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lunes, 22 de febrero de 2016

Fanfic (BIGBANG)--- FALLEN ANGEL 001 BaeRiDae

001.-YO CONFIESO...



Yo Confieso...


No es amor, esto no es amor,
Esto es solo tu obsesión,
Cualquier cosa, cualquier cosa que yo haga,
Es aterrador que tú seas quien me vigila.
GOING CRAZY--Song Ji Eun ft. Bang Yongguk


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—Me gusta Seunghyun-ah.


Bae se atragantó con la bebida e hizo un esfuerzo monumental por no escupirlo.


—¿Q-Qué...?

—Eso, me gusta Seunghyun-ah, de una manera inapropiada.


YB miró a su amigo que observaba con sumo interés el envase de Starbucks intentando ocultar su nerviosismo, y el mayor comprendió que éste quería una reacción de su parte.


—Dae...

—Sé que está mal... Pero no lo pude evitar. —Se hizo otro lapso de silencio, el mayor tratando de procesar la información, y el menor conteniendo su respiración preso de la ansiedad.-¿Crees que pueda tener una oportunidad con él?

—¡Pero, Daesung! ¡Seunghyun-ah está con Ji! No puede gustarte hyung. -Regañó.


Daesung abandonó el aburrido envase de su café. Miró al mayor con el ceño fruncido.


—Estoy hablando de Lee Seunghyun. —Aclaró con voz firme.- Seungri-ah-.


El bailarín maldijo que ambos chicos compartieran nombre.


—Me gusta Seungri-ah. -Volvió a repetir.

—Seungri... -El sentimiento de sorpresa fue mayor.

—Me gusta. —Cada palabra tenía convicción así como recelo.- Y quiero tenerlo.

—No creo que...—La incomodidad estaba haciéndose más tangible. Caía sobre ellos como una invisible pero pesada carpa. Acortaba el aire. Se volvía hostil.

—Lo sé, no tiene sentido. Pero realmente me gusta, como hombre. Es un mujeriego, aun así le quiero.


"¡¡No!! ¡¡De ninguna manera puede gustarte Ri-ah!! ¡¡Ve tras Choi pero deja en paz a Ri!!"  Su egoísmo emergió como el mismo diablo despertado de su tranquilo letargo, dispuesto a descargar su ira y poder contra el primero que se le atravesara.

El instinto respondió por él.


—¿Por qué decirme esto?

—Eres mi amigo y hyung, quiero ser sincero. Además, veo que tu postura sobre la homosexualidad ha cambiado, pareces neutro.


Eso era golpe bajo, meterse con sus creencias, con su Fe. No obstante, Kang no tenía idea de ello. No sospechaba nada… ¿O sí?


—Dejaré que Dios sea quien juzgue. -La rabia estaba conteniéndose, pero con las garras afiladas listas para arrojarse contra la presa.- ¿Y tú?

—Este sentimiento me salva.—Valientemente el menor respondió, esbozando una sonrisa un tanto conmovedora.- Por eso voy a luchar, hasta tener su sentimiento. Sé que puedo lograrlo. Lo voy a tener. Ya lo verás.


Los ojos de Daesung brillaron mientras decía esas extrañas frases… y finalmente su lado más irracional captó algo entre líneas. Era un desafío que se podía leer en la voz y la mirada que ya no estaba nerviosa ni mucho menos temerosa.

Era un mensaje corto, una amenaza que su instinto casi le hace gruñir en advertencia.

Kang era claro y conciso. "Te lo voy a quitar."

¿Qué tanto sabía el segundo maknae de su asunto con Seungri? ¿Lo habrá sabido por maknae? No, no era posible porque esos dos no se llevan. Es más, para Seunghyun, no existe Daesung, y el sentimiento “era” correspondido. Así que… si no se enteró por el menor… ¿Quién y cómo?


Algo raro ocurría con Daesung y el mayor no entendía nada. De pronto, esa salida al Starbucks ya no resultaba tan divertida, en absoluto.


—No sé que más decir, Daesung-ah.


Tenía que romper el silencio de una u otra manera. La situación se tornaba tensa, debido a que su instinto egoísta no podía dejar de ver al “ángel sonriente” como un rival a derrotar.


—No tienes nada que decir, hyung… solo quería que lo supieras. —Sonrió como lo haría normalmente, el brillo desafiante no estaba en las pupilas y esa sonrisa era en verdad muy gentil. ¿Estaría alucinando?– Ahora me siento más tranquilo. Gracias por escucharme.


Asintió lentamente mientras procesa la información y su mente analítica examina palabra por palabra, gesto por gesto para descifrar ese recelo que tiene. ¿Era una trampa? ¿Todo era real? ¿Esa confesión ocurrió?


—No le vayas a decir nada a Seungri-ah ¿Sí? —La voz torpe, dulce pero torpe.- Es que… yo… de verdad me gusta…


¡Ahí estaba otra vez esa maldita ansia asesina! Era por esa condenada frase: “En verdad me gusta…”

Es oficial, ODIA esa frase dicha por su buen amigo Daesung. Le repugna, le enferma. Si no fuera por su autocontrol, ya hubiera estallado a gritos y reclamos… pero, ¿Qué iba a reclamar?

¡Seungri es MÍO! ¡ALÉJATE DE ÉL! ¡OLVIDA TUS SENTIMIENTOS! ¡NI TE ILUSIONES PORQUE TE SACARÉ DE LA JUGADA ANTES DE QUE PESTAÑEES!

La parte más oscura de Youngbae que muy pocos conocían salió a relucir. Era codicioso, sumamente posesivo y obstinado. Actualmente, todo lo relacionado a maknae le ponía a la defensiva…


—Hyung… ¿Te encuentras bien? —Kang cuestionó en su inocencia.


Parpadeó para calmar el demonio, sonrió forzadamente.


—¿Por qué lo preguntas?

—Es que estás a punto de destrozar tu vaso de café.

—Oh…


Miró su mano y suavizó el agarre. Debía controlarse… su amigo no tenía pelo de idiota. Tenía que cuidar sus pasos para no cometer errores.


—¿En qué piensas? ¿En lo que te dije?

—Fue repentino, Dae… aún no puedo superarlo. —¡Ni lo haría! ¡Es la guerra!

—Entiendo… —Sung desvió la mirada, contuvo la respiración un momento hasta que no quedó más que liberar el oxígeno e intercambiarlo por nuevo.

—Lo siento… soy un mal amigo. Te decepcioné… —Un juego de palabras y dobles sentidos, fue honesto.  Era el peor de los amigos, un farsante, un hipócrita, pero como rival de amores, sería de honor.

—No te preocupes.

—Yo, no sé qué decir.

—Seré muy paciente. —Animó Kang con una sonrisa enorme colmada de tranquilidad e ingenuidad… falsa. Todo lo es, al menos eso se podía percibir.— Pedirte que ayudes con Riri-ah no es una opción ¿Cierto?


Entonces, sucedió… su café terminó estallando. El ardiente líquido bañó su mano, salpicó su ropa y terminó en gran parte, en el suelo. Mientras, quedaba un puño fuerte y duro destrozando el unisel del vaso.


—Mierda… —Masculló Dong al comprender sus acciones. ¡Qué descuido! Debía trabajar más en el arte del disimulo. No podía siquiera en admitir que el menor haya soltado semejante propuesta.

—¡Oh, hyung…!—Daesung se levantó para alcanzar unas servilletas. Pero el mayor se le adelantó.

—Lo siento. ¿Arruiné la ropa? –Desvió cualquier interés en el tema anterior.

—No te preocupes… —Respondió ayudando a secar al moreno.- Lo veía venir.


¿Qué demonios fue ese comentario?Sonó muy sospechoso para la mente de Bae.


—Mejor vámonos… si no voy a ocasionar más problemas. –Se disculpó con el personal de limpieza que acudió a su mesa en la terraza para proceder a limpiar el área. El vocalista y bailarín de Bigbang se disculpó con la chica antes de ir por el auto del primero.


Regresaron a la agencia bajo un silencio tenso disfrazado por la radio. Ninguno volvió a hablar. Fueron treinta agonizantes minutos de silencio incómodo, pero ambos lo soportaron bien.

Llegando, Daesung se despidió anunciando que iba a práctica de vocalización. Él por su parte… se quedó en su lugar. Apenas desapareció el menor de su vista dejó que la máscara cayera. Por el espejo retrovisor se percató del ceño fruncido, las cejas contraídas en una cólera indescriptible. Sus manos apretaron el volante y tuvo deseos de arrancarlo.

¡No podía ser posible que el menor tuviera sentimiento hacia Riri! ¡¿Cuándo demonios ocurrió?! Entonces, cayó en la cuenta de algo… debía ser un enfermo… Daesung, el chico lindo y tímido le acababa de confesar sus sentimientos e intenciones de conquista para con el maknae de Bigbang, y él, en lugar de ser un buen amigo, lejos de sentir remordimientos porque también compartiera sentimientos amorosos hacia el mismo objeto de adoración… sentía una férrea competencia. ¡¿Qué demonios ocurría con él?! ¡¿Era en serio?!
Se dio golpes leves contra el volente, y de vez en vez lanzaba manotazos intentando encontrar alguna respuesta a su pesar.

No lo podía evitar… Daesungie no podía ¡No debía! Tener esos sentimientos por maknae. No era justo…


—Dios, Bae… pareces un psicópata. —La suave pero ronca voz le sacó de todo el remolino de pensamientos oscuros. Dong ignoró la falta de respeto porque el solo escuchar la melodiosa voz le amansó las emociones.

—Ri… —Ahí estaba, inclinado en la ventana del conductor. Sonriendo de manera burlona.


Jesús, era tan… hermoso. Sin pensarlo, sujetó el mentón níveo y lo atrajo para un beso voraz. El otro, pese a la sorpresa, le llevó el ritmo.

Esa boca abriéndose para él, esa lengua jugando con la suya. Esos gemidos ahogados, esa calidez, la humedad… todo para él. ¿Por qué se empeñaban en arrebatárselos?
Se alejaron, Riri mordió el labio inferior.


—Aquí, no… idiota. —Se quejó, pero Bae fue muy feliz de ver el sonrojo que intentó ocultar el otro.

—¿Cuándo llegaste?

—Hace unos momentos, pero no te diste cuenta. Haber ¿Quién te puso de humor de perros?

—Nada… —Mintió, le mintió porque no quería preocuparlo.

—¿Me contarás después?

—Sí… -Se resignó.


Maknae esbozó una sonrisa delicada que muy pocos tenían el privilegio de decir que han visto.


—¿Dejaste a Homie solo?

—¿Me crees un padre desobligado? Traje a nuestro hijo a la compañía. Le caería bien salir del apartamento y jugar con los traineers.


Entonces lo notó, entre los pies de Lee se encontraba la pequeña bola de pelos husmeando los neumáticos del deportivo de Dong. La correa estaba enredada en las piernas del menor.


—¿Te vas o llegas?

—Acabo de llegar. Entremos juntos. —Aseguró las puertas mientras intenta salir del vehículo.


El otro se alejó en lo que se liberaba de la potentemente peligrosa correa de Homie. El perro al escuchar el silbido de su dueño se alteró gustoso y desesperado por jugar con él, se arrojó a las piernas del moreno y éste, después de salir de su auto le regaló mimos.


—Eres realmente un bipolar. Mira que hasta hace unos segundos parecía que ibas a cometer homicidio, luego violaste mi boca y ahora eres un oso de felpa siendo tan cursi con Homie.


No despegó la atención que había depositado al cachorro, pero cada uno de sus sentidos estaban en sincronía al menor movimiento de maknae. Si Seunghyun supiera lo mucho que lo tiene idiotizado su ego crecería a niveles insospechados. Porque en verdad, le gusta, tanto que no le importaría desperdiciar un día libre en la agencia si Seungri estaba ahí.
Podía reconocer el perfume predilecto del menor –uno de sus favoritos también-, la colonia de caballero, el particular olor humano que emite... el tono suavemente ronco de su voz…


—¡Youngbae!


Abrió los ojos sorprendido, se había encerrado en sus pensamientos.


—Lo siento, me perdí…

—Créeme que no me di cuenta de eso… —El sarcasmo de maknae resultaba divertido.- Ahora muero de la curiosidad de SABER ¿Qué te puso así?

—Vamos a la agencia. —Quiso cambiar de tema de conversación.

—Ni creas que te libras, Dong Youngbae… —Bae sentía un maldito remolino al escucharle decir su nombre.-…después de mi clase de vocalización, te sacaré algo.


¿Clase de vocalización?


—¿Vocalización…?

—Sí, tonto… te lo dije. Daesung y yo tomaremos clases de vocalización con el mismo entrenador vocal. Hoy me toca sufrir.


El coraje creció al escuchar aquello… ¡Daesung! A Kang Daesung le gusta maknae…

¡Seungri y Daesung juntos en unas clases!


—¿Bae…? —Se topó con unos ojos negros preocupados.- En serio, el día de hoy estás muy raro… y ya me estoy preocupando.

—¿Quieres que vaya por ti después de tus clases de vocalización?


Una sonrisa adornó el pálido rostro.


—¡Sería genial!


No, no iba a dejar solos a ese par. No permitiría que Kang diera un solo paso hacia Seungri.


—Ok, iré a verte.


Dong tomó la correa de Homie y lo llevó con él. Ambos, el canino como el humano, se quedaron viendo a Seungri marcharse del lado contrario al de ellos. Homie, al comprender que el menor se alejaba, comenzó a gimotear e intentar ir a su lado. Soltó tristes ladridos para atraer la atención, maknae se giró un poco y sonrió antes de volver a su camino.


—Lo sé, Homie… yo tampoco quiero que se vaya de nuestro lado.


Acarició a su mascota para consolarla, pero el cachorro seguía mirando la dirección que había tomado el otro chico. Dios, hasta Homie estaba encariñado con Seungri.


—No dejaremos que nos lo quiten, ¿Cierto? —Susurró en tono bajo mientras acaricia el lomo del animal.


Se aferró a sus inseguridades, a sus celos y a esa obsesión hacia maknae. No iba a sabotear a Daesung, simplemente, impediría que llegara tan lejos… pronto recordó lo que tenía con el menor y ello sirvió para que normalizara su temperamento.

Llevó a Homie hacia un área verde para que se relajara un poco, el canino se mostró muy tranquilo con la visita a los jardines, husmeó un poco, realizó sus necesidades antes de regresar a su actitud activa exigiendo atención… el bulldog inglés quería jugar con su amo y no reparaba en mostrar su deseo halando o mordisqueando a Dong.

Veinte minutos después de revolcarse en la hierba, jugar efusivamente, otro paseo por los arbustos,  ambos ingresaron a la agencia, el vocalista debía ir a práctica de baile con un coreógrafo traído de tierras americanas para que le entrenara personalmente. Fue a su casillero para extraer un cojín que servía de cama, y el plato para agua de su mascota. En la sala acordada, acomodó a Homie en un rincón mientras calentaba los músculos.

Sus pensamientos se desviaron para llegar hacia maknae, intentaba recrear la sesión de vocalización, seguramente Daesung recibiría elogios por su talento, por otro lado, Seungri sería torturado con implacables ejercicios, ni siquiera bebería gota de agua si no alcanza antes una nota del entrenador. La mayoría de ellos, siempre exigían un nivel que simple y sencillamente la naturaleza no había dotado al menor. Sin embargo, él sabía que bien se podría trabajar en el rango vocal que tenía, podía pulirse para hacerla más limpia y fina.

El coreógrafo que resultó ser mujer, llegó sin más, él siguió las costumbres americanas y saludó. En medio de una extraña conversación mayormente enriquecida por señas, se pudieron comunicar adecuadamente. Pronto más personal fue ingresando al área, unos por curiosear –alegando que después ocuparían la sala-, otros como parte del staff de la profesional, y por último su manager.

La música rompió el silencio, y Bae aminoró su concentración para con maknae, se inclinó hacia el baile.

Los pasos fueron ejecutados, él repitió una y otra vez, sin rendirse, la secuencia hasta que comenzó a memorizarla de manera adecuada. Lo que más le gustaba de las costumbres americanas era que se tomaban ciertos periodos de descanso, tanto para hacer observaciones como para descansar. Los coreógrafos asiáticos son más unas bestias crueles que no les interesa si el artista se llega a lastimar por el sobreesfuerzo. Entonces, Taeyang pudo convivir un rato con ellos, procuraba ser serio, a excepción de las personas con las que ya tiene confianza, se muestra un tanto travieso. Lo malo de que estén los managers, es que siempre tienen prisa, entonces son brutales para disipar el ambiente fresco y divertido. Para ellos todo es tiempo y dinero.

En el cuarto descanso, su manager fue hasta él para informarle sobre una agenda del día siguiente, consistía en salir al extranjero unos días para promocionar a patrocinadores su próximo disco. Eso no le gustaba tanto al joven artista ya que representaba alejarse de cierta persona. Antes, no le hubiera molestado salir ese mismo día a USA, regresar en tres días, ir a Tokio y volver a Seúl después de ello… ahora, es diferente. El panorama es gris, todo porque ya tiene una persona quien espera su tiempo y su atención. Está maknae que necesita de mucha atención, como un bebé… como Homie. No, eso es mentira, al menos media mentira. Seungri es su compañero de grupo, ha vivido y conoce bien los giros bruscos de las agendas, él entiende cuando debe salir, además… es maknae el que es rígido con respecto a las citas en el extranjero. Cuando se trata de negocios y dinero de por medio, Seungri no repara en gastos.
En realidad es propio Taeyang quien no tiene ánimos de viajar solo, no quiere separarse del menor. Quiere disfrutarlo tanto como se pueda. Ya había planeado una salida al cine, una cita a un antro de moda, y quizás una cita en el campo para apreciar una lluvia de estrellas que tanto murmuraban los empleados de limpieza en la agencia. Sus planes estaban siendo destrozados sin piedad debido a su trabajo, suspiró desganado y asintió a todo lo que el manager le revelaba. Hora de salida, personas a quienes entrevistarse, etc. El manager terminó triunfante, le dio unas palmadas a su hombro antes de retirarse con ese aire arrogante de quien tiene el control del éxito de algo grande.

La coreógrafa sonrió comprensiva, no entendía coreano, pero resultó fácil para ella adivinar que tenía mucho trabajo y pocos ánimos.


—El trabajo de un artista nunca termina. ¿Cierto? —Comentó amablemente.

Intentó sonreír de manera cómplice pero estuvo seguro de apenas haber conseguido un gesto melancólico.


—Sobre todo cuando se está locamente enamorado. —Agregó antes de dirigirse a los bailarines y poner orden en la sala.


Taeyang abrió los ojos sorprendido ¿Tanto así se notaba? ¿Locamente enamorado? Miró su reflejo en el espejo, su gemelo sonreía casi de forma burlona, como diciendo que de nada servía negarlo… o que mejor fuera aceptando la idea.


Cuando su mente terminaba por grabar los procesos a ejecutar, el subconsciente despertaba y lo llevaba a volar por los cielos de su mente. Pendientes, aspiraciones... y personas.

Es capaz de recordar aquella escena que con elevada tensión sexual que tuvo con maknae, la primera vez que supo que le gustaba y no de la manera correcta. Ese día, había descubierto a Seungri en una sala, practicando baile, algo que, ya nadie creía que hacía, pero era todo lo contrario a juzgar por la gracia de sus movimientos. El menor al ritmo de la música se desplazaba a lo largo y ancho, el cuerpo se movía con parsimonia, producía un efecto extraño. Quizás porque hasta que lo vio deslizando las caderas lenta y cadenciosamente, se percató que el género R&B vibraba en las bocinas. Un ritmo que no era usual en su compañero.

Taeyang se sintió estúpido al cabo de unos minutos, porque el menor era un foco de atención. No midió sus actos, ingresó a la sala y queriendo lucirse, irrumpió en la escena. A la fue integrándose, y pronto eran dos los que bailaban ante la cámara de espejos, maknae se sorprendió mucho, pero pronto se recuperó de la impresión continuando su rutina. Era una competición, intentaban sorprender al otro, y el mayor tuvo que admitir que esos pasos de baile que ejecutaba su compañero eran, fascinantes. La situación no hubiera sido especial de no ser porque pronto dejó de bailarle al espejo, y se giró para bailar en torno a la silueta de su competencia, el estilo americano tenía muchas connotaciones eróticas, sobre todo en el R&B y él hizo su mejor esfuerzo… se quitó la polera quedando en camiseta, elevaba y bajaba los brazos, se acercaba peligrosamente y se alejaba con provocación. Maknae sonreía divertido, mas no se dejaba intimidar e imitaba sus movimientos. Las cosas se fueron dando, entonces… cuando el clímax llegó, la competitividad del mayor le hizo una mala jugada, desvistió su camiseta como incitando a ser tocado, se pegaba más invadiendo el espacio personal… y perdió la cordura cuando sin pretenderlo, sus caderas se rozaron por accidente. El tacto tibio del contrario, los puso caliente en ambos sentidos de la expresión; sintió mucho calor así como una naciente erección. Todo hubiese terminado sin contratiempos de no ser porque, no terminaron, continuaron dado el orgullo de hombres que tenían. Era un juego de quien hace caer primero a quien, no se dio cuenta, hasta que las manos del menor tocaron su torso sudado y desnudo que captó la realidad. Había acorralado al menor a una pared, la espalda de su compañero estaba más que apegada a la superficie, su cuerpo estaba inclinado de manera impropia hacia el otro. Pudo sentir la respiración contenida de Seungri y la sonrisa nerviosa pero burlona.

“Joder, eres HOT en esto” fue lo que murmuró casi en su boca… y Taeyang pensó terriblemente mal, las manos del menor no se quedaron quietas, se deslizaron tan lentamente que todas las terminales nerviosas se encendieron. “Estás duro”. Dong mordió su labio mortificado porque en el más vulgar de los sentidos, esa frase encajaba perfectamente con el estado físico de su entrepierna. Pero, en su intento de no ser humillado, continuó inmutable. Sus ojos se miraron, y cuando las manos terminaron en su cadera, casi se le empina al otro para devorar la boca. Maknae se acercó, “enséname todo lo que tienes”. La maldita frase… esa voz ronca pero suave, el mensaje cargado de… “quiero aprender el estilo americano”. Dios y el demonio debieron estarse carcajeando a sus espaldas, porque Dong Youngbae se sintió tan pervertido, tan mal al comprender que todo el tiempo su joven compañero estuvo refiriéndose al baile.

Quiso huir por dos enormes razones; su dignidad y su erección potente.

Sonrió, se lentamente y se giró haciendo estiramientos para dar a entender que estaba agotado por el esfuerzo. Mientras, sentía el rostro arder de tanta vergüenza. El menor apagó la música y le arrojó una toalla. “Estoy un poco oxidado”, rompió el silencio el otro, mientras Dong rezaba a su pene que dejara de palpitar dentro de sus pantalones ante la voz de su maknae. “Bueno, soy el mejor qué te puedo decir, no estás tan mal” Comentó para no humillarse más. “Ya lo veremos, hyung…” Respondió el otro, tomando sus cosas, “Por venirte a lucir te toca cerrar la sala” sentenció el otro, “humm…ya que” Trató de sonar casual. “Ingrato, te dejaré para que soluciones ese problema en tus pantalones… porque dios, esa cosa me estaba taladrando cuando la pegaste a mí”. Taeyang estuvo a punto de un paro cardíaco. Levantó la mirada estupefacto. “La próxima vez, si me convences más te dejaré besarme y tocarme.” Seungri le miró arrogante “Y créeme, las personas dicen que soy un trozo de pecado andante, te va a gustar más.” Se marchó canturreando una canción. Y fue así, como el moreno colapsó.

Además, gracias a esa retorcida experiencia, tiene un muy sucio secreto que se llevará a la tumba y por el cual sería capaz de matar a Seungri; su mente prefirió los instintos animales que los racionales porque no tuvo reparos en masturbarse en la sala teniendo en mente aquella escena con su compañero de grupo. ¡Se había masturbado en una sala de práctica! ¡Se masturbó a causa de un chico! Era un maldito secreto y se encargaría que nadie lo supiera.

También, después de esa situación, inicióel camino a un largo peregrinaje sobre su identidad que le llevaría a las lágrimas, al insomnio de meses, a la tortura mental, a los culposos sueños húmedos, y que terminarían con sus ideales retorcidos, y sus creencias mutiladas. La única persona que le gustaba era maknae, solo él. Y por él, por todo el sufrimiento que conllevó a aceptar que le enloquece un varón, va a pelear contra cualquier individuo que se interponga en su camino… inclusive si se trata de su mejor amigo; Kang Daesung.

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Continuará


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NOTA DEL AUTOR:
MUCHAS GRACIAS X LEER!
Bien, lamento los errores que hayan encontrado.
Este proyecto tiene algo de especial: NO TENGO IDEA de cómo debe terminar, puede que con uno u otro. La verdad, este fic se irá escribiendo, ya estoy el capítulo 02.
Armen sus apuestas!
Y Descubran ¿Quién es el FALLEN ANGEL? ^^
Cuídense mucho!
Nos leemos pronto!

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