentía que se iba a romper? ¿Por qué lloraba incontrolablemente? ¿Por qué tenía tantas dudas…? Si no le amaba ¿Por qué esa agonía?

- Supongo que es tu manera de decir “No” a lo de mi segunda oportunidad. ¿Cierto? –Tan cálido. La sonrisa melancólica.- Está bien, olvida lo que dije, pero no estés triste. Dejaré de molestarte aunque eso no signifique que deje de amarte. No puedo asegurarte cuándo pasará… Perdóname por sentir esto por ti.

- Y-Yo… y-yo… -Imposible hablar, lo que más odiaba cuando lloraba era que una vez que comenzaba no podría parar en largo tiempo. Justo como ahora. Y en el momento que Kang intentaba alejar la mano, Lee instintivamente reforzó el agarre de los dedos enredados.

- Ri-ah… -La voz dulce le llamaba con ese ridículo nick, pero estaba vez lo adoró. Se escuchaba tan bien en su timbre.

- Lo… siento… -El calor que producía la cercanía de la mano morena sobre la suya era adictiva. ¿Era normal sentir aquello? ¿Qué ocurría con él? Nada importaba más que ganar tiempo como fuera posible.

- Está bien… no te preocupes por mí. –Lentamente le obligó a mirarle, levantando el mentón que estaba caído, nunca le gustaba esa posición. Seungri era demasiado orgulloso, y aunque le estuvieran reprendiendo fuertemente jamás había tenido esa expresión tan desolada. Daesung estaba mortificándose. Parecía como si a su dongsaeng le estuviera costando terminar, en lugar de actuar educadamente para no lastimarle con la cruda realidad... no le ama.


 Ri cedió a la voluntad del otro, primero dejó que su mano quedara huérfana de ese cáliz protector y luego dejó que elevaran su rostro. Una vez que estuvieron a la par pudo percatarse del desconcierto de Dae, justo como el que él sentía por su propio ser.


Fue cerrando sus ojos debido a un extraño anhelo… ciertamente no sabía que esperar, se desconocía así mismo. No obstante, al sentir los suaves labios acariciando los suyos descubrió en ese momento lo que tanto añoraba su alma. Abrió la boca pidiéndole entrar.
  
Se besaron primero con temor, con dulzura y luego, con entrega… las manos separadas se encontraron empáticamente como si fueran la mitad de un mismo todo. Fuera la despedida, era demasiado tarde para volver el camino. Una gravedad enigmática forzaba a unir sus corazones heridos antes de separarse indefinidamente.





Semanas después, las cosas tomaron el curso que debían tomar…





- ¡Hara!  -La voz ronca resonó en la línea de teléfono.- ¿Le ha gustado el gatito? –Continuó como un niño emocionado en la mañana de navidad.

- ¡Shhh! No seas ruidoso. –Reclamó con una sonrisa.- Estoy en una sala de espera, tonto.

- ¿Y qué…? Que se enteren que estás hablando con el Sexy y Perfecto Seungri de Bigbang. –Respondió juguetonamente.- Pero bueno, responde. No tengo mucho tiempo.

- No lo sé… aún no me ha llamado. Creo que tiene mucho trabajo. Pero los de la tienda de mascotas me han dicho que sonrió mientras se lo llevaba. Crucemos los dedos, con algo de suerte le encanta. De todas maneras… muchas gracias. Todas las chicas piensan que es una gran idea tener una mascota para nuestra relación.

- Ya sabes… Seungri siempre tiene las ideas más geniales.

- Sí, seguro.

- Ash, está bien... le diré a Dae-Dae tus palabras de agradecimientos. Pero de todas maneras ¡Yo te di una solución!

- Se la robaste a tu novio ¡Te has adjudicado un reconocimiento que no mereces!

- No se enojará… porque me ama mucho. –Soltó una risa juguetona.

- Hay mucho ruido por allá. ¿Dónde estás? –Dijo al escuchar demasiado sonido filtrado.

- En la plataforma debajo del escenario, salgo en diez segundos pero antes quería saber la reacción de Junhyung, como tiene tiempo que no contactamos.

- No cambias ¿Eh?

- Nunca, ya no sería el único e inigualable Seungri. –Escuchar la risa de Hara seguía produciéndole una marea de mariposas en el estómago, pero no como antes.- Bueno, lo siento. Debo colgar, ya me toca salir.

- ¡Éxito! Luego te llamo ¿Te parece más tarde?

- Mhm… no creo que sea posible. Tenemos una fiesta, y después quiero desaparecer con Dae por ahí… tu sabes… -La sonrisa se ensanchó al soltar lo último ¿Desde cuándo se había vuelto más descarado?

- Ok… ¡Pero no te olvides de mí!

- Hecho. – Dio una despedida rápida y el móvil le fue arrebatado casi con violencia por el técnico. El audífono le daba las indicaciones de cómo desplazarse por el escenario.

De repente una leve sacudida avisó que la plataforma en que estaba sería levantada. Respiró profundamente preparándose para las fans y las luces del espectáculo que presentaría BIGBANG.

Cuando salió al escenario junto sus demás compañeros sin poder evitarlo sus ojos buscaron a alguien en especial, no importando la distancia, y cuando lo encontró sonrió inevitablemente al dedicarle una señal secreta que revelaba el mensaje: “Te Amo.” El primero de esa noche…

Porque se había jurado desde aquel 03 de Diciembre que sería honesto. Cuando ambos descubrieron que Seungri sentía algo más que lástima y remordimientos en su intento por romper la relación que tenían, cuando descubrieron después de ese último beso que el menor había desarrollado un cariño profundo por el “Ángel Sonriente” y era demasiado tarde para evitarlo. 



Ella es más que una amiga, pero no lo sabe... era su gran ilusión de amor, pero no lo sabría por que decidió amar a otra persona. Aún así él le guardó respeto y cariño.

Por ella, miró otras personas… Por ella, sin poder evitarlo su corazón conoció un nuevo amor.
Entonces ella es algo más que su mejor amiga… Porque sin ella, nunca se habría atrevido a enamorarse de él.


FIN.


::: O O O O O O +++++++ O O O O O O +++++++ O O O O O O +++++++ O O O O O O O +++

NOTAS FINALES:
Holaaa~~~ 

Tanto tiempo sin dar señales de vida, sí, lo sé... soy una mala escritoria T-T  (se arrodilla pidiendo clemencia)

Espero puedan perdonarme tanto abandono... estoy muy ocupada, entre otras cosas intento terminar con los proyectos que he dejado un poco abandonados...

Por favor sean pacientes, aunque no merezca que se los pida U//U!! Estaré actualizando poco a poco, así esperen por los fanfics... 

GRACIAS POR TODO!!!
ESPERO PODER SEGUIR SIENDO DE SU AGRADO EN EL FUTURO. 
No olviden dejar sus comentarios, quejas, aclaraciones, dudas, etc.... serán respondidas... *n*/!!!

Cuidense Mucho!
JA NÉ!
^n^v!




2 comentarios:

  1. Y que no decir de este fic... :3 :3 es bello, hermoso aaahhh
    me encanto asdfghjkljhgfds :3 :3 y yo que crei que Ri lucharia por Hara, pero miren, cuando emprendio el camino al depa de Dae algo me decia que terminaria amandolo al final y no me equivoque asdfghjhgfd ^_^
    Me encanto ^_^

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    Respuestas
    1. HOLA LIZETH!
      MUCHAS GRACIAS POR TOMARTE LA MOLESTIA DE LEER MI FIC Y DEJAR UN LINDO REVIEW!
      Muchas gracias x tus lindas palabras, realmente me hacen muy muy feliz!
      :3
      Sí, creo que la mayoría no esperaba que terminaría con la misma persona con la que se encontraba en una relación, pero como dice Daesung, todos merecen una segunda oportunidad, de intentarlo. ¡Y lo enamoró! Aunque pudiera ser que siempre lo quiso mas no se había dado cuenta el babo..
      .
      :3
      Ya sabes! yo mucho amor DAERI!
      :3
      Espero seguir siendo de tu agrado en el futuro!
      Cuídate mucho para no enferma!
      :3
      Nos leemos pronto!
      ^^

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Muchas Gracias por visitarme, y Vuelve Pronto!!!
^n^v