002 COMO SI NADA ESTUVIERA MAL
Autor: ANNIS
Grupo: BIGBANG
Couple: DAESUNGxSEUNGRI, DaeRi, DLite&V.I
Género: Drama, Angst.
Clasificación: +18 años. LEMON.
Advertencias: Malas Palabras.
Sinopsis:
Se supone que debo sonreír,
Como si nada estuviera mal,
Cada día que pasa,
Como si nada estuviera mal.
ACT LIKE NOTHING IS WRONG- T.O.P (Feat. KIM JIEUN)
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COMO SI NADA
ESTUVIERA MAL
Se supone que debo sonreír,
Como si nada estuviera mal,
Cada día que pasa,
Como si nada estuviera mal.
ACT LIKE NOTHING IS WRONG- T.O.P (Feat. KIM JIEUN)
Una y otra vez en su cabeza daba vueltas siendo
imposible olvidar todo ese embrollo… cada vez que escuchaba los programas de
cotilleo, sentía una puñalada, cada momento en que salían esos artículos ya
sean de manera impresa como revistas de chismes ó redes sociales, simplemente su
mente se atormentaba una y otra vez…
Jueves 13 de Septiembre de 2012. El mundo hallyu se
sacudió gracias al artículo publicado de la Revista Amarillista Japonesa Friday, como polvo regado al viento se
esparció aquel escándalo sexual que involucraba al maknae de Bigbang con una
joven mujer, provocando toda clase de reacciones encontradas… las VIP´s se
sintieron ultrajadas con cada línea de ese escrito, se sintieron ofendidas con
esas fotos en las que no se aseguraba al 100% si se trataba de fotomontaje o
pruebas fidedignas, y el silencio de YGEX que se demoraban horas y días en
esclarecer el asunto carcomía el alma de los clubs de fans de por sí ya heridas
con los escándalos anteriores de los demás miembros. ¿Por qué el mundo
continuaba ensañándose con Bigbang? La pequeña luz debido al próximo Comeback
en solitario del líder se vio opacada.
Martes 18 de
Septiembre de 2012. A menos de una semana del escándalo sexual, el medio de
comunicación taiwanés Apple Daily,
publicó una serie de fotos y una videograbación donde se veía claramente a
Seungri miembro de la boyband surcoreana de Hip-hop Bigbang, teniendo demasiado
acercamiento (luciendo como una cariñosa pareja) y en la que fue besado por la
modelo/actriz japonesa Anna Kubo
(Expareja de Jaycee Chan, hijo del internacionalmente conocido Jackie Chan) y
que se encuentran grabando juntos en Hong-Kong para su dorama japonés. Se les
vieron vistos saliendo de un karaoke a las 3:00am en compañía de otros actores
que participan en el mismo proyecto, y que después de una filmación nocturna
decidieron disfrutar de una cena seguida de un tiempo de recreo. Con varias
copas de más, en la que la actriz dejó mala imagen por un descuido en su outfit
esperaron un taxi que los llevaría de regreso a su hospedaje.
Nuevamente el menor del grupo deja sorprendido a sus
fans al estar envuelto en dos escándalos en menos de una semana, las reacciones
no se han hecho esperar. Hasta el momento no se sabe el impacto que esto va a
provocar en el grupo, considerando que se encuentran en medio de tour mundial,
otro miembro filmando una película de acción, el líder de la banda que comienza
sus promociones como solista y el propio Seungri que se encuentra trabajando en
Japón.
De lo anterior
la Agencia YG Ent., ha demorado en hacer declaraciones tanto para negar o
aceptar el primer escándalo, puesto más pronto que nada aclaró a las VIP´s que
en el segundo caso, el chico NO MANTIENE NINGUNA RELACIÓN con la modelo/actriz
japonesa, solo resta esperar que el tiempo pase y el furor disminuya.
Presionó el timbre del apartamento y esperó
impacientemente a que abrieran, sabía perfectamente que esa persona estaba dentro,
después de todo, acababa llegar a Seúl y desde entonces fue recluido entre
cuatro paredes, tenía prohibido salir sin la compañía de Taeyang y la de él.
Intentó calmar su ansiedad, pues desde su arribo, el
maknae le había estado evitando por lo que no habían tenido la oportunidad de
conversar privadamente sobre los asuntos que envolvían controversialmente su reputación
y por supuesto, su relación. Porque sí, por increíble que pareciera, Kang
Daesung y Lee Seunghyun mantenían una relación que no tenía más que un par de
meses de haber comenzado, así que los escándalos que circulaban por los
diversos medios de comunicación estaban carcomiendo el alma del mayor. Se negaba
a creer todas aquellas difamaciones mal intencionadas, se negaba a creer que
Seungri hubiera faltado a su promesa de cariño sincero, se negaba a creer lo
que su noona Hyori y muchos de sus amigos le habían estado advirtiendo cuando
tímidamente les reveló que era pareja del maknae de Bigbang; Lee Seunghyun era
un grandísimo error, un mocoso inmaduro egocéntrico que no tiene respeto por
las demás personas, que le gusta jugar con los sentimientos y que le será
infiel en cualquier momento. Iba creer en esos sonrojos cuando acariciaba sus
mejillas, iba a creer en esos besos tímidos que le robaba juguetonamente, se
aferraría a esos susurros avergonzados de “Te Amo”, se quedaría con ese temor
casi virginal cuando intimidan… y por su puesto creería en esos abrazos y
gestos tiernos que emergían de la nada cuando estaban solos. Entonces…
¿Por qué sentía la necesidad de hablar con él? ¿Por
qué necesitaba hacer esas estúpidas preguntas que podrían ofender a su novio…?
¿Por qué…?
Salió de sus pensamientos al percatarse que una vez
más el menor se negaba a verle. Suspiró exasperado volviendo a presionar el
timbre, no podía seguir así, estaba siendo demasiado insoportable. Volvió a
tocar el timbre sin obtener respuesta, demasiada incertidumbre que le había
llevado a noches de insomnio y siempre terminando por dar vueltas en su oscura
habitación como un león salvaje acabado de ser enjaulado. Continuó llamando a
la puerta. Su situación se estaba convirtiendo en un asfixiante juego de las
escondidas que colmaba su paciencia. Se cansó de tocar, así que sacó su móvil y
llamó al número que tantas veces dejó mensajes de texto que nunca fueron
contestados, ese número que llamó incontable de veces sin recibir respuesta
alguna. Del otro lado de la línea la contestadora le indicaba que la persona
que llamaba se encontraba fuera del área de servicio ó que el aparato estaba
apagado, y la maldita ansiedad creció dentro de su pecho ¿Por qué Seungri le
evitaba…? ¿Acaso se había atrevido a…? negó repetidas veces, su dongsaeng no
podía hacerle tanto daño. Sí, Panda podía ser un tanto caprichoso y pesado,
pero nunca se atrevería a faltar de manera tan cruel a su relación.
Tocó una vez más, totalmente atormentado y lleno de
dudas… estaba al borde del colapso. Aquella extraña actitud del maknae le
confundía, le intrigaba… le aterraba. Y cuando Kang pensaba seriamente en derribar
a la fuerza la puerta, ésta finalmente se abrió.
- Ah, eras tú…
Kang Daesung se sintió insultado por esas palabras que
salieron de los labios de Seungri después de llevar semanas sin hablarse. Le
miró extrañado, el menor lucía desaliñado, el cabello era un lío, las ojeras
estaba más pronunciadas de lo normal dándose cuenta que tenía restos de
delineador corrido, se había apoyado sobre el marco de la puerta mientras una
mano cubría su rostro como un gesto de terrible resaca. ¿Tenía resaca…? Para
empeorar su estado emocional; la ropa que portaba era de marca y oscura, esas
prendas que normalmente uno usa en fiestas, ¿Había salido de fiesta? ¿De
verdad…? Y entonces, cuando subió su mirada algo llamó terriblemente su
atención, justo en el cuello pálido. Sus ojos se abrieron sorprendidos, un
vacío se instaló en su estómago… marcas rojas y violetas. Seungri no se molestó
en disimular, en cambió le miró fastidiado.
- No tengo
ánimos… -Tenía la intención de cerrarle la puerta en la cara, cuando
rápidamente reaccionó. Esto era el colmo… olía a tabaco y vino.
- ¿E-Estás…
e-brio? –Cuando le escuchó bufar, el mayor de los dos frunció el ceño.- Tienes muchas explicaciones que darme.
- Ahora no…
Su mano se estampó en la puerta, completamente
furioso. Era hora de enfrentar la realidad. Ejerció presión y se abrió pasó.
Entró al apartamento de Seungri y entonces dejó cerrar la puerta de manera
bruta. El lugar estaba en penumbras, encendió la luz viendo como todo estaba en
perfecto orden.
- Sí… es el
momento de hablar.
- Como quieras… -El maknae le
ignoró para dirigirse al pequeño minibar esquinado donde estaba una botella
vacía de vodka y otra, de wisky, a medio contenido. Vertió el líquido dorado
dentro de ese vaso con hielos, a un lado estaba el cenicero de metal lleno de
colillas de cigarro. Seungri bebió su trago de una sola vez y encendió un nuevo
cigarrillo.- Ya sé a lo que vienes, así
que… al grano. -El menor le miró fríamente, indicando que comenzara a
hablar.
- ¡¿Qué es lo
que pasa contigo?! ¡¿Por qué me has estado evadiendo?! ¡¿Por qué has cambiado
tanto?! ¡¿Qué pasó?! ¡¿Y por qué estás ebrio?! ¡¿Por qué fumas tanto?! –Al principio
su intuición le indicó que algo no encajaba bien por eso un atisbo de honesta
preocupación empañó su enojo inicial.
Seungri exhaló sinuosamente el humo, se quedó mirando
la pared permaneciendo pensativo tan solo un minuto en lo que se servía otro
vaso de wisky y bebía presuroso.
- Primero,
nada. Segundo, no tenía ganas de verte. Tercero, no te gustará saberlo. Cuarto,
he estado muy ocupado ¿Sabes? El CEO se ha ensañado conmigo. Quinto, porque
quiero. Sexto, ya sabías que fumo. –Esbozó una sonrisa arrogante.- Pensé que preguntarías algo así como “¿Por qué demonios luces así y
tienes marcas en el cuello?” “¿Qué demonios te pasó?” “Parece que tuviste sexo”,
y por supuesto la más importante de todas… “¿Es verdad ese artículo de Friday y
lo de Anna Kubo?”
- Dime que no
es verdad. –El mundo se desgarró para Daesung, un terrible sentimiento de
humillación y decepción cubrió su pecho, oprimiéndolo. Un nudo cubrió su
garganta conforme fue escuchando cada palabra ácida. No sabía si sentir rabia ó
tristeza por la crueldad con la que Seungri confesaba sus acciones.
Las advertencias de Hyori resonaron en su mente,
derrumbando toda esperanza… era cierto. Lee Seunghyun había sido un error,
todo. Le entregó honestamente su corazón, creyó en sus palabras ciegamente… se
entregó y fue pisoteado, traicionado… se habían burlado de sus sentimientos.
Tratando de contener las lágrimas, apretó sus puños
hasta que sus nudillos se pusieron blancos. Su orgullo le impidió verse
vulnerable ante esa persona que no merecía su llanto.
- Esto es lo
que realmente soy Kang… ¿Qué esperabas de mí? –No fue necesario mayor detalles,
aquella oración seguida de esa pregunta aclaró altaneramente todas las dudas,
confirmando terriblemente todo lo que se hablaba de él.- Ya estabas al tanto desde antes de nuestra relación.
- Hemos
terminado. –Apenas fue capaz de articular esas dos palabras que no había querido
decir ni pensar hasta esos momentos. Sabía que debía moverse, ya no tenía
razones para seguir ahí, pero su cuerpo estaba estático y sin fuerzas.
- ¿Acaso no te
lo dijeron Hyori noona, Wheesung hyung, Gummy noona… Se7en hyung, T.O.P hyung,
Gd hyung? Esto iba a ocurrir de una u otra manera.
- Hemos
terminado. –Continuó repitiendo tratando de salir de su colapso. Ahora fue
envuelto por sentimientos y emociones incontrolables. Dolor y decepción,
tristeza y rabia, frustración y desesperación, desesperanza y odio.
- ¿No me digas que
cuando lo hicimos creíste que era la virgen tocada por primera vez? –Una
carcajada fría terminó con el silencio.- Qué
dulce es Daesungie… tan idiotamente risueño.
- Cállate… Nunca
creí que fueras tan… no entiendo porque me engañaste y ya no me importa. Hemos
terminado, has acabado de matar todo el amor que sentía por ti. Lo convertiste
en malos recuerdos que deseo olvidar. Yo te amaba, ¡Te amaba! Y eso no fue
suficiente para ti.
Esa rabia y oscuro odio le infundió el valor para
expresar su gran dolor… él se había enamorado de Seungri, había sido
inmensamente feliz, ahora, descubría que todo había sido un engaño, una mentira
vil para jugar con él.
- Muy mal
hyung… muy mal. Sin embargo, esto deja una gran enseñanza para el futuro, no te
enamores sin conocer realmente a las personas.
- Nunca quise
escucharlos y me arrepiento por eso, Hyori noona tenía mucha razón cuando decía
que no valías la pena amar. –Espetó resentido, pero lo que realmente le dolió fue
esa expresión indiferente de Lee, como si no le importara lo que pensaran de
él.
- Pero lo
hiciste… te enamoraste de mí. Me amabas ciegamente… y nunca te diste cuenta de
mi verdadero yo.
- Ni siquiera
me das lástima y te aclaro que entre nosotros solo habrá una relación
profesional. Hemos terminado, puedes continuar acostándote con quien quieras...
me da igual.
Dio media vuelta y salió de ese lugar sin volver a
mirar ni una vez. Caminó como autómata hasta su propio apartamento donde
finalmente se derrumbó detrás de la puerta. Sus ojos finalmente liberaron el
llanto contenido. Sus puños golpearon repetidamente el suelo sin prestar
atención al daño que sufrieran. Quería ahogar ese dolor y apagar el fuego de la
furia. Nunca antes alguien le había lastimado tanto, sabía que su corazón
estaba tan herido que no podría perdonar a Seungri y tal vez ni siquiera podría
volver a amar.
Cuando se cansó de golpear el suelo, se levantó y
comenzó a destrozar aquellos objetos que le recordaran al maknae, de esa manera
cientos de fotos fueron rasgadas, cartas fueron arrugadas y arrojadas al cesto
de basura, juguetes fueron azotados contra la pared, el amuleto que una vez
compraron en un paseo en Japón y muchas cosas más. Pero cuando entre sus
cajones encontró esa pequeña cajita todo se detuvo. Se sentó en el suelo
alfombrado, sus manos acariciaron aquel objeto, temerosamente lo abrió… un par
de anillos de 100 días relucían en su pulido plateado. Esos eran sus primeros
anillos de cien días, tenían grabada la fecha de cuando comenzaron su relación
y típica leyenda de “Te Amo”. Las lágrimas, esta vez de agonía se deslizaron
por su rostro… no tuvo el valor de deshacerse de esos anillos que presionó
contra su pecho negándose a dejar ir a Seungri… hasta ese momento se dio cuenta
de lo mucho que lo había amado y eso que apenas le conocía.
Y así el tiempo comenzó su tortuoso ritmo, lento para
unos como Daesung y Seungri que se veían obligados a pasar tiempo juntos debido
a sus actividades como grupo así como viajar a Japón por cuestiones de trabajo,
y rápido para otros como T.O.P, Gdragon y Taeyang que cuyas actividades en
solitario sobrecargaban su agenda cuando continuaron con su tour mundial.
Fue
más que obvio para todos, la ruptura de los menores, nadie dijo nada,
especialmente por respeto a Daesung que aunque fingía soportarlo bien, en
ocasiones se le notaba destrozado. El escándalo de Anna Kubo fue aclarado por
representantes de YG Ent., mientras que el asunto de la revista de Friday por
razones desconocidas permaneció intacto.
Respecto a los escándalos del maknae el personal de la
agencia se dividió en diversos grupos, los que creían que fue una grosería
considerando las malas rachas del grupo, estaban así mismos los defensores del
maknae… pero entonces, de la nada comenzaron a surgir rumores extraños. Se
decía que el propio CEO había ordenado aquello, que inclusive había dinero de
por medio que fue entregado a Seungri a cambio de ser el “chivo expiatorio” como
la ortodoxa estrategia de mercadotecnia sucia para atraer la atención ahora que
Gdragon estaba promocionando King Of A Kind. Otro decía que había sido intento
de boicot de un magnate japonés en venganza por algún negocio que se le negó,
una más afirmaba que el maknae había sido el blanco para ataques contra Gdragon
por cuestiones personales. Y más rumores se colaron dentro de las dos agencias,
tanto YG Ent. Como YGEX de Japón. Los chicos de Bigbang podían escucharlos
hablar a sus espaldas pero ninguno puso a discusión los chismes, optaron por ignorarlos,
la gente del staff personal del grupo tampoco hacía caso alguno a lo que decían
los demás, hacían su trabajo con normalidad. En ese aspecto los miembros llamaron
la atención por sus reacciones, Gdragon no reprendió a su dongsaeng al contrario
de lo que había expresado en la TV, T.O.P tampoco dijo comentario alguno,
Taeyang fue quien se encargó de estar al pendiente del menor ya que Daesung se
mantenía al margen, ni por error se acercaba. Pero sobre todo, quien despertaba
más discordias era el propio Seungri quien actuaba como si no hubiera cometido
falta alguna sorprendiendo con su total altanería, tal parecía que iba de mal a
peor porque continuaba saliendo a fiestas y cuando regresaba se había excedido…
inclusive hubo quienes afirmaban que se drogaba. En realidad, para el menor de
Bigbang todo era un juego, nada se lo tomaba en serio y cuando las juiciosas
miradas le taladraban él las enfrentaba con una arrogancia que rayaba en lo
insoportable… y como siempre, nadie hacía nada.
Su gira llegó a Bangkok, Tailandia para principios de
Octubre, habiendo dado conciertos previos en China. El recibimiento eufórico de
las V.I.P les brindó energía a sus cuerpos agotados, sus mentes estresadas y
alegría a sus corazones pues debían hacer malabares entre su tour mundial y sus
actividades en solitario. Como grupo funcionaban bien si dejaban de lado sus
diferencias personales, por eso, a pesar de sus personalidades tan dispares los
habían seleccionado como miembros de Bigbang.
Daesung mantenía su actitud alivianada aunque cada vez
que veía a Seungri completamente fuera de sí y con marcas que no dejaban nada a
la imaginación, se le rompía el corazón. Le dolía mucho que ni siquiera
valorara un poco al grupo, le enfurecía que no mantuviera la compostura… pero
al mismo tiempo le intrigaba por qué nadie hacía algo al respecto, ni siquiera
Taeyang que era quien lo buscaba y llevaba de vuelta a su habitación. El
manager se molestaba pero lejos de castigarlo tan solo lo reprendía
verbalmente. Aquello era realmente lamentable… y él que había creído que el
menor era un niño bueno… resultó ser completamente detestable. No obstante,
Seungri le demostró cuan desconcertante podía ser cuando después de aquella presentación
en plena madrugada tocaron a la puerta de su habitación de hotel descubriendo
que había sido él.
- ¿P-Pero qué…?
–No pudo
terminar de formular la pregunta, Seungri apenas lo vio atacó sus labios. Fue
empujado al interior, escuchó como la puerta se cerró de un azotazo. Intentó
mantener la calma y pensar. ¡¿Cómo iba a pensar con el maknae aferrado a su
cuerpo y sus labios siendo besados con vehemencia?! Quiso alejarlo al sentir
ese calor que emanaba la figura intrusa que despertaba un cosquilleo en su
piel, pero el otro se resistió pegándose más. Daesung se opuso al beso pero
fracasó, la lengua traviesa recorría con soberbia su boca robándole el aliento.
En ese momento su mente hizo “clic”, los labios de Seungri estaban impregnados
en licor. Una punzante herida en su corazón le dio la voluntad de quitárselo de
encima… estaba ebrio… estaba otra vez jugando con él.- B-Basta… -Comenzó el forcejeo.- Dije ¡Basta! ¡D-Detente! ¡Lee Seunghyun!
Lo arrojó con
brusquedad lejos de su cuerpo, ya que su cercanía le quemaba por dentro.
- Te necesito…
-Susurró con ojos brillantes en deseo y nuevamente intentó atraparlo pero esta
vez Kang reaccionó a tiempo.
- Vete…
-Se dirigió a la puerta, no le miró porque entonces no sabría si podría ser
fuerte, sus labios ardían ansiosos por volver a unirse a los otros y cuerpo que
había estado intacto comenzaba a despertar. Ese era el gran poder de Lee sobre
él, se infiltró hasta cada molécula de su ser para dominarlo… y tenía que
admitir que la culpa era suya por haberlo permitirlo. Esa era la razón
primordial por la cual Daesung se mantenía lejos… era incapaz de romper esos
lazos que le encadenaban.- Vete, Ahora.
–Repitió con voz rasposa.
- Te necesito… -Volvió
a repetir sin moverse de su lugar.
- Ese es tu problema… no soy tu repuesto.
- Te necesito…
-Como Kang le daba la espalda, sigilosamente se fue acercando hasta que cuando
vio el momento oportuno, lo tomó con la guardia baja y sus brazos cortos
aprisionaron la cintura del mayor.- Tanto
como tú me necesitas a mí. –Ronroneó al oído haciendo que el otro se
tensara al rozar provocativamente sus caderas.
- No me importas… -De un movimiento tosco se deshizo del agarre.- Mírate… das lástima. Vete por favor.
Sus miradas se
cruzaron… supo que sacar a su dongsaeng sin provocar un lío sería imposible.
Este aparentaba una sobriedad casi creíble, pero no lo engañaría porque cuando
le besó efusivamente sintió el sabor amargo del vino.
- Tú realmente no quieres que me vaya. Tú también me
deseas… porque cuando te besé… tus labios me correspondieron como cuando
estábamos juntos. Tú lo que en verdad quieres… es a mí.
Le vio ladear
la cabeza felinamente, relamió sus labios en un gesto sugerente y carente de
moral. Posó sus manos sobre esas caderas delgadas al mismo tiempo que como un felino
comenzó a acorralar al ratón.
- Estás ebrio… ¿Dónde está Taeyang hyung? –Rompió el silencio, intentaba rescatar su dignidad,
ahora recordaba lo seductor que podía ser ese niño.
- Tsk.
–Chasqueó la lengua fastidiado sin dejar de moverse.- Por ahí… no lo sé… creo que teniendo sexo por teléfono con Se7en ó
durmiendo, qué se yo, para lo que me importa.
- Será mejor que regreses a tu habitación. No tenemos
nada de qué hablar. –Dijo fríamente.
- En eso tienes mucha razón… no hay nada qué hablar…
pero hay muchas cosas que tenemos que hacer. –Cuando se dio cuenta Seungri comenzó a despojarse de su camisa que
dejó caer al suelo, siguió con su camiseta quedando al descubierto su pecho de
tez lechosa sin huellas ni marcas y abrió sus pantalones permitiéndole a Kang
ver esas caderas junto a la pelvis escondida en esos bóxers de marca.- Ven, acércate y tómame. Ven pronto que te
necesito a mi lado… sé que tú también me necesitas. –Sonrió coquetamente
mientras se tocaba provocativamente.- Será
nuestro secreto… y no te preocupes, no voy a pedirte nada que no quieras darme.
- Vete, hueles a licor, estás completamente ebrio y
estás diciendo estupideces… Lee vete pacíficamente o te sacaré a la fuerza. –Amenazó con falsa ira y comenzó a sentirla de verdad
cuando una risita burlona rompió el ambiente.
- Daesungie está siendo un chico malo… -Le miró divertido.- Mucho mejor… vine por un hombre no por un príncipe inútil. ¿Quién
necesita de cursilerías…? –Avanzó un paso para verificar el terreno sin
embargo el orgullo de Kang no se lo puso fácil.
- Vete…
- Solo hasta que me tomes, vamos tu me necesitas tanto
como yo a ti.
Llegó hasta él
y Daesung supo que estaba en problemas… su respiración estaba volviéndose agitada…
se aferraba a los malos recuerdos, se torturaba pensando en las infidelidades y
la traición. Sí, estaba lacerando su alma pero era la única manera que entendía
su cuerpo para evitar que cayera en las tentaciones de buscarlo.
- ¡Maldición! ¡¿Por quién me tomas Lee?! No soy como
tus “compañeros de cama” ¡No me compares! ¿Tienes ganas de Sexo? ¡Busca entre
tu lista de amantes ó bien sal a la calle, seguro que encuentras muchas
personas que quieren estar contigo! ¿Acaso se negaron y se cansaron de ti? ¡Ese
no es mi asunto! ¡No quieras involucrarme en tus juegos! ¡A diferencia de ti,
yo si tengo dignidad! ¡¿En verdad crees que tengo deseos de tocarte cuando te
has involucrado con sabrá Dios qué tipo de personas?! El solo pensarlo me resulta
repulsivo. –Los sentimientos que había
reprimido desde que el propio Seungri le habría revelado sus infidelidades
salieron del fondo de su alma y finalmente reclamaron ante el culpable. Poco a
poco ese dolor que carcomía y que se llevaba a la nada su alegría por la vida
se apaciguaba dejando ver las cicatrices.
Estaba lo
suficientemente dolido, herido y destrozado como para continuar aparentando una
calma que no existía. Por eso, ahora que tenía frente a frente a esa persona
que le había roto el corazón, su ira y su odio dejaron su interior. Habiendo
terminado su corto discurso no dijo más esperando que su compañero tuviera un
poco de respeto y se marchara.
- …Te necesito.
–Después de permanecer en silencio Seungri se mordió el labio inferior, bajó
los ojos oscuros por unos instantes.- Yo
quiero estar contigo… quiero estar en la cama contigo, quiero que seas tú quien
me toca, quien me bese, quien me
marque… quiero que me poseas como solo tú sabes hacerlo. Los demás no importan.
–Su mano tomó bruscamente la del moreno y la haló con fuerza hasta ponerla
sobre su pecho desnudo llevándola consigo en descenso lascivo por la cintura…
deteniéndose en las caderas, cerrando los ojos en lo que perduró el tacto de
pieles.- En estos momentos nadie existe,
nadie… solo tú y yo.
Acercó su
rostro en busca de los labios carnosos que como témpanos se negaron. Paseó la
lengua sobre esa suave textura mordisqueando pervertidamente… pero no fue hasta
que un pequeño gemido escapó de la garganta del maknae cuando las paredes se
abrieron dejándolo entrar a la húmeda cavidad uniéndose en un beso lento y
sutil. Como no hubo rechazo alguno, Seungri se atrevió a deslizar sus manos
debajo de las prendas, sus manos frías se reconfortaron ante la tibieza de
Kang.
Una vocecita
le gritaba a Daesung que se alejara, que lo rechazara y huyera lejos para no
ser nuevamente lastimado, pero ciertamente estaba cansado de todo, estaba
cansado de estar lejos de Seungri, estaba cansado de huir, cansado de desearlo…
y necesitarlo como un drogadicto en desintoxicación. Estaba más que consciente
que Lee Seunghyun era su propio infierno personal, su droga favorita… y ya no
se iba a negar a ella ahora que prácticamente la tenía en sus manos. Qué
importaban las cicatrices, qué importaban las lágrimas, qué importaban las
traiciones… por esa noche ó madrugada olvidaría todo, se entregaría a la
pasión… y una vez que despertase del sueño podría pasar el resto de su vida
arrepintiéndose. Renunció a su orgullo.
Ese fue el
momento en que su cuerpo revivió, comenzó a profundizar el beso y comenzó a
degustar hambrientamente aquellos labios. Sus manos libres del peso del
tormentoso pasado cobraron vida fijándose en recorrer como si fuera la primera
vez aquel pecho, aquella espalda, aquella cintura que se estremecía bajo su
tacto.
El menor le
abrazó, el juego de lenguas y dientes se hizo reñido sin dejar en claro al
ganador de la partida. Pero era lo de menos, se enredaban y desenredaban por
placer, disfrutando de su encuentro. Dae atrajo las caderas a su pelvis
haciéndole saber de su erección. El otro gimió sobre su boca en respuesta, se
impulsó para dar un pequeño salto y de esa manera poder sujetar la cintura del
mayor con sus piernas en lo que llegaban a la cama torpemente, luego lo
liberaría para una mejor posición. Kang presionaba deliciosamente al maknae con
su cuerpo fibroso, rompieron el beso, se habían deseado demasiado, ahora
dejaban ver al otro esa necesidad que intentaron sofocar inútilmente.
Seungri lo
atrajo molesto por la separación, volvió a susurrar el nombre de Daesung con
esa urgencia, con ese deseo infernal que invitaba a la lujuria.
- Dae… sung… ahh… -Las mejillas estaban ruborizadas, los ojos brillaban de esa extraña
manera que Dae añoraba ver.- Te…
necesito. No tienes idea… de lo mucho que te necesito…
Por un momento
aquellas palabras sonaron dulces, avergonzadas… de hecho su dongsaeng cambió su
expresión por un rostro tierno… frágil. ¿Cómo hacia para parecer casi un virgen
cuando intimaban? Recordaba que cuando eran pareja, el sexo no era ningún
problema para ellos, pero siempre, siempre Seungri tenía esa expresión tímida…
como si dentro de su alma albergara mucha inocencia aunque ahora supiera que no
fuera verdad. ¿Así sería con sus demás parejas?
- Yo también te necesito… pero pisoteaste mi corazón.
Y eso no lo puedo olvidar. -Sin poder
evitarlo, con una pizca de raciocinio respondió en un triste susurro mientras
se despojaba de su camiseta.
- Lo sé… y lo siento. -Sonrió melancólicamente.- No pretendo comprar tu perdón… pero quiero que sepas que solo contigo,
siempre quiero hacerlo contigo. –Acarició el rostro de Daesung.- Eres hermoso… tu cuerpo, tu alma y tu
corazón.
Daesung se
negó a que esas palabras dichas por un momento de pasión penetraran sus
murallas y llegaran a su interior, así que se ocupó en apoderarse de ese cuerpo
dando besos húmedos partiendo desde la mandíbula hasta llegar a esas caderas
deseables.
- Eres en verdad un ángel… tan gentil y luminoso. –Seungri continuó susurrando con los ojos cerrados
dejándose llevar por los gestos de Kang.- Un
pedazo de cielo en la tierra.
La parte más
fría del mayor se alteró ante esas palabras tan suaves, no las quería escuchar,
no quería envolverse con ese veneno mortal sabor a miel. Por eso dejó los besos
y comenzó las lamidas que marcarían el húmedo camino hacia la gloria. Prefería
los gemidos que esos extraños susurros que pretendían hacerlo perder el suelo.
- …Te necesito.
–Continúo susurrando el menor.- Quiero estar contigo. Aunque no te importe
en absoluto…
- Duele… duele mucho. Por eso… yo… no puedo regresar a
tu lado. –Bien, podía despedirse de su
noche de sexo desenfrenado, estaban mezclando sus sentimientos. Irremediablemente
lo silenció con un beso que le permitió disfrutar esa dulce agonía.
- Hazme tuyo… apodérate de mí. Haz que solo piense en
ti, marca tu nombre, que me olvide de mi mismo y te pertenezca. Hazlo, tómame
sin remordimientos… hoy apodérate de mí. Por favor… aunque no me ames. No te lo
voy a reprochar si mañana me ignoras y me odias. –Repentinamente el menor susurró con pasión y
vehemencia. Como si de un ruego se tratase…
- ¿Y yo Ri-ah…? ¿Qué pasará conmigo? ¿Crees que no me
dolerá…? –Replicó antes mordisquear ese
pecho lechoso.
- Te conviene odiarme… repudiarme. No te estoy
pidiendo que me ames… solo que te apoderes de mí, llévate mi ser, ráptalo y haz
con él lo que desees. –Respondió, sus
miradas se encontraron, Kang adoraba ese rubor en las mejillas, adoraba esos
ojos que brillaban emocionados, amaba esos cortos jadeos de desespero, esos
labios entre abiertos.
- Estás muy equivocado si crees que voy a hacer lo que
me pides. –Acarició las mejillas con
delicadeza.
- Hyung…
-Kang lo volvió a callar con un beso profundo. Tiró dulcemente del labio
inferior a modo de pedir dejarlo entrar. Un gemido sutil le abrió la puerta y
sin vacilar, como de antaño, se apoderó de su interior, Seungri gemía entrecortadamente sin prestar
importancia a sus caderas siendo sujetadas en una mezcla de posesión y dulzura,
poco a poco comienzan a desvestirlo arrastrando inclusive los bóxers,
depositando un beso gentil en cada extensión de piel descubierta, de textura suave,
deseable y sensible.
Se alejaron ya
que el maknae tenía problemas en quitarle los estorbosos pantalones de franela,
Kang sonrió divertido y compadecido le ayudó. La mirada del otro se ruborizó al
ver su cuerpo torneado, mordiendo sensualmente los labios sin poder evitar ese
gemido complacido por la vista, cómo había extrañado esas expresiones
infantiles. Ocupa de nueva cuenta la boca, primero con ternura, luego con hambre… metiendo su
lengua hasta lo más profundo, adueñándose cada vez más y más.
Lee abrió sus
piernas atrapando la pelvis del mayor, su agarre impediría cualquier indicio de
separación a último momento. Dae lejos de esos pensamientos se vuele exigente, adueñándose de cada suspiro, de cada estremecimiento,
le roba el aliento, le arrebata todo el oxígeno… y cuando lo siente desfallecer
en sus brazos que se ciñeron con fuerza, lo liberó… adora ese rubor en las
mejillas, esa agitación por recuperar aire a sus pulmones, los labios rojos por
el salvaje beso. Lame su cuello, desviando su camino en dirección a la oreja
que mordisqueó suavemente…
- D-Dae… Sung
–Gimió. El otro acarició sus mejillas mientras la húmeda lengua marcaba su
camino en el cuello y clavícula. Otro gemido, ésta vez mucho más erótico escapó
de los labios pequeños al sentir la dentadura encajándose en su piel… las manos
inquietas intentaban aferrarse a la espalda ancha. Acariciaba y arañaba
suavemente. Invitándolo a no detenerse, prohibiéndole remordimientos…
incitándolo a tomarlo como su propiedad. Un gruñido avisó que no debía temer,
la racionalidad, la moral y aquellos preceptos del bien/mal no irrumpirían el
momento.
Los gemidos y
jadeos entrecortados de vez en vez resonaban entre esas cuatro paredes en el
momento en que el mayor comenzó a degustar los pezones del menor y acariciaba
pervertidamente las caderas bajas.
Seungri cerraba con fuerza sus ojos y luego los entreabría producto de aquel
sublime estado de placer.
El nombre de
Kang fue siendo pronunciado a diversas escalas y con diferentes matices
conforme iba resultando insatisfecho el estímulo previo ante esa necesidad de
fundirse. El menor se agitaba desesperado, se removía urgido, exigía
silenciosamente.
Tomó la mano
del mayor sin pedirla, la llevó a su boca donde introdujo 3 dedos que provocativamente
comenzó a humectar. Por su parte, Dae deliró al sentir a la inquieta y pequeña
lengua jugar lascivamente. Sus ojos conectados a través de la mirada.
Instintivamente
su mano hurgó en la entrada del menor a donde terminó por ingresar uno de sus
dígitos… el gemido de su amante no se hizo esperar saliendo entrecortado y con
ápice de molestia. La ansiedad fue evidente, por eso el segundo dedo se abrió
paso entre aquellas paredes cálidas. Pero no conforme con aquella preparación,
Seungri movió sus caderas exigiendo aquel tercero que ni tardo ni perezoso se
unió a sus hermanos.
La dilatación
marcaba un ritmo irregular para no dejar caer la pasión… las mejillas
coloreteadas se perlaron con sutil sudor al igual que el resto del cuerpo que
se calentaba cada vez más. Cerró los ojos para disfrutar plenamente el momento.
Aceleró sus caderas con desesperación.
Abrió de golpe
los ojos al sentir la ausencia de la mano de su hyung. Levantó la mirada
intentando descubrir qué ocurría, sin embargo no pudo hacer aquello, puesto
sintió la punta de aquel miembro duro adentrándose en su interior. Gimió tan
fuerte que lastimó su garganta al sentir como en una dura embestida… aquella
persona que le gustaba secretamente llegó hasta lo más profundo de su ser.
Enloquecía con esa rudeza, con ese ímpetu… era como si, como si él también
sintiera la misma desesperación.
Kang detuvo
sus movimientos completamente agitado. Intentaba por todos los medios controlar
sus impulsos primitivos que le exigían comenzar con su conquista. Jadeó
pesadamente al sentir a flor de piel como ese estrecho pasaje conocido le
envolvía ajustadamente. Esa parte de su cuerpo palpitaba con mayor fuerza…
Su mano amable
despejó la frente sudada de aquellos rebeldes cabellos, el corazón del más
joven dio un salto de emoción y sin siquiera poder evitarlo sonrió. Sus ojos
brillaron emocionados cuando el gesto fue correspondido de igual manera…
Daesung le sonrió sinceramente, sin atisbos de dolor, como en el pasado… más
bien era una sonrisa protectora. De que todo estaría bien…
Su mano morena
bajó por las mejillas acariciándolas con cariño, suavemente delinearon los
labios, el dorso fue descendiendo recorriendo el largo del cuello hasta
perderse en la clavícula. Lo estrechó con fuerzas cuando los labios rozaban
tentadoramente contra los suyos, cuando lentamente se unieron. Pausado,
tranquilo… gozoso… sus labios se tocaron, se fundieron amoldándose
perfectamente… sus lenguas se encontraron tímidamente, la de él pronto insistió
a un juego que la otra aceptó casi al instante. Los dientes delicadamente
chocaban, pero sin deseos de combatir fieramente. En realidad… aquel beso
semejaba a la pieza de vals. Con movimientos maravillosamente coordinados, con
secuencias agraciadas, con giros exactos. Ambos cerraron sus ojos
concentrándose en aquel baile singular.
En el pecho
del maknae de Bigbang brotó esa sensación de pertenencia, de lujuria y
protección. Liberó un suave gemido cuando juguetonamente aquellos dominantes
dientes tiraron traviesamente de su labio inferior. Se separaron apenas para
tomar aire, se miraron largamente antes de volver a reencontrarse con ese beso
que ambos sabían que lo que estaban haciendo era algo más que sexo.
No fueron
necesarias las palabras ni los gestos corporales… Kang supo el momento de
continuar. Al inicio el flujo fue cuidadoso y elegante. Procuraba el máximo de
suavidad… asegurándose de quitar de su camino el dolor. Lo supo porque el menor
que le miraba embelesado.
Sus cuerpos
dedicaban un vaivén letárgico que poco a poco se fue volviendo profundo. Los
jadeos y gemidos entrecortados no demoraron al lugar de la cita con las
intenciones de pervertir aquella caballerosidad que inspiraba bajas pasiones. Y
así… sus pieles se friccionaron cada vez más pesadamente, impregnando sus dosis
de lascivia.
Comenzó a
entrar y salir hambrientamente, buscando aquel punto que magnificara la
entrega. Ese cuerpo bajo el suyo que ya se sabía de su propiedad entró en
sintonía, uniéndose en un punto exacto. Así, aquellos tímidos sonidos de placer
se volvieron más sonoros e incontrolables. Seungri dejaba su aliento caliente
envolver el oído de Daesung con cada gemido erótico que escapaba cuando la
estocada le llevaba al éxtasis.
El mayor se
volvió un depredador. Y su dongsaeng en su presa que en pequeñas lamidas de
gato y arañazos sensuales que lastimaban su espalda intentaba provocarlo más en
vez de alejarlo… sus músculos tensos se apoderaron de aquella figura que
vibraba sumisa ante su fuerza. Entraba y salía… cada vez más profundo, cada vez
más agresivo. Cada vez más poderoso cual león marcando su territorio. Se
adueñaba una y otra vez… conquistaba soberbiamente para dejar en claro a
cualquiera que era de su propiedad.
- Dae…ahha… Sung…ahh -Se regocijó ante esa voz corrompida por el placer. Ese
cuerpo sumergido en la lujuria mezclada con ¿Ternura? Algo explotó en su
interior. De repente su corazón comenzó a palpitar movido por un desconocido
motivo.
- Dae… Sung… -Esa
voz lo llamaba… era un llamado diferente. Esa nueva onda que emitía su corazón
se esparció rápidamente por su cuerpo envolviéndolo mientras sus manos
decidieron masturbar a su amante.
Ni siquiera el
poderoso orgasmo que sacudió sus cuerpos y sus mentes le impidieron al mayor
comprender el significado de aquel susurro tímido al momento de tocar el cielo.
- Sarang Hae… -Ni
siquiera esa suave esencia que bañaba el abdomen trabajado y que felinamente se
deslizaba en dirección a su parte baja, ni su semen marcando como suyo ese cálido
cuerpo le negaron la emoción tan sutil cuando lo escuchó y lo comprendió.
Algo llamó su
atención… un par de lágrimas se deslizaron por esas mejillas… el pequeño se
aferró a su cuerpo temblando producto del post orgasmo una vez que salió de su interior.
Kang también lo estrechó con fuerza… temía que su amante se quebrara. Temía en
que huyera de su lado… y no quería que eso sucediera. Escuchó cortos sollozos, sintió ligeros espasmos… su
cuello se humedeció por esas gotas de cristal.
Permanecieron
largos minutos en esa conexión. Acomodó a su maknae sobre su pecho. Este
correspondió atrapándolo con sus cortos brazos. Bajó su rostro en busca de esos
labios pequeños… Se unieron en un beso… era un beso diferente. Lleno de
frustración, de desesperación, de necesidad, de urgencia, de temor, de
ansiedad. Un beso en que ambos exponían su vulnerabilidades… el menor dejaba en
claro su mensaje. “Te amo, así que por favor ámame”. Pero Kang Daesung no quiso
creer el mensaje… por lo tanto no respondió. Aquello hizo que el corazón de Lee
Seunghyun se estrujara hasta doler. Nuevamente las lágrimas silenciosas bañaron
su rostro. Todo estaba perdido, Dae ya no le amaba más… y él tenía la culpa.
- Por favor… por favor… -Suplicó con voz entrecortada. Mientras sus parpados
repentinamente se volvieron de piedra y se cerraron.- SarangHae Daesung… -Finalizó antes de caer rendido.
Daesung supo
que todo era un error, que aquello jamás debió suceder… pero era demasiado
tarde. Besó el cabello del menor. Su odio se derrumbaba a grandes pasos, estaba
seguro que a partir de ese momento las cosas no volverían a ser como antes, le
sería imposible alejarse de su dongsaeng… los remordimientos martilleaban con
furia y su amor le insistía que aquellas palabras dichas eran sinceras, qué
esas lágrimas eran de arrepentimiento… qué Seungri en verdad le amaba y no era
producto del alcohol ni de la emoción del momento.
Una lucha
interna que le pasaba la factura de haber cedido a los deseos de Seungri, su
mente se enredó mientras acariciaba esa figura, mientras la llenaba de pequeños
besos… lo amaba tanto que le destrozaba el alma, le extrañaba tanto como si su
vida dependiera de él, lo adoraba más que a nada en el mundo, pero ¿Podría
perdonarlo? ¿Podría darse una segunda oportunidad…? Y con esas dudas su cuerpo
fue cediendo exhausto. Cuando despertó vio al maknae terminar de acomodarse la
ropa e intentaba ser sigiloso para salir.
- ¿Qué haces? –Se
sentó en la cama, buscó su celular y en la pantalla marcaban las 6:00am.
- Debo regresar a mi habitación, si me descubren
contigo estoy muerto. –Le regaló una
sonrisa juguetona.- Gracias por todo y
siento las molestias, sea las tonterías que haya dicho y hecho. Creo que se me
fue la mano con las copas de festejo. –Dio media vuelta y salió por la
puerta como si nada hubiera ocurrido.
“Te lo dije”
Esa vocecita le fastidió, su corazón quedó mutilado con esas palabras dichas
descuidadamente… él pensó que después de lo que habían hecho las cosas iban a
cambiar, ¡Hasta había considerado la idea de regresar a su lado! Pero Seungri
tan solo lo usó… estaba ebrio cuando le dijo “Te Amo”, ¡¿Qué demonios había esperado?! Debió suponer que cuando
estuviera sobrio el menor le iba a tratar igual, se iba a olvidar de sus
palabras… Una vez más había fracasado… había caído como un imbécil en las redes
del Lee, porque su corazón latió desbocado al escuchar el “Sarang Hae, Daesung”, aquel amor moribundo revivió como un fénix
que renace de sus cenizas.
Ese
sentimiento de haber sido usado se instaló en su pecho, y su orgullo pisoteado
le impidió llorar desconsolado como su corazón enamorado añoraba hacer. Mordió
sus labios apretando sus puños con sentimientos encontrados, esa era la última
vez que Lee Seunghyun le vería la cara de imbécil. No iba permitir que entre
ellos volviera a ocurrir semejantes deslices. Y ya vería él la manera de
deshacerse de ese mal amor.
El resto del
día del 06 de Octubre intentó vanamente ignorar al maknae que dócilmente
obedecía a sus superiores. Intentó descifrar el enigma que representaba aquella
criatura con cara de bebé, intentó descubrir algún indicio que le dijera que
para el menor su encuentro había sido de impacto en sus vidas, nuevamente tocó
con pared… por ello pasando la comida desistió de su búsqueda resignado.
Comenzaron
nuevamente aquella ajetreada agenda para su concierto de la noche, durante las
pruebas de sonidos sus ojos seguían los movimientos de Seungri que hacía el
tonto con el líder, jugaba con Taeyang y provocaba infantilmente a T.O.P, pero
cuando se acercaba a él la sonrisa juguetona cambiaba por otra, un gesto
indescifrable, carente de emociones pero lleno de misterios por descubrir. No
obstante apenas se animaba, el otro se alejaba riendo ruidosamente.
El concierto
pasó, terminando completamente exhaustos fueron llevados al hotel en el que se
hospedaron. Apenas probaba alimento cuando se percató de algo… Seungri no
estaba con ellos.
- ¿…Y Ri-ah?
–Cuestionó lo más despreocupado posible, pero nadie le pareció haberlo
escuchado por lo que aclaró la garganta e intentó de nuevo.- Hyungs… ¿Dónde está el maknae?
Entonces fue
el centro de las miradas curiosas, Jiyong soltó un “no te preocupes, seguro anda
por ahí” antes de casi ahogarlo con la comida que le metía a la boca, no
conforme con esa respuesta miró a T.O.P quien encogió sus hombros…
- Riri-ah… se reunirá más tarde con nosotros, no te
preocupes. –Taeyang no le miró a los ojos
cuando se adelantó a explicar la ausencia del menor dando por terminado el
asunto.
Daesung se
mordió los labios, su corazón de gritaba que se levantara y fuera a buscarle,
le insistía furiosamente a pedir explicaciones más creíbles a sus hyungs, y sí
el maknae estaba teniendo sexo con otra persona le dijeran la verdad. Pero su
impotencia ante el último pensamiento le arrebató toda inspiración de lucha, se
quedó quieto.
Cuatro y diez
de la mañana, un llamado tímido atrajo su atención. Kang no había podido dormir
pensando en Seungri, así que cuando el leve golpeteó a su puerta le tomó por
sorpresa, posteriormente le dio paz a su alma.
De inmediato
se levantó, ahogó sus penas una vez que abrió la puerta. Era él…
Lee Seunghyun
estaba húmedo haciendo que sus ropas se le pegaran como segunda piel, tenía la
mirada ausente… extraviada, junto a la chispa de vida característica de él. Le
miró… e imitando sus actos de la ocasión pasada, el menor se arrojó a sus
brazos buscando los labios de Kang Daesung. Esta vez le detuvo a tiempo…
- Te necesito…
-Nuevamente fue la explicación escueta a sus impulsos, Daesung sabía lo que
tenía que hacer especialmente al observar esas marcas rojizas sobre la piel.
- Eres un cínico. ¿Por qué yo…? ¿No te fue suficiente ayer?
–Exigió dolido.
- Nunca será suficiente… te necesito. –Respondió lentamente el maknae, fue el momento en
que Kang notó ese brillo rojo en los ojos oscuros, notó la usencia de alcohol y
del olor a tabaco. Y cuando lo alejó se dio cuenta de la falta de reflejos…
- ¿E-Estas… d-drogado…? –Temeroso por la
respuesta preguntó tomándolo de los hombros enfrentando sus miradas. El
silencio fue un sí mudo.- ¡Estás
drogado! ¡¿C-cómo pudiste?! ¡¿Sabes en el problema que nos vas a meter?! ¡¿Quién
te la dio?! ¿Qué fue…? ¿Quién más lo sabe? ¡¿Eso estuviste haciendo mientras
estábamos preocupados por ti?! ¡¿Drogándote y teniendo sexo?! –Replicó sumamente
molesto, Seungri no valía la pena, era un caso perdido.
- Tsk. Ni que fuera la primera vez… -Contestó con fastidio.
El rostro de
Daesung fue la mezcla perfecta de horror con furia, tanto desdén era
insoportable. Sentía que la persona frente a sus ojos era un completo
desconocido. Porque el Ri-ah que había conocido era un niño bueno, un chico de
corazón noble, de alma sensible… tierno y dulce.
- Vete. Y no vuelvas más… -Kang no quiso soltar esas palabras pero ciertamente
no estaba preparado, no tenía idea de qué hacer.- Voy a hablar con los hyungs, esto es demasiado hasta para el mismo
Teddy hyung. Estás fuera de control y yo me niego a ser tu cómplice. Afrontarás
las consecuencias de tus actos… -Dijo mientras buscaba un suéter o chaqueta
para salir de la habitación.
- Ja… nada va a cambiar. Seguirá igual… yo te puedo
decir lo que ocurrirá cuando cruces esa puerta. –El maknae ingresó sin permiso y se acomodó en la cama
de sabanas revueltas con aroma a Daesung, un olor que le reconfortaba.- Tocarás la puerta del manager porque a
último momento desistirás de ir con Gd hyung, sospecharás que me ha estado
cubriendo ¿Desde hace cuando hago esto? No es posible que haya llegado tan
lejos sin ser descubierto. El manager te recibirá con voz cansada, te escuchará
con la mente más fría como que le estuvieras diciendo que tomé tu ipod sin
permiso. Sentirás furia ¿Acaso todos estaban al tanto de mis vicios y no les
importa las consecuencias? Perderás la confianza ¿Qué clase de personas son las
que están a tu alrededor? –Acarició la tela, suspirando cansadamente y le enfrenta
con la mirada ausente acompañada de la sonrisa torcida.- ¿Quieres saber la verdad…? No les importa. De mi vida no les importa y
con que no comprometa al grupo da igual si cobro servicios en cada hotel que
vamos.
- Eres increíble… no te creo… después de tus
escándalos en Japón y lo de Hong Kong.
- Ah… ¿Tenías que escupirlo…? ¿Por qué no le preguntas
al manager, a Gd hyung… ó qué te parece al CEO Yang Hyun Suk? Lo que hice fue un
mal necesario, obviamente. Y aunque no me creas ya estás dudando, tus ojos
tiemblan. No quieres creer que todo lo que digo es verdad. Confías ciegamente
en ellos, no podrían defraudarte más de lo que yo ya lo he hecho. Por eso te lo
digo, te conviene ignorar y no preguntar. Cierra tus ojos y tus oídos… vive el
momento conmigo aunque no me ames. Disfruta de mí… seamos compañeros. Quiero
ser tu amante nocturno… sin promesas, sin amor. Yo vendré cada noche y
madrugada. Te prometo que serás el primero… no sabrás de lo que suceda después
que salga de tu cama. Ten la seguridad que eres especial.
- Vete. No te quiero escuchar. ¿Qué te hace pensar que
aceptaré tu propuesta retorcida? Ten un poco de respeto hacia tu lamentable
persona. Quisiera ayudarte pero no te dejas Ri-ah, sigues cayendo a ese oscuro
abismo, continuas usando a las personas y a ti mismo. ¿Quieres que te confiese
algo? Si tú no eres completamente para mí… entonces no te quiero. –Dijo dándole la espalda. Le escuchó levantarse sin
decir palabra alguna, lo escuchó caminar lentamente y sintió su calor cerca,
pero no se movió. Ni un centímetro.- Vete.
- Sabes que no es cierto… mentiroso. Tú me quieres y
lo que menos deseas es que me vaya. Yo tampoco quiero… porque te necesito. Ven
a mí… ven a mí hyung. Soy tuyo… no importa lo demás, no existe nadie más en
estos momentos. Es un tú y yo.
–Le abrazó por la espalda, sujetándolo con fuerzas caídas producto de la droga
que sedaba sus sentidos. Recargó el rostro sobre esa ancha y cálida espalda.
Daesung miró
esas manos sobre su pecho… por instinto fue a ellas e ignorando a su mente que insistía
que rompiera el agarre, sus dedos acogieron a los otros.
- Tus manos están muy frías. –Susurró. No quería caer en otra trampa pero ahora
Seungri se había tomado la molestia en poner todas las cartas sobre la mesa.
Era un propuesta que cualquier persona con un poco de sentido común y valor
moral rechazaría sin dudar, ser amantes secretos que escapan en la oscuridad…
pero no hay seguridad de que sea el único, tampoco ofrece una promesa de cariño
ni mucho menos existirá amor. Él simplemente no podía hacer eso “Cierra tus
ojos y tus oídos” nunca podría hacerlo, no cuando las huellas sobre esa suave
piel estarían tatuadas, no cuando el olor de otros individuos estarían
impregnado el perfume de su ser, no cuando la incertidumbre quemaría sus ganas
de vivir… sobre todo cuando le amaba con el corazón.
- Es porque necesitan del calor que solo tú puedes
ofrecerles. –El menor susurró tímidamente
hundiendo su rostro en esa espalda.-
¿Qué dices…?
Se refería a
su retorcida propuesta, una sentencia segura al peor infierno. Pero la
invitación tenía tintes de algodón de azúcar.
Se volvió a
verle el rostro infantil. Seungri siempre había gustado jugar al hombre serio,
al maduro pero obviamente seguía siendo un bebé que necesita de un guía. El
menor temerosamente le liberó. Kang respiró profundamente aspirando el dulce
olor de Lee sintiéndose mareado, sintiendo como perdía su voluntad y ese
hermoso demonio lo arrastraba a la perdición. Inevitablemente acarició el
rostro.
- Estás muy frío, luces más pálido. –Recorrió aquella carita, el maknae cerró los ojos
suspirando ante esa mano delineando sus formas.- ¿Por qué me haces esto? ¿Por qué herirme más? Si te importara de
verdad no lo harías.
Regaló un beso
corto en la frente, su instinto protector le obligó a ser ahora quien abrazara.
Sus brazos se ciñeron cobijando esa figura sintiéndola temblar. Estaba helado.
Descansó su barbilla sobre el hombro izquierdo.
- Te necesito… como tú me necesitas a mí. Es lo único
que puedes saber. Es lo único honesto que escucharas de mí.
Las palmas de
sus manos rozaban confortablemente la espalda contraria. Adoraba la sensación
de tener a Seungri así, con él y aferrado solamente a él. El menor correspondió
al gesto con timidez.
- Dices que te molesta que te traten como un
chiquillo, pero no te comportas como un adulto ¿Cómo esperas que te tomen en
serio si actúas así? Eso está mal Ri-ah.
- Tienes razón… soy un niño todavía. Por eso nadie más
que tú es bueno conmigo. Lo entendí demasiado tarde, ahora que he cometido
tantos errores y que no hay manera de arreglarlos. Por eso vengo a ti, porque
solamente a ti desnudaré mi alma. Te dejaré ver lo débil que soy y solamente tú
sabrás que soy un niño perdido. Frente a los demás verán corazón de piedra. Dae
hyung ¿Querrás revivir mi corazón? yo sé que puedes… si lo revives será tuyo
por derecho y nadie te lo quitará. Ni siquiera yo… en realidad quiero que lo
lleves contigo. Que sea tuyo para siempre.
- ¿Quién te dio la droga? Dímelo…
- Lo siento… sin preguntas, ni respuestas.
- Esto no funcionará así.
- Claro que funcionará. Porque confío en ti. Porque
creo en ti y eso me basta.
- Para mí eso no es suficiente. Hoy no podré
preguntar, pero mañana, pasado, los días que sigan será una tortura
insoportable. Me lastimarás más…
- Entonces solo concéntrate en mí. En el momento… como
hoy, estoy aquí contigo. ¿Ves a alguien más? Hazme tuyo de una maldita vez.
Tómame… por favor.
- Lo siento… no puedo. –Se alejó con desgana, no iba a mentirse, no iba a
volver a lastimarse. Sí, ama con locura a ese niño perdido, pero… un camino
espinoso espera si decide tomar su mano. Han sido muchas heridas y cicatrices.
Aun está a tiempo de salvar su corazón.
El menor baja
la mirada avergonzado. Kang es testigo silencioso de cómo la negación sacude
ligeramente ese cuerpo, es un temblor casi imperceptible. La mano tibia de Lee
se levanta junto a esa carita tranquila. Sonríe melancólicamente.
- Haces bien… es lo mejor. –Una caricia caída. Camina lentamente en dirección a
esa puerta bajo la atenta mirada del mayor que siente que arde en dolor verle
partir en ese lastimoso estado. Apenas se detiene, esos labios se entreabren
dispuestos a decir algo pero se vuelen a cerrar. Pasando unos momentos de
silencio matizado con tintes de despedida y desesperanza ese voz suave le
suelta.- Si olvidarme te dará libertad, Baby… Dime adiós, dime adiós.
El suave
chasquido despierta de ese letargo mental a Daesung, había cantado un fragmento
de esa canción japonesa… “Tell Me Goodbye”. El maldito coro resonó sin descanso
impidiéndole dormir. Daba vueltas, vueltas y vueltas… muchas veces se mordió
reprimiendo esa tentación de ir a buscarlo. No podía, ya le había rechazado así
que no tenía caso. Por el bien de ambos era necesario poner un margen de
distancia y romper todo lazo, no importaba si ahora las personas externas a su
asunto se dieran cuenta.
A la mañana
siguiente convenció al manager que le dejara adelantarse en su vuelo hacia
Japón, se abría ofrecido a cubrir un programa en lugar del maknae. Actuaba
justamente como los demás hacían y por ende su petición no fue objetada sino
más bien fue vista con buenos ojos. Evitó a toda costa al menor, hizo maletas y
se apresuró al aeropuerto.
La larga
espera durante el vuelo le sirvió para convencerse hasta caer dormido que
estaba haciendo lo correcto. Continuar atado a Seungri los iba a matar a los
dos. Él era la parte razonable, la parte madura que como conciencia calma el
ímpetu jovial del maknae… es el mayor, así que debía pensar con la mente fría.
Fue el primero
en tocar tierras niponas, su movilización fue veloz para no quedarse atascado
entre la muchedumbre de fans, llegando a su hotel se aventó a la cama a
descansar, ahogando sus penas en el sueño que tanto deseaba tener. Fue un sueño
tranquilo en mucho tiempo… sin recuerdos, ni ilusiones emergentes.
Su teléfono
celular sonaba de vez en vez, Hyori se había convertido en su sombra a pesar de
no tener conocimiento total del asunto. No pensaba decirle más… ¿Qué caso
tenía? Era su problema personal y como un adulto debía resolverlo. Así que
tanto en llamadas como mensajes aparentó una paz inexistente, su amable sonrisa
que tantas veces ha practicado le permitió evadir cuestionamientos
innecesarios. Suspiró profundamente cuando tuvo que salir de su refugio de
cuatro paredes. El trabajo arduo del Gym era su canalizador de frustración y
dolor interminable. El trabajo como MC era su analgésico diurno. Así que volcó
todas sus fuerzas en ello, no prestaría atención a nada referente a Seungri
aunque su desesperación creciera más y más. No iba a volver con él.
Esa noche
aceptó la invitación a ese antro de moda, pensaba que quizás unas copas despejarían
su mente caótica. Salir con personas completamente ajenas a su vida privada era
un alivio, así que bajo la excusa de hacer mayores amistades provechosas para
el grupo salía constantemente. El Hotel de Japón le traía solo malos recuerdos
como para permanecer solo en ese lugar. El manager le había dado indicaciones
preventivas, él debía ser cuidadoso. El asunto del accidente aun hacía mella en
su alma pero debía seguir adelante… entonces recordó una frase que Lee
Seunghyun le decía como un consejo personal que había utilizado cuando se
presentaban las peores situaciones: “Continuar, continuar, continuar sin mirar
atrás”. Inclusive en sus pensamientos esa voz y ese rostro acudía a su mente…
no podía sacarlo un solo momento de su cabeza. Estaba adherido a él para
siempre.
La primera bebida
enfrió su cuerpo. Las risas y conversaciones alivianaron los recuerdos vividos
con el menor. El ruido ensordecedor apagaba esa voz adictiva. Comenzaba a
relajarse y a disfrutar la compañía. Pero entonces una figura llamó su
atención… entre las personas atiborrando el lugar. Era él. Vestía sus mejores
ropas, el cabello encerado, la sonrisa coqueta… nunca podría confundirlo, se
trataba de Lee Seunghyun. Sus ojos no pudieron despegarse de ese cuerpo
esbelto, podía jurar que escuchaba su risa divertida a pesar de estar separados
de extremo a extremo. Habían coincidido en el mismo establecimiento. Kang
sospechaba que la presencia del menor no sería agradable para él, y no se
equivocó pues antes de caer seducido por ese niño se dio cuenta de cómo
sostenía la mano de un hombre. Los inspeccionó con la mirada… Ri como un
pequeñito caprichoso halaba la mano del adulto de mediana edad que conservaba
su jovialidad. Insistía en llevarlo a la pista entre risas. El sujeto en
cuestión también sonreía negándose a bailar, le detuvo con su fuerza y señaló
el piso superior donde los VIP´s estaban ubicados. El corazón de Dae se detuvo
al verlo en pleno romanceo con un posible amante. Seungri reía traviesamente
antes de dejarse llevar a las escaleras.
Kang no podía soportarlo,
tenía que salir de ese lugar. Había sido un terrible error haber asistido. Su
corazón palpitaba aterrado por lo que pudiera presenciar. Su alma no estaba
segura de soportarlo. Pero sus amigos le detuvieron, no tenían mucho de haber
llegado y el cambio de su actitud fue inesperado. Se excusó diciendo que tenía
un vuelo para encontrarse en Indonesia con sus compañeros de Bigbang, fue
ignorado.
La pareja se
había ubicado en una mesa orillada al barandal que regalaba vista completa de
la pista del primer piso. El maknae maravillado se pegó a ella para revisar a
la multitud, el adulto solo miraba el cuerpo de Lee y sonreía cuando el otro le
descubría para indicarle que se le antojaba bailar. El hombre se negaba, llamó
a un mesero al que le susurró algo. Minutos después, el menor seguía viendo a
las personas pero fue interrumpido por el sujeto ofreciendo una bebida, este se
volvió y sin dudar comenzó a beber el preparado. Se sentó frente a su
acompañante. Este entabló una especie de conversación que Kang agradeció no
escuchar debido al ruido del lugar. Pero su corazón recibía puñaladas directas
con solo verle tan atento con otra persona que no fuera él. Quería huir, quería
deshacerse de esas imágenes no obstante sus ojos continuaron espiando a la
pareja. Estaba absorto, no prestó interés a nada más que no fuera esa zona
exclusiva. Vigilaba cada gesto, cada movimiento, cada facción…
Tras un par de
bebidas, una conversación entrecortada debido al Smartphone del adulto, Seungri
se puso de pie susurrando algo, él otro apenas asintió ignorando al menor. Sin
siquiera proponérselo le imitó, y sin poder advertirlo ya se encontraba
siguiendo los pasos de Lee que le guiaron a los sanitarios privados. Se quedó
en la entrada inseguro de entrar, una parte de él le impulsaba salvajemente a
ir por él y llevarlo lejos… pero otra, tan solo insistía en que se marchara y
se alejara. Después de todo no era asunto suyo. ¿Cuántas veces habrá ignorado a
su lado razonable? Si le dieran un dólar por cada una de esas veces definitivamente
ya tendría un par de cientos o miles. Sus manos por inercia empujaron las
puertas e ingresó buscando con la mirada esa figura sinuosa hallándola en los
lavamanos, le vio remojarse el rostro… pequeñas gotas atrevidas se deslizaron
en un húmedo camino por el cuello expuesto hasta perderse en el interior de las
ropas. Seungri podía cuidado en el delineador, suspiró quedamente… los labios
de Kang iban a decir algo cuando vio como del bolsillo de los ajustados jeans
el maknae extraía una pequeña servilleta de papel.
Con la vista
perdida en ese paquete el menor no se percató de la presencia del otro que como
un felino se fue acercando movido por la curiosidad… abrió la pequeña
servilleta de papel que quedó extendida sobre la cerámica. Kang frunció el ceño,
ahí había tres comprimidos blancos. Vio sorprendido como el menor los tomó sin
dudar llevándoselos a la boca. Cerró los ojos fuertemente mientras los tragaba.
Y cuando la manzana de Adán bajó y subió rápidamente supo que esos extraños
medicamentos ya estaban dentro del sistema de Lee. Este arrugó la servilleta
arrojándola descuidadamente al cesto de basura que lo recibió a pesar del
exceso de bolitas de papel. Seungri volvió a mirar su reflejo en el espejo
peinando sus cabellos y palideció al descubrir el reflejo de Daesung, sin
embargo aquella expresión desapareció para regalar una sonrisa presumida.
- Oh, vaya… Daesungie también vino a divertirse. Hola,
hyung… -Se volvió barriendo
descaradamente la figura del mayor.- Siempre lo he pensado… eres mucho más sexy que
T.O.P –soltó una risita burlona.- Como
sea, que tengas una muy buena noche.
Avanzó con
arrogancia, caminando cada paso con seguridad y firmeza. Sin embargo, cuando
estaba por pasar por completo a lado de Kang, este lo sostuvo fuertemente del
brazo halándolo para volverlo a él. Seungri miró el agarre con el ceño
fruncido.
- Suéltame.
- ¿Ya te vas a ir con ese hombre?
- ¿Acaso estás celoso? Puedo distinguir un tono de
celos en tu voz. –Sonrió
presumidamente, el brillo de esos ojos tenía un matiz nubloso.
- ¿Dónde obtuviste esos comprimidos? Responde.
- ¿Estabas espiándome? Eso es invasión a mi
privacidad. –La sonrisa
desapareció para dar lugar al ceño fruncido y la mueca torcida en disgusto,
intentó zafarse del agarre.
- Responde, Lee. –El maknae estaba muy equivocado si creía que iba dejarle ir tan
fácilmente.
- ¡Suéltame Kang…! No tengo ninguna explicación que
darte. ¡Tengo prisa! ¿Sabes? –El tono frío
y controlado comenzó a agrietarse, al parecer Seungri estaba exasperándose
rápidamente ¿Sería el efecto de la droga? El forcejeo era cada vez más rápido.
- Soy tu hyung… me debes obedecer. –De ninguna
manera lo soltaría, no podía… y no quería.
- ¡No eres el líder…! y solamente a él le debo
obedecer. –Le desafió de manera
arrogante, los ojos brillaban en furia, apretó los labios conteniendo la
furia.- Tú no tienes ningún derecho
sobre mí.
- Soy tu hyung.
–Recordó, al menos eso calmó al menor tan solo un par de segundos.
- No estoy jugando. No tengo tiempo. –La ansiedad
ocupó el lugar de la rabia, volvió a moverse a fin de obtener su libertad, al
parecer tenía mucha prisa por irse.
- Que tu amante espere sentado. Tú y yo nos vamos. –Finalizó después de la urgencia que mostraba su
dongsaeng, lo sabía, que no debía volver a inmiscuirse en los asuntos del menor
pero le fue imposible, su consciencia había desaparecido.
- No. –Se
negó a cooperar cuando intentó sacarlo de los sanitarios del club nocturno.
- No te estoy preguntando. Te estoy avisando. ¡Nos
vamos! –Ahora el exasperado era
Daesung, esa negación le lastimaba, porque comprendía entonces que Seungri
prefería quedarse con ese sujeto en lugar que él.
- No estoy para jueguitos de celos Kang. Tengo prisa…
me están esperando. –Al menos parecía
diplomático, lamentablemente Kang no estaba para eso.
- Te tiene todas las noches… ¿Qué más da si hoy no se
acuesta contigo?
- Creo que nuestro asunto quedó muy claro en Tailandia.
Tú me rechazaste. ¡Perdiste tu oportunidad! No quiero pelear contigo Kang. ¡Piérdete! –Los gritos volvieron junto a esa férrea lucha por
recuperar la libertad.
- No.
–Daesung dejó la amabilidad, ignoró las palabras del menor y ejerció mayor
presión en su agarre provocando dolor, lo arrastraría si era necesario.
- ¡¿Para qué demonios me buscas ahora?! Huiste de mí
como un cobarde. ¡No me vengas con estupideces! –Comenzó a reprochar realmente indignado.
- ¿Quién te dio la droga? –Se mordió la lengua para no entrar en una pelea
verbal con el otro que llegara a agresiones físicas.
- ¡Lárgate y déjame fornicar en paz! –Evadió la pregunta con fastidio sin dejar de moverse.
- Estás descarándote demasiado rápido, Lee. –Aquello no solo había lastimado su corazón sino
también su orgullo.
- Eso no te importa.
- ¿Quién te dio la maldita droga? ¡Responde, ahora! –Estaba comenzando a perder la paciencia.
- ¡Vete al infierno y déjame a mí en paz! –Escupió la maldición con tono de desprecio, las
miradas llenas de recelo se enfrentaron.
- Primero me vas a rogar diciendo que me amas pero
luego terminas acostándote con el primero que vez. –Una vez más habló sin pensar ni medir consecuencias,
su raciocinio estaba a punto de explotar.
- Ese es mi asunto, ¡No el tuyo! ¡Hace mucho que dejó
de serlo! Ahora ¡Suéltame de una maldita vez! Me estás lastimando. –Iracundo el maknae exigió su libertad.
- No tanto como tú que juegas con los sentimientos de
las personas.
- ¿Qué quieres de mí? No te entiendo. Me ofrezco, me
rechazas y ahora vienes a hacerme una escenita de celos. Eres patético. –La sonrisa burlona era otro insulto a su noble
corazón.
- Y tú un promiscuo.
- Tú no sabes NADA de mí. Ni siquiera te diste cuenta
de que me acostaba con otros mientras estaba contigo. No eres mejor que yo…
estúpido egoísta. Solo te interesaba estar bien, y te negabas a ver a tu
alrededor. –Seungri borró su sonrisa
presuntuosa, sin embargo ni la indignación ni la furia ocuparon su lugar en ese
rostro. En realidad fue la decepción… ó quizás ¿El dolor?
- Yo te amaba. De eso se trata el amor. No solo de
sexo… sino de entregar tu todo a esa persona. ¿Pero qué vas a saber tú si no
sabes amar? Tu pobre alma solo se conforma con estar en la cama. –Si de reclamos se trataba el juego, Kang tenía mucho
que decir y estaba seguro de haber ganado la contienda.
- Cállate, Kang… -Advirtió contenidamente el menor halando de su mano hacia su lado.
- Dime… tu amiguito ¿Sabe la calaña que eres? ¿Sabe
que tiene que compartirte? –Finalmente su
boca se desconectó del corazón y la mente, reconectándose con el orgullo.
- Cállate… -Volvió
a advertir, la voz que salió de esos labios apretados revelaba una clara
amenaza.
- Eres una pobre criatura infeliz. Has caído tan bajo…
no vales la pena amar. -¿Por qué no podía
callarse y simplemente tomar al menor? ¿Era realmente necesario soltar esas
palabras?
- Teddy y Kush…
-Apenas se trató de un susurro que hasta la más suave brisa podría llevarse,
pero fue suficientemente fuerte y claro para su interlocutor que al escuchar
aquellos nombres le desconcertado.
- ¿Eh?
- Me consiguen la droga, toda la que quiero a cambio
de ciertos, “Favores”…. ¿Contento? –Hizo
énfasis en la palabra “Favores” y tuvo la certeza de no querer saber lo que
implicaba exactamente aquello.
- Eres…
-No podía escupir otro insulto en contra de ese mocoso, no podía sin que su
garganta se cerrara y le traicionara arrastrando de vuelta a su infernal
interior toda injuria y grosería.
- ¡Pobre diablo! Mírate… estás tan sorprendido. Y
antes de que preguntes… el manager lo sabe. Todos lo saben. Son los proveedores
de la agencia. ¿Ves? Ni siquiera eso lo sabías. Eres tan estúpido. –Las orbes oscuras con ese matiz brumoso producto de
aquella extraña droga brillaban triunfantes, la burla y los insultos hacia su
persona salían cubiertos de mordaz acidez.
- … -Daesung
se congeló nuevamente, no podía concebir la idea de que esa persona fuera Su
Seungri, el chico del que se había perdidamente enamorado. Nunca dejaría de
sorprenderle las facetas que iba descubriendo.
Se soltó del
agarre de mala gana y desapreció de su vista. Su mente no podía procesar
aquellas palabras que debían ser mentiras, injurias escupidas a propósito para
ensuciar a terceros. Miró su reflejo en el espejo… tenía la mirada brillando en
odio, no… no era odio. Eran celos, celos enfermizos que no podía controlar. De
solo recordar a Seungri sonriendo coquetamente a ese sujeto, de solo imaginar
lo que esa noche haría le arrebataba la racionalidad. Golpeó la pared furioso,
respiraba agitadamente subiendo y bajando aceleradamente su pecho al momento de
tomar aire. Intentó tranquilizarse por largos minutos. Cerró los ojos perdiendo
la cuenta de las veces que respiraba profundamente.
- Al diablo. –Dio
media vuelta dispuesto a tomar al maknae por las fuerzas y llevárselo lejos.
Salió de los sanitarios, su mirada convertida en filosa cuchilla escrutó el
establecimiento en busca de aquella figura.
Estaba tan
perdido en las emociones que no le importó golpear accidentalmente a las
personas que circulaban apretadamente. Cuando encontró la mesa donde recordaba
haberlos visto estaba vacía… su desesperación y coraje creció. Gruñó molesto.
¿Dónde se habían metido? Dio un giro revisando cada rostro que sus ojos
captaran. Pero fue en vano…
- Daesung-Kun, ¿Te encuentras bien? –Uno de sus amigos se le acercó preocupado no
acostumbrado a verle alterado.
- Lo siento, me marcho. – Finalmente los encontró, se dirigían a la salida. El
adulto seguía con el celular pero con su brazo libre rodeaba la cadera de Lee.- ¡Gracias por la invitación, me divertí
mucho, lamento hacer esto pero me surgió algo importante! ¡La próxima vez yo
invito! –Se alejó rápidamente no pensaba perderlos de vista.- ¡Me despides de los demás! –No esperó
respuesta siguió su camino.
Bajó las
escaleras, el gentío entorpecía sus pasos pero dejó su amabilidad y comenzó a
empujar ó golpear. La pareja estaba cerca de la salida. Tenía que apresurarse
si quería impedir que Seungri se fuera.
Estaba a solo
unos pasos detrás de ellos cuando un lujoso Mercedes se detuvo frente a ellos,
del interior salieron un par de guardaespaldas, permitiendo a la pareja abordar
el vehículo. Seungri se volvió hacia atrás y sus miradas se encontraron. Le
regaló una sonrisa presumida antes de ser halado por el mayor que ahora tenía
ambas manos aferradas a sus caderas. Los hombres entraron cerrando la puerta.
Velozmente se emprendió la marcha de la unidad motora con rumbo desconocido dejando
a Kang Daesung agobiado.
Se sintió muy
estúpido por haber fracasado… regresó de mala gana al hotel. No era típico de
él, pero ya no le importaba lo que pensaran. Se aventó a la cama con una
botella de vodka. Sin embargo su mente no le dio descanso, se encargó de
torturarlo lenta y dolorosamente; Seungri, el Hombre y una Cama. Rompió la
botella lleno de dolor y coraje. Lleno de desesperación y cariño escondido. Las
lágrimas inevitablemente acudieron a la cita. No supo en que momento se quedó
dormido.
A la mañana
siguiente, el manager le recordó que debía prepararse para tomar el vuelo a
Incheon donde posteriormente irían a su siguiente parada del Tour Mundial. La
cabeza dolía tanto que creyó que le explotaría, por eso de mala gana preparó su
equipaje. Fue en el aeropuerto cuando lo volvió a ver, este había llegado antes
que él, al parecer su vuelo de Japón a Incheon tenía horas de haber llegado.
Solo entonces es cuando repara en la remota posibilidad de que no tuvo sexo con
aquel hombre, esto después de hacer cálculos entre los tiempos. Cuidadosamente
le revisó de pies a cabeza, estaba cubierto por su chaqueta sin dejar ver algún
vestigio y usaba lentes oscuros que escondían la mirada presumida, conversaba
con Jiyong pero en poco tiempo aquel intercambio de susurros que llevaban a
cabo un tanto alejados del resto se tornó una discusión que murió mucho antes
de que alguno de los demás lo sospecharan. Fue el propio Seungri quien se
segregó del grupo de personas, rechazó inclusive el acercamiento de SOL. Tan
solo se quedaron a su lado el personal a cargo de su vigilancia. Kang supuso
que el líder se habría enterado de su aventura nocturna y le reprendía. Al
menos, eso quiso creer. La espera terminó y abordaron el avión que los llevaría
a otro país extranjero. Puso sus audífonos deleitando sus oídos con las
melodías que se reproducían al mismo tiempo que alejaba los tormentosos
pensamientos de su mente agobiada.
Las largas
horas de vuelo hacia Jakarta Indonesia resultaron ser desesperantes para él que
es una persona tranquila y relativamente pasiva, pero cuando se trataba del
maknae de Bigbang todo cambiaba radicalmente, su mundo se volteaba, sus
pensamientos se enturbiaban y su alma se volvía salvaje… sin embargo, seguía
siendo incapaz de romper los lazos que le unían a ese niño presumido.
Jakarta,
Indonesia; Taipei, Taiwán; Manila, Filipinas; Kuala Lumpur, Malasia… la
situación se repetía tormentosamente una y otra vez. En las noches-madrugadas
después de los conciertos el maknae Seungri desaparecía hasta entrada la mañana
en las que regresaba con las ropas desaliñadas, el cuello marcado, el olor a
tabaco, alcohol y sexo impregnado en su piel. Sin embargo, lejos de regresar
jubiloso por haber pasado una exitosa noche de juerga… llegaba silencioso, con
el delineador corrido y la mirada perdida. Ignorando a todos iba a su habitación
a tomar una larga ducha y dormir hasta tarde cuando la agenda se lo permitía,
de lo contrario hacía maletas, procurando siempre en ser el último en salir. El
manager no decía nada, tan solo negaba cansadamente.
Kang Daesung
decidió no desgastar sus energías en hacer cuestionamientos pues siempre
recibía respuestas evasivas ó poco creíbles. Su corazón se fue enfriando, ese
mal amor comenzó a amargarlo. Agradecía internamente que Lee Seunghyun dejó de
buscarle, ya no tocaba su puerta… dolía, no obstante era lo mejor.
Los Ángeles
California, USA. El sueño americano… cuando llegaron el terrible frío invernal
se adelantó a pesar de estar a principios de Noviembre. Su llegada fue recibida
por Danny, antiguo maknae del grupo de Hiphop 1TYM y quien les presentó no solo
a los compañeros de su programa Danny From LA y en el que grabaron, sino además
a su esposa e hijo. La misma noche que arribaron Teddy les alcanzó, el motivo
resultó ser una serie de fiestas con importantes conocidos a las que debían
asistir después de los conciertos programados. Aunque no disfrutaba de ese tipo
de fiestas excesivas se prometió asimismo divertirse o al menos relajarse. Sin
embargo fracasó… ¿Cómo se suponía que debía superar lo de Seungri, si este, se
la pasó junto a Jiyong y Teddy entablando conversaciones sugestivas con aquellos
a los que era presentado, durante toda la velada…? No perecía tener una pizca
de consciencia ni dignidad. Taeyang, T.O.P y él regresaron al hotel junto al
manager y Danny, mientras el líder con el maknae regresarían con Teddy quien
prometió cuidarlos… regresarían dos días después, apenas con tiempo para tomar
el vuelo a New Jersey. El GdRi llevaba decenas de bolsos; resultado de un
shopping intenso, Teddy también regresó con una sonrisa brillante.
El martirio de
Daesung terminó cuando terminando el Tour USA partirían a Perú. En ese país
extranjero el maknae no salió de fiesta durante toda la estancia. Como un niño
pequeño repetía las frases aprendidas en español e intentaba interactuar con
las personas luciendo muy emocionado por el amor de los fans y el país
“exótico”, ver esa faceta adorable le hizo olvidar por momentos la cruda
realidad y aunque no se dirigían la palabra más de lo estrictamente necesario…
Daesung fue feliz. El trago más amargo fue al saber que Taeyang y Seungri se
quedarían para tomar unas “vacaciones” en USA, pero no juntos… el vocalista
principal tenía planeado terminar su tatuaje en New York así como tener
sesiones de grabación mientras que el maknae se quedaría en L.A, una vez más el
irreverente miembro regresaría a las “andadas” al no tener autoridad de peso
sobre él.
Él se vio
forzado a ir a Japón por cuestiones de trabajo, estaba tan concentrado en tres
cosas; su albúm japonés, los programas de variedades y Seungri, que cuando el
manager le entregó una carpeta, quedó en shock al descubrir el valioso
contenido que su representante le revelara…
- Deberías tomarte el día para verlo detalladamente,
es importante Dae… te alegrara.
–Con esas misteriosas palabras le habría dejado solo.
Cuando abrió
la carpeta encontró varios documentos y un par de pagarés firmados a puño por
el CEO Yang Hyun Suk, al leerlos minuciosamente comprendió el consejo del
manager. Pero lejos de alegrarlo tan solo le alarmó, tomó un vuelo a Seúl sin
avisar a nadie, llegando se dirigió a su departamento donde inmediatamente
comparó los estados de cuenta del último año descubriendo algo que no había
notado. Siete meses atrás los depósitos hechos por YG Ent., cuyos conceptos
correspondían a su salario, registraron un aumento… que se suponía era
descontado por mutuo acuerdo con la agencia coreana debido al accidente del
2011. Kang recordó que a pesar de lo mucho que se mostró el apoyo hacia él,
tanto la indemnización a la familia del fallecido como los gastos derogados de
los abogados y demás, se acumularon formando una deuda monumental que contrajo
con YG Ent., pactaron que de los ingresos obtenidos fruto de su trabajo un
porcentaje sería abonado hasta que el último won quedara cubierto. Aplicando
los intereses más capital… Daesung estaba consciente que estaría esclavizado
por largos años antes de terminar de pagar. Esa fue una lección muy cruel, pero
finalmente la había aceptado. No tenía opción.
Sin embargo,
ahora que revisaba sus estados de cuenta y releía esos oficios legales de la
carpeta… no lograba entender del todo. ¿Su deuda estaba saldada desde hace
siete meses…? ¿Cómo era posible? Hizo cuentas una y otra vez sabiendo que no
cuadrarían. A lo que llevaba apenas si alcanzaba el 2% del total. La suspicacia
carcomió su alma. Fue con su abogado y contador de confianza quienes después de
analizar le confirmaron que esos documentos eran 100% fidedignos… estaba libre
de la deuda.
Se negó a
creer aquello, por tanto personalmente fue a las oficinas y una vez que ingresó
con el CEO regresó la carpeta. Delicadamente deslizándola sobre el escritorio.
- Creo que ha habido un error, Yang-sshi… el manager
me entregó esto. Pero esos documentos no pueden ser posibles ya que según mi
contador, aun me falta mucho para completar la deuda. Desde hace siete meses
han dejado de realizar los descuentos, por eso le regreso todo y pido se hagan
los abonos retrasados. –Habló
educadamente, vio como el adulto enarcó una ceja, tomó el folder revisando su
contenido.
- No existe ningún error, Kang Daesung-ah… esto es
correcto. Tu deuda ha sido perdonada porque fue saldada. –Respondió cerrando el folder.
- P-Pero… eso no puede ser posible, ya que yo… -Insistió lo más controlado posible. La repentina
“donación” le producía desconfianza.
- Eres afortunado. Estás rodeado de personas que te
aprecian mucho. Y entre esas personas hubo quien con nobles intenciones tomó tu
asunto y lo finalizó. Deberías estar feliz…
- P-Pero… ¿Quién…? Yo no he pedido la ayuda de nadie.
No la necesito. Usted sabe quién fue, por favor dígame. -Odiaba la “piedad” de las personas. Lo subestimaban
hasta lo absurdo. Él podía saldar sus deudas, era un hombre…
- No seas tan caprichoso. Solo acepta el apoyo de esta
gran persona y sé feliz.
- Creo que no me entiende, Yang-sshi… me interesa
saber el nombre de la persona para agradecerle su buena intención pero que no
es necesaria. Yo pagaré mi deuda. Regresaré ese dinero porque no es mío. –Aquello estaba tornándose ya en un fuerte dolor de
cabeza y ciertamente paciencia era lo que menos tenía.
- Eres muy orgulloso. –Sonrió divertido por la expresión rígida del menor.- Es mejor dejar el asunto cómo está. Toma
la carpeta y olvida todo. Finalmente no permanecerás endeudado de por vida
conmigo.
- Yang-sshi… -Al
percatarse de la posición hermética del CEO, no dijo más. Esperaría un poco
antes de zanjar aquello, su plan era dejar en claro la situación y salir de la
oficina para tomar el vuelo a Japón pues tendría un concierto.
- ¿Crees en el Amor Verdadero, Daesung-ah? –Repentinamente el CEO rompió el silencio mirando
desinteresadamente los oficios que daban fin legal al endeudamiento por el
asunto del accidente.
La cuestión le tomó desprevenido. Inmediatamente el nombre de Lee
Seunghyun acudió a su mente abriendo las heridas de su corazón en cuanto
analizó un poco aquella extraña pregunta.
- Ya no, hyung… -Respondió
seriamente.
- ¿En serio…? –Yang Hyun Suk
enarcó una ceja entrelazando sus manos levantadas por el apoyo de sus codos
sobre el escritorio.- ¿Alguna decepción
amorosa?
El menor no respondió en cambio bajó la mirada avergonzado, le resultaba
difícil hablar de su destructivo amor hacia el maknae. El simple recuerdo le
partía el alma.
- Eso imaginé. Eres muy joven…
- Y-Yo… Yang-shi….
- Yo sí creo, Hijo. -Reveló con
una pequeña sonrisa obteniendo el interés total de Daesung.- Sí, es algo que muchos considerarían
demasiado ingenuo de mi parte, unos me llamarían estúpido, ó tonto idealista….
Pero, creo en el amor, sobre todo en el Amor Verdadero. ¿Tú que piensas de eso?
- Que muchas veces las personas mienten, abusan de los
sentimientos para jugar con los corazones que creen en el amor y así obtener un
beneficio propio. Por creer en eso descubres que tan solo se trata de un
espejismo.
El hombre sonrió cálidamente.
- ¿Te enamoraste sin ser correspondido? ¿Ó descubriste
una traición de la persona que amabas?
El menor volvió a bajar la mirada, incomodo porque el tema de esa extraña
conversación era de su tortuosa vida amorosa.
- Y-Yo…
- ¿Quieres saber mi opinión? Me parece que en
realidad, el problema no fue esa persona, más bien fuiste tú. Estoy casi seguro
de lo que digo. Supongo que te encerraste en una burbuja de felicidad y no te
percataste de la realidad, tan solo viste tu propio beneficio… ignoraste por
completo a tu pareja. Así que cuando reventaron tu cómoda burbuja y
despertaste, la verdad te horrorizó. Te cegaste a ti mismo, te provocaste a ti
mismo ese dolor que ahora te ahoga… –La firmeza de
aquellas palabras hicieron reaccionar a Daesung que le enfrentó entre enojado e
indignado ya que eran las mismas palabras que Seungri había utilizado cuando se
reclamaron las traiciones.- Fuiste un
egoísta.
Ese niño que pisoteó sus sentimientos, que le utilizó. Y él que se había
entregado en cuerpo y alma, había confiado ciegamente obteniendo como
recompensa infidelidades, mentiras y traiciones. ¿Y ahora resultaba que todo
era su culpa? Primero fueron palabras dichas por Seungri, ¿Y ahora el CEO
también…? ¡¿Qué demonios era eso?!
Apretó los puños furiosamente y no pudiendo contenerse más, se levantó
rígidamente, se obligó a hacer una reverencia de 90°.
- Con todo respeto, si Yang-sshi no tiene otro asunto
que tratar, me retiro. Ya conoce mi postura respecto a lo de la deuda. Deseo
ser yo quien pague y se apliquen los descuentos a mi suelo. Si no sé el nombre
de la persona ni los motivos que la llevaron a cubrir mi deuda con la agencia y
usted, sin mi consentimiento, me niego a aceptar la caridad de desconocidos.
Gracias por todo, disculpe las molestias. –Dio media
vuelta encaminándose a la salida.
- ¿Quieres saber por qué te llamo egoísta? Es
sencillo. Porque cuando amas te entregas a la otra persona; solo piensas en su
felicidad, solo existe esa persona y el mundo deja de tener importancia.
Entonces, es fácil darse cuenta que algo extraño ocurre porque estás tan al
pendiente de lo que hace, dice y expresa…. Tú, en cambio hiciste todo al revés,
pensaste que todo estaba perfecto que no te tomaste la molestia de verificarlo,
te preocupaste en tu propia tranquilidad y te olvidaste de esa persona que
creíste amar. Y eso me conviene. –Aquello detuvo a
Daesung que desconcertado se volvió ¿Qué decía…? ¿Le convenía…?- ¿Ahora si te interesa conversar? Me
conviene que ya no creas en el amor verdadero… me alegra que seas un egoísta…
porque entonces no representarás un estorbo para mí; hubiera sido una
innecesaria molestia tener que deshacerme de ti, ahora que tienes mayor talento
vocal, mayor popularidad y un futuro prometedor. -La sonrisa burlona se
dibujó en sus labios mientras se pone de pie, lentamente camina hacia su
artista.- Porque solo cuando se ama de
verdad las personas hacen lo que sea… no les importa hacer grandes sacrificios,
no esperan algo a cambio. Pierden su estima propia y ciegamente se entregan por
la felicidad de aquella persona que se convirtió en su motivo de existir.
–Llega hasta el menor y le extiende la carpeta de cuero negro.- Ten un poco de respeto a esa persona que
sin esperar un “Gracias” de tu parte se hizo cargo de tu asunto que pudo
haberte tomado años en culminarlo. Como una pequeña retribución a esta persona,
toma la carpeta y déjate de caprichos, porque no sabes el gran sacrificio que
hizo por ti, aunque yo, como la gran persona que soy te lo diré... –La
mirada del CEO adquirió un brillo escalofriante.- El pequeño Seungri fue quien cubrió tu deuda, y lo pagó prestando su
cuerpo.
Aquella revelación impactó a Daesung que retrocedió torpemente al
percatarse que el hombre frente a él hablaba en serio… ¡¿P-Pero, qué…?!
- No es ninguna mentira. Es más, creo que el pequeño
Seungie se horrorizaría si supiera lo que te acabo de decir, pero no lo puedo
evitar al ver tu actitud tan grosera y él tan “enamorado”… ¿No crees qué es muy
injusto de tu parte rechazar su sacrificio…? –La mirada
se volvió cortante.- Me urge terminar
este asunto Kang Daesung, estás ocasionándome muchas pérdidas gracias a tu
“amorío” con el maknae. –Golpeó poco amable el pecho del menor con la
carpeta, insistiendo hasta que lentamente la sujetó.
La mirada estupefacta era incomparable, esas revelaciones no le daban el
tiempo para asimilarlas. ¿El CEO sabía de su relación con Seungri…? ¿Seungri
tomó su deuda y la pagó…? ¡¿Con su cuerpo…?! ¡¿Qué demonios…?!
- No creo que sea necesario aclarar que si esto sale
de YG Ent., te destruiré ¿Verdad? Pero si debo aclararte una cosa más… puedes tomarlo
como una amenaza ó una promesa. Te
quiero LEJOS de Seungri… Es mi más valiosa carta, ha sido muy útil para la
agencia pues con él he cerrado importantes negocios. –Continuó cruelmente.- Deberías
estar muy agradecido con tu dongsaeng, ya que el grupo mismo se sustenta con
sus ganancias; discos, videos musicales, vestuario, promociones, tours,
salarios, viáticos, trabajos solistas, esos regalos lujosos, los inversionistas
y patrocinadores… inclusive ha sido de gran ayuda para 2NE1 y YG Family… creo que
le deben mucho, la mayoría de los que trabajan aquí come, viste y gana a sus
costillas. Así que te lo pediré amablemente una sola vez esperando ser claro…
NO ESTORBES.
¿Qué había dicho…? ¿Valiosa Carta…? ¿Cerrado negocios importantes…? ¿Qué
era lo que estaban haciendo? ¿Qué ocurría…? ¿Seungri…? ¡¿Qué demonios pasaba?!
- Ya que comprendiste, retírate. -Yang Hyun Suk regresó a su escritorio con ese porte soberbio. Tomó el
auricular de su teléfono comunicándose con su secretaria.- Llama al manager de Bigbang, dile que se presente en mi oficina en
cinco minutos… que le acompañe el pequeño Seungie, ah, y quiero en mi
escritorio el archivo de YGEX en el que estábamos trabajando hace una semana.
–Colgó y tomo asiento en su sillón.
- Una cosa más Kang Daesung. Si no me equivoco en
Marzo comienza tu gira en solitario por Japón, recuerda que los patrocinadores
los consiguió el pequeño Seungri, así que ¡HWaiting! –Levantó el puño como un gesto de ánimo de lucha.- Espero que des tu mejor esfuerzo, se lo debes al pequeño, mira que
tener que soportar TODA CLASE de actitudes de esos quisquillosos hombres y
mujeres no debe ser una tarea fácil ¿Cierto?
Intercambiaron miradas por largos minutos sin decir nada. El menor por
fin había salido del colapso… quería creer que todo era un sueño, una mala
pesadilla, que se trataba de una broma de mal gusto. Pero…. ¡No podía ser
posible! Se negaba a aceptar lo que sus oídos escucharon. ¡Mentira! ¡Mentira!
¡Mentira! ¡Ellos no podían ser tan degenerados! ¡El CEO, no podía ser tan cruel!
¡Mentira! ¡Seungri le fue infiel porque no sabe amar! ¡Porque es un niño
caprichoso, porque solo juega con los sentimientos¡ ¡No puede ser una “carta”!
¡No es posible que viva esclavizado! ¡Y si lo es, lo hace por gusto! ¿Verdad,
verdad…?
- ¿Ahora comprendes que fuiste un egoísta…? –Le fulminó con la mirada llena de seriedad.- Nunca te diste cuenta que el maknae es mi herramienta. Todos lo saben.
Le regalé su preciosa Academia para entretenerlo, le di auto nuevo y un
apartamento en Japón con el fin de alejarlo de ti… sin embargo, no viste eso. Él
hizo un pacto conmigo; tu deuda a cambio de su libertad. Una vez que vio tus
documentos, cumplió su parte con lo de revista “Friday” además, teníamos que
hacer que todos fijaran su atención en el Tour Mundial de BigBang y en Jiyong
cuya inversión es grande. No podemos perder un solo won. Mi trato termina
entregándote la carpeta. Ri-ah prometió alejarse de ti. Lo sé, un sacrificio
muy cruel… ¿Qué se le va a hacer? Así es este negocio. –La sonrisa cruel
terminó por masacrar el orgullo de Kang. Recriminándole todos los insultos,
todas las veces que no comprendió ese mensaje “Te necesito…” ¡Era un llamado de auxilio! ¡Era un grito
desesperado! ¡Y él lo ignoró! ¡Le espetó crueles palabras…!
Un leve golpeteo desvió la atención, el CEO recuperó un semblante
indiferente mientras que el vocalista se estremeció. Temiendo que fuera
Seungri…
- Adelante. –EL adulto
respondió cesando de esa manera el llamado de la puerta, esta se abrió dejando
pasar a la secretaria.
- Señor, aquí están los documentos que requirió, solo
falta su firma para enviarlos a Japón. -La joven mujer
trajeada expuso una carpeta de piel roja.- ¡Ah!
Y las personas que mandó a llamar están esperando en la sala. –Continuó la
secretaria en el momento en que el Yang Hyun Suk firma con una pluma fuente
sobre la línea marcada habiendo leído su contenido.
- Hazlos pasar, cierras la puerta y si preguntan por
mí, explicas que me encuentro en una junta de trabajo muy importante, no me
pases recados ni llamadas. No quiero interrupciones. Y traes tazas de café. –Ordenó, levantó la mirada que fastidiosamente se posó en el vocalista
de Bigbang.- ¿Qué esperas Kang?
¡Retírate! Estoy muy ocupado… tengo que tratar un importante “negocio”
–Remarcó burlonamente la última palabra.
Hizo un ademán de que se fuera de ahí. La secretaria se volvió para
mirar intensamente a Kang que tenía un caos en su mente, le acompañó hasta que
salió de la oficina. Su corazón latía desbocado, nunca antes terror y odio se
habían mezclaron sulfurando su pecho. Era un aplastante muro que le impedía
respirar bien. Una vez fuera vio a su manager sentado en el sillón ocupado en su
móvil, el corazón se le congeló cuando sus ojos vieron que alejado a un par de
sillones estaba él, Seungri… este jugueteaba aparentemente aburrido con el
cierre de su chaqueta, pero cuando vio como mordía su labio inferior estaba
seguro que el menor se encontraba ansioso. Otra secretaria, cercana a su
posición le sobresaltó al llamarle dulcemente, le obsequió un caramelo de
fresa. Seungri sonrió amablemente y lo aceptó. Ver esa escena le estrujó el
alma a Dae… ¿Cómo era posible? ¿Por qué él…? ¿Desde cuándo? ¿Quiénes eran “todos”
lo que sabían…? ¿El Staff? ¿Los miembros de YG Family? ¿Los miembros de
Bigbang? Y miles de preguntas más acapararon su mente volviéndola un
torbellino…
- Por favor, pasen a la oficina. El CEO les espera. –Las palabras de la secretaria detrás de él le volvieron a la realidad,
los aludidos se levantaron y avanzaron fue ese momento en que los ojos de
Seungri y los suyos se cruzaron.
El maknae bajó repentinamente el rostro, lucía avergonzado, pues había
desviado por unos segundos sus ojos en la carpeta que sostenía. El mayor de los
dos quiso decir algo pero las palabras murieron al quedar atoradas en su
garganta. ¿Qué podía decirle…? ¿Existía algo que decir?
- ¡Ahh! Daesungie, ¿Qué coincidencia? –El manager habló primero.- Hazme
un favor, Jiyong-ah se encuentra en la sala de grabación con Teddy, le dices
que tengo algo importante que tratar con él, estoy a punto de entrar a una
junta con el CEO pero que después estaré con él y necesito que esté desocupado.
Kang miró penetrantemente a su interlocutor, por mucho tiempo lo había
visto como una figura paterna puesto que se encargaba de ellos, de cuidar y
velarlos… pero ahora que la venda de sus ojos había caído. Desconfiaba de
todos, frunció el ceño intentando descifrar si todos sabían lo de Seungri y él
había sido el único estúpido que lo ignoraba.
- ¿Sucede algo…? –Al verlo
tan serio el manager se extrañó.
- Seguro que Daesung tiene hambre. Tiene una cara de
sufrido, no le haga caso hyung. –La voz de Seungri
captó su atención, al escucharle se le sobresaltó el corazón. Le miró revelando
sus dudas… la incertidumbre en su interior junto a ese fuego explosivo que se
aviva a cada momento amenazando con incinerarlo todo. Sentía que no debía ni
siquiera mirarle… era demasiado para él, en realidad, tenía vergüenza.
- Daesung, HYUNG. –El manager
se volvió al menor reprendiendo su falta de respeto.- Te lo he dicho muchas veces maknae… a tus compañeros de grupo los
llamaras HYUNGS ¿Escuchaste bien? HYUNGS. –Soltó un suspiro cansado.- Como sea, Ri-ah, no te retrases, entra tu
primero. –Un brazo alcanzó al menor que fue prácticamente empujado a la
puerta. Este dócilmente tocó con suavidad.
“Adelante.” –El CEO desde su cómoda posición indicó.
- Con permiso… -El débil susurro
hizo que Kang se estremeciera. Quiso hacer algo, pero una vez más no pudo, su
cuerpo se congeló sospechando el “importante negocio” que iban a tratar.
Impotente vio como Seungri giró el picaporte, se volvió para verle
transformando su expresión avergonzada en un rostro soberbio adornado con una
sonrisa presumida.- Adiós, hyung… -Esas
dos palabras habían sonado más que una simple despedida… era como el fin de
algo. El menor finalmente ingresó a la oficina.
- Te encargo mucho lo que te pedí. Es realmente
importante. –El manager le recordó el recado para el líder y
entró detrás de Seungri. La puerta se cerró…
Entonces todo comenzó a encajar… entendió por qué nadie le reprendía por
sus excesos, por qué permitían sus exigencias extravagantes, por qué consumía
alcohol y drogas… comprendió por qué el alma del maknae se iba apagando cada
día. Por qué… las marcas, las salidas, las fiestas… el olor a sexo.
Como un autómata cumplió las órdenes del manager. Gdragon evadía su
mirada… todos lo sabían. Cuando el CEO dijo “todos” era porque eran TODOS. El
coraje, el odio, el resentimiento hacia lo que le rodeaba y asimismo surcó
desde los oscuros rincones de su alma hasta anclarse en su corazón. Su mirada
se volvió sombría, su sonrisa en un gesto vacío… se fueron despertando los
demonios internos que se transformaron en resistencia a la autoridad, en
rebeldía que nadie podía entender. Hacía cuestionamientos de todo, ya no
reaccionaba como antes a las atenciones de las personas, se mostraba frío y arrogante.
Se alejaba y levantó una barrera… comenzó a manipular a las personas débiles
usándolas para obtener información. Cuidaba sus palabras así como sus acciones.
Pensaba calculadoramente… el “Ángel Sonriente” había desaparecido.
Osaka, Japón. Ni siquiera había tenido tiempo para hablar con Seungri,
por más que lo intentaba siempre se interponían, repentinamente sus agendas no
coincidían, Taeyang quedó a cargo del menor y el staff impedía acercamientos
innecesarios. Parecía que estaba en un mundo surrealista… observaba su
alrededor con el temor de que en cualquier momento, cuando sus manos lo tocaran
este desapareciera y se transformara en nada. Tampoco lograba comprender cómo
era que obtuvo las fuerzas necesarias para actuar como si nada hubiera ocurrido;
qué sabía la verdad oculta. Aunque a esas alturas resultara muy obvio, pero al
menos despistaba a las personas que comenzaban a creer que no le importaba lo
que sucediera con el maknae.
No creía ni una sola palabra de nadie, cada persona que se dirigía hacia
él terminaba incomoda, porque su mirada penetrante y amable apuñalaban a sus
interlocutores, comenzaron a temerle. YG Family, aquella de la que se sintió
orgulloso de pertenecer quedó destrozada a sus ojos. Las personas en que
confió, en quien creyó encontrar una mano amiga… todo era falso, una vil
mentira que se negaba a vivir. ¡Ese no era él! ¡No era un estúpido niño! ¡Lo
estaban subestimando demasiado! ¡Si pensaban que era incapaz de rebelarse
estaban muy equivocados! ¡No les tiene miedo! ¡Kang Daesung no es ningún
cobarde!
Esa noche estaban solos como muy pocas veces; Taeyang acababa de salir y
Jiyong venía en camino, así que tenía como diez minutos libres. Lee se
preparaba para salir… a una fiesta. Tan solo esos sentimientos de protección y
culpabilidad fueron los que brindaron fuerzas a su corazón para seguir adelante,
solo por él permanecía contenido sin estallar ese odio profundo, porque primero
aseguraría la integridad del más joven. Dejó el libro que fingía leer en la
sala, siguió al menor hasta que estuvo en su habitación terminando los últimos
detalles a su look, sus miradas se cruzaron en el reflejo del espejo.
- ¿Por qué
tengo privilegios a pesar de ser el maknae? ¿Por qué fui elegido como miembro
de Bigbang en lugar de Hyunseung…? Fácil, porque a diferencia del aquel ingenuo
chico, yo SÍ cumplí con todos los requerimientos para la quinta plaza… ¿Quieres
un consejo? Siempre cuida tus promesas, ya que te pueden traer muchos
problemas. -Sonrió melancólicamente.- Soy
la mejor puta de YG Ent., complazco a quien se me ordene. Soy quien convence a
los japoneses a cerrar negocios con nosotros, soy el “incentivo” para los
norteamericanos a invertir en la agencia. Soy la “carta favorita” del CEO… ¿No
te doy asco? Te acostaste con alguien quien aceptó todo con tal de ser admitido
como el quinto miembro de Bigbang. He saltado de cama en cama que ya perdí la
cuenta de quienes me han tenido. Así que haces bien en repudiarme y en odiarme…
lo dijiste antes; yo no valgo la pena para amar. -Esas palabras frías que
ocultaron las lágrimas de vergüenza, resonaron en la mente de Dae y se odió más
por haberle juzgado antes, por haberle dado la espalda cuando más le necesitó,
pero ahora era diferente.- Solo… ignora
la realidad, no me tengas lástima. Finge que todo está bien.
- No puedo
simplemente cerrar mis ojos y mis oídos. -Sufre terriblemente, una ardiente
llamarada de impotencia sube por su cuerpo enroscándose como serpiente al ver
como día a día la persona más importante para él se marchita.
- Es inevitable…
así que, por favor acepta los documentos. Si tú eres libre, me harías feliz. –Se volvió para
encararlo. La máscara de arrogancia quedó eliminada, le miró suplicante.- No es divertido terminar como yo.
- ¿Crees que
soy capaz de hacer eso? ¿En verdad creíste que aceptaría tal petición…? –Se acercó
eliminando las distancias, abrazándolo con todas sus fuerzas sintiendo cómo se
estremecía.- ¿Por qué no me lo dijiste
antes…?
- ¿Tenía
opción? ¿De qué iba a servir…? Al final todo será igual. –Correspondió
al gesto aferrándose como si su alma dependiera de ello. Exponiendo sus dudas,
sus temores y su impotencia. Daesung siempre significaba su oasis en el
desierto, con él los malos recuerdos desaparecían… no existían.
- Me duele
verte así. –Sus ojos brillaban determinados, levantando el mentón con dulzura.- Te sacaré de aquí. Es una promesa.
- Ya es tarde. –Kang prefirió
que ese comentario fuese debido al tiempo que les quedaba antes del arribo del
líder, porque definitivamente para él, el otro asunto Jamás sería tarde. Lo
sacaría fuese como fuese. Un sutil beso semejante a la dulce caricia de la
brisa fue suficiente para que transmitieran sus sentimientos mutuamente, sin
ser necesarias las palabras… tan solo un pequeño beso. Al terminar salió de la
habitación justo cuando Gdragon tecleaba el código de seguridad del apartamento.
Kan Daesung regresa a su posición en ese sofá, toma el
libro y finge leerlo despistando al líder que seguramente enterado por el CEO
sospechaban de cada movimiento que hiciera. Pero en su mente una y otra vez da
vueltas… Lo sabe, finalmente lo sabe; ese secreto que el menor se empeñaba en
ocultar. Ese vergonzoso secreto que explicaba muchas curiosidades respecto a él
y el grupo.
Todo se reducía a una humillante palabra.
MONEDA.
Eso era lo que realmente era para YG Ent., una moneda
de intercambio… un objeto que podían disponer al antojo del CEO. Su cuerpo
pasaba de manos en manos para obtener beneficios, ciertamente no era el primero
y ni el único en el mundo del k-pop. A lo largo de los años dentro de la
agencia había compartido su historia con otros chicos y chicas; casi siempre
presionados y obligados. Otros inclusive vendidos por sus propias familias.
No era difícil develar la historia detrás; aprovechándose
de su poder Yang Hyun Suk tomó la libertad de Lee Seunghyun. Sabría que en
silencio pide auxilio, que bajo el desdén susurra un poco de cariño y
comprensión.
- Vamos, es
hora de irnos Ri-ah… el auto espera. –Agrega el líder mientras sostiene una carpeta
negra.- Nos veremos más tarde,
Daesungie… -Finaliza atrayendo con su brazo al maknae que dócilmente se
deja llevar.
Una vez más Seungri sale de fiesta, viste sensualmente,
ya sabe lo que tiene que hacer… obtener la firma de inversión de ese poderoso
magnate japonés sin importar los medios. Gdragon comenzará tanteando el negocio
pero Seunghyun menor sería el que debía cerrarlo por completo. La mirada
altiva, el porte soberbio, la sonrisa presumida… el andar felino. El Jaguar
espera en la salida.
Justo antes de salir Ri y Dae voltean, sus miradas se
encuentran por unos instantes, el menor tiembla cuando la torturada mirada de
Kang se conecta con la de él. Luego en un gesto que se ve como vanidad, niega
resignadamente… nada se puede hacer. Está destinado a repetir eso una y otra
vez hasta el final del contrato. Retoma su imagen arrogante y continua su
camino amargo.
Pero Daesung no puede simplemente ignorarlo, aprieta
sus puños cuando el vehículo que les llevará a ese lugar desaparece de su
vista. Se muerde fuertemente los labios hasta sangrar. De solo imaginar el
suplico de Seungri, se le parte el corazón en pedacitos. Él curará a su
dongsaeng… cuando regrese al apartamento con la mirada perdida, con la ropa
desaliñada, el delineador corrido, el cuello marcado, con el olor repugnante
sobre su tersa piel mancillada, y aferrado al portafolio de cuero negro donde
las hojas del contrato estarán firmadas.
Abrirá la puerta del baño a la fuerza, lo obligará de
mirarlo, y aunque lo rechace lo abrazará con ternura. Le susurrará hasta
hacerle dormir que lo amará siempre, que estará a su lado compartiendo su
dolor, que llorarán juntos. Porque no volverá a alejarse, no volverá a dejarlo
solo. Mientras, planea la manera de liberarlo del maldito contrato… porque
simplemente no puede actuar como si nada estuviera mal.
Fin.
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NOTAS DEL AUTOR:
Qué les pareció? A diferencia del anterior One-shot, este SÍ tiene PROFUNDIDAD, tienen que HILAR, pensar y analizar...
Este fic nació como un pequeño tributo a las víctimas de Delitos Sexuales del caso OPEN WORLD en la que el CEO culpable recibió, en un inicio 6 años de prisión debido a los abusos a 6 aprendices de su agencia desde finales de 2010.
Pero sobre todo, es un pequeño tributo a la Actriz; Jang Ja Yeon, quien se suicidó en 2009 y dejó una carta de 7págs. donde revelaba los abusos que sufría por parte de su Manager Kim Sung Hoon, en los que aparte de golpearla la obligaba a "entretener" a personalidades de la farándula. Ciertamente, leer su corta mención, me impactó, algo de hacerme preguntar: ¿Cuántos chicos están en esa situación? NADIE tiene el derecho de usar los sueños de las personas y esclavizarlas, NADIE debería pasar por eso. La trata de personas tiene dimensiones exorbitantes.
Si en sus manos tienen la revista CONEXIÓN MANGA N°075, ESPECIAL DE K-POP y la abren en la página 025, en el contenido del artículo "KOREAN IDOLSTYLE". El Artículo explica que el Showbiz en Asia no es como la Industria Americana y tiene una Fuerte Influencia al Sistema Japonés: Las Okiyas donde eligen a niñas para educarlas en GEISHAS.
De hecho, la idea de este fic es la base de un fic serial que estaba pensando en hacer de varias Boy/Girl Bands... :3
MUCHAS GRACIAS POR LEER MIS FICS, los escribo con MUCHO CARIÑO.
Por favor, no olviden dejar un comentario... los escritores nos alimentamos de ellos así como ustedes de nuestras historias.
Cuidense Mucho!
JA NÉ!
^n^/!
No se si te odio demasiado o te respeto....
ResponderEliminarPero llore como no tienes idea, seria algo cruel todo eso, que las grandes relaciones de Seungri sean solo un intercambio de favores, entonces es para respetar mas al maknee, por que dejar que usen tu cuerpo es la tortura mas dura, deja de lo humillante dejar que te toquen cuando no quieres, dejar que tu mente divague por un mundo diferente mientras tu cuerpo es usado, no creo en el suicidio pero para mi esa seria la única salida, siempre he tenido respeto por aquellas que viven de eso, por que no sabes las historias que tendrán que contar. Si esta fuera una realidad entonces quiero ser un rostro mas que lo ame y que ore por el, y por los demás pediría la hoguera perpetua, en mi concepto y mi mente yo no podría vivir sabiendo que alguien hace algo isa por mi....
Por eso no se si odiarte o respetarte