My Tweet

sábado, 9 de abril de 2016

HABLEMOS DE AMOR 06

06-PROMESA ROTA


.
.
.
.
.
.

6-PROMESA ROTA





Después de la “plática seria” con padre las cosas se habían vuelto más o menos normal a excepción que ya no le dejaban ver a su amigo y éste no había vuelto a ir al club deportivo, lo cual le ponía de malas porque no tenía con quién jugar, además se la pasaba pensando en cómo estaría Jae, si lo dejaban solo en esa casa enorme donde vivía, su padre era el único que jugaba a veces, porque su madre, la esposa de tío Seungri no era muy divertida. Jaemin decía que no juega con él, no le cuenta cuentos, ni tampoco le canta… para eso tenía a su niñera, a padre o su abuelita.
Su mejor amigo era un niño que vivía muy solo porque no tenía hermanos con quien jugar o pelearse así que cuando iba con Sunyoon noona o él, quería jugar a lo que fuera.

Su amistad no podía ser impedida aunque padre lo ordenara. Es cierto que le tenía miedo a sus regaños, pero se trata de su mejor amigo. Es algo importante.

 Intentó investigar con madre las razones por las cuales debía dejar de ser amigo de Jaemin mas solo obtuvo evasivas, “Solo has lo que tu padre dice, es por tu bien.”

¿Su bienestar? Era ser feliz, con su derecho a jugar, a comer y doctor, al menos eso decía la constitución sobre los derechos de los niños. Y entendía que su felicidad era seguir siendo amigo de dongsaeng.

Comenzó a dibujar al azar sobre su libreta de ejercicios matemáticos mientras analizaba la situación. Odiaba las matemáticas, lo bueno era que logró terminar el trabajo a tiempo. Su tutor calificaría el trabajo, deseaba obtener un diez en el examen que tendría para que dejara de ir a casa. Estaba comenzando a hartarse de tantas actividades que sentía que no le iban a servir.

Escuchó un ligero golpeteo sobre su habitación.

--Youngkyu, soy tu padre. -Anunció padre, entonces acomodó sus libros y libreta. Escuchó cuando la puerta fue abierta.-- ¿Has terminado tus deberes?

--Sí, padre.

--Eso es bueno. Debes estudiar mucho. -Asintió en lo que padre se sentaba sobre la silla que su tutor suele utilizar cuando le enseña cosas nuevas.-- Quiero hablar contigo, seriamente.

Casi reniega al entender esas palabras, otra “plática seria”. ¿Ahora qué?

--Entiendo, padre.

--Hyerin me ha dicho algo interesante sobre Jaemin. -Le miró sin estar enojado.-- ¿Hay algo que quieras decirme tú?

--No entiendo padre… él y yo jugamos, pero no he notado algo malo en mi amigo.

--¿Estás seguro?

¿Por qué padre insistía? ¿No entendía sus palabras?

--Sí.

--Jaemin ha comenzado leer…

--Así es. -Sonrió sin poder evitarlo. Es genial tener un amigo inteligente.

--Ya lee libros…

--Solo cuentos.

--Exactamente.

--Sigo sin entender padre.

Le miró seriamente, ligeramente molesto.

--¿Nunca te ha leído algo raro?

--Los cuentos se dividen en muchos géneros, padre. No estoy seguro sobre qué es lo que dice.

--¿Es cierto que Jaemin les ha leído su cuento favorito?

¿”La familia especial de Danna”? ¿Qué tenía de malo? Fue él quien se lo enseñó una vez que lo leyeran en clases, Jaemin solo quiso ese cuento desde que lo escuchó.

--¿Es un cuento raro?

--No estás respondiendo.

Algo en su interior le advertía que si admitía todo, sería la respuesta equivocada porque padre no lucía contento.

--Realmente no entiendo ¿Qué es lo que quiere saber, padre?

--Hyerin dice que Jaemin se los ha leído a ambos. ¿Es verdad?

--Es posible, suele practicar su lectura.

--¿Por qué no me lo habías dicho? -Reclamó padre con voz ronca.

--No pensé que fuera malo.

--Lo es, y mucho.

--No lo creo.

--Cuida tus palabras, hijo. Esa amistad con Jaemin te está haciendo mal. Me retas y desobedeces, antes eras un niño bueno.

Guardó silencio para recibir la descarga de regaños de padre. Él también había cambiado, había dejado de ser el padre cariñoso que era antes. Ahora todo era órdenes:

“Youngkyu has esto…”

“Youngkyu tienes que ganar…”

“Youngkyu tienes que ser el mejor…”

Nada de lo que hacía parecía hacer feliz a padre. Cada día le decía que tenía que ser muy bueno en la escuela, los deportes y el arte porque era su hijo, y ellos muy famosos. Las personas debían hablar solo cosas buenas.

Tal vez, cuando era pequeño lo habría hecho todo sin pensar, pero estaba siendo un niño grande y comenzaba a cuestionar todo, era su naturaleza. En clase era el primero en preguntar, le interesaba saberlo todo, comprenderlo.

--No quiero que vuelvas a ver a Jaemin.

--Es mi único mejor amigo.

--Puedes tener otros más.

--Yo solo lo quiero a él.

--Youngkyu…

Bajó el rostro, porque sentía coraje.

--¿Por qué? ¿Por qué lo hace malo? Lee, y está aprendiendo a escribir. Va a natación y hacer deportes. Es bueno bailando y cantando. No lo entiendo.

--Solo déjalo de ver.

--Si me dijera por qué yo entendería padre.

--No voy a discutir contigo, hijo. Mejor ponte a repasar tus clases de historia.

Padre salió de la habitación sin responder nada. Ah, él podía decir y ordenar lo que quisiera porque es el padre, pero él no pude preguntar porque es el hijo. Eso era injusto.

--Ya repasé historia. Y no voy a dejar a Jaemin. -Murmuró sabiendo que desafiaba a su padre.

.
.
.

 Esa mañana se había levantado temprano para planear la misión “rescatar a maknae”, y no, no se refería a su hermanito Hengwook ya que en brazos de madre no peligra, la persona que le preocupa es Jaemin, es el único hijo de su familia, casi no juega con niños de su salón porque dice que solo le necesita a él. Entonces, Jae espera para que se escabulla entre las jardineras e ingrese a la escuela parvulario que comparte terreno con el colegio de primaria y reunirse.

Padre no lo sabe, pero él escapa varias veces para ver a su mejor amigo. Sus amigos le ayudan para que nadie note su ausencia en las clases… normalmente deja receso, deportes y con algo de suerte, arte. Paga regalando algunos de los muchos juguetes que le compran cada vez que saca un sobresaliente en las pruebas y después argumenta haberlos perdido.

Ésta vez, era una misión muy importante y arriesgada porque era madre quien lo recogería después de las clases, cuando suele ser su nana le perdona que escape o le permite demorar con Jaemin porque ella si entiende la importancia de un mejor amigo.
.
.
.
8:30am

El chofer estacionó el vehículo para que madre los despidiera. Él solo quiere bajar para organizar a sus amigos de clase. Hyerin asiste al mismo colegio que Jae, pero como le tiene miedo a padre, seguramente hará lo que le ordenaron, su hermana nunca fue una opción para ser mensajera. Además no quería meterla en una situación peligrosa.

Salió disparado hacia su aula para hablar con los chicos y éstos le ayudaran con su plan. Tenía que buscar a maknae para conversar.
.
.
.

10:30am

Sus amigos finalmente le dijeron que era el momento exacto para que se fuera, todos irían a los vestuarios para mudarse de ropa y asistir a las clases de deportes. El señor Park nunca se daría cuenta porque ya habían planeado una gran travesura para distraerlo, después venía el primer receso así que tendría tiempo para volver. Cuando el grupo se dirigió al área, él desvió su camino a otro pasillo, buscar la salida de emergencia que es un corredor donde los se quinto y sexto se esconden para faltar a clase, pelear o besuquearse.

Alcanzó la salida del edificio de aulas y con mucho cuidado se desplazó por los jardines, necesitaba llegar a la barda que separaba los jardines traseros. Escalaría un árbol de cerezo para poder pasar al territorio anhelado. Esperó en unos arbustos a que unos profesores terminaran de fumar dizque en secreto, antes de continuar con la misión.

Su mala suerte comenzó al notar que el viejo cerezo había sido arreglado por el jardinero y eliminaron una rama que le servía de soporte. Ese detalle le retrasó mientras hallaba una solución. Cayó al suelo un par de ocasiones luchando contra la gravedad que le negaba el impulso necesario sirviéndole a sujetarse de una rama alta, la misma que solía escalar antes de finalmente tocar la barda, saltar tocando suelo el suelo de parvulario.
El pantalón de su uniforme se rasgó en la altura de su rodilla derecha, sentía un ligero ardor suponiendo que se habría herido. No era llorón, tenía nueve años, los suficientes como para sentirse todo un hombre.

Se arrastró por los arbustos librando la seguridad del complejo. Algunas maestras tenían actividades al aire libre, al parecer, por lo que estaban constantemente vigilado. Los niños de preescolar son más aventureros que nadie más, excepto Hyerin que es una miedosa y llorona.

Su corazón latía aceleradamente, había escapado de clases, había ingresado como un espía al territorio “enemigo”, el tiempo comenzaba a ser limitado y aún faltaba por localizar al camarada “capturado”.
Tantas veces recorriendo como un ladrón de joyas, había aprendido ciertas rutinas y pasadizos de la escuela, buscó la insignia del grupo “I” al que pertenecía su mejor amigo, pero el salón estaba vacío.

¿Dónde encontrar a Lee Jaemin? Debía recordar el itinerario escolar del menor. Igual que al recitar los elementos químicos de la tabla periódica, soltó a voz baja las asignaturas de acuerdo al día y hora. Recordó que tenía Lectura.
Llevaban a los alumnos a la biblioteca donde intentaban practicar con ayuda de las maestras. Caminó a ese nuevo destino siendo más cuidadoso que antes.

No necesitó echar un vistazo por la gran ventana, la dulce voz un tanto titubeante de Jaemin le sirvió para confirmar que no había errado en su destino. Se ocultó en un rincón a esperar que la clase terminara.

¡Su mejor amigo estaba comenzando a leer! Qué orgullo sentía. Tan pequeño pero muy inteligente. Escuchó las palabras cada vez menos temerosas, leía su cuento favorito “La familia especial de Danna”. Había hecho que se lo leyera varias veces, decía que ese libro se le hacía muy bonito porque Danna tenía dos papás que la querían mucho, su gato blanco, y su mejor amiga Sarah, que le gustaba mucho bailar… solía decir que se parecía a Sarah porque a él también le gustaba bailar… sí, pero lo que no sabía Jae era que padre le pedía que tomara esas clases porque él es un gran bailarín y su hijo debe serlo también.

Sonrió en su incomodo escondite, porque Jaemin estaba creciendo rápido, ya no era necesario tantos cuidados pero, por una extraña razón sentía un poco de miedo… iría a la primaria, conocería muchos niños, tendría otros amigos… se olvidaría de él porque sería un niño grande para jugar. Estaba acostumbrado a cuidar de Jae, sus padres le advertían que aunque fuese un niño al ser pequeño era fácil que se lastimara, pero puede presumir que nunca se lastimó a su lado. Siempre fue un chico responsable, ¿Por qué querían alejarlo de él?

Casi grita de alegría junto a los demás niños cuando la campana sonó anunciando el inicio del receso. Se asomó receloso de su alrededor, vio salir a muchos, menos a su camarada.

--¿No vas a comer, Jaeminnie?

Una maestra habló a voz alta dirigiéndose a su amigo.

--No tengo hambre.

--Jaeminnie, son dos días que dices eso, ¿Te duele algo?

--No, maestra.

--Ve a los comedores, entonces. Le puedo decir a la cocinera que te prepare algo especial ¿Qué dices?

--Quiero leer un poco más.

--Jaemin…

--Luego iré a comer.

--No, tienes que ir, ahora… le tendré que decir a tus padres. Y...

--¡Profesora! -Otra maestra apareció.-- ¡Sanghyun está sangrando de la nariz otra vez y dice que le duele!

Salieron apresuradas dejando el camino despejado. Abandonó el escondite e ingresó al aula, a primera vista no parecía haber alguien, pero no se detuvo, revisó la estancia, y vio un hueco creado por dos libreros colocados en diagonal junto a una esquina de la pared del fondo. Jaemin estaba sentando en el suelo con la mirada escondida entre sus piernas, abrazaba el cuento favorito.

--Iré a comer, maestra… quiero leer un poco más. -Escuchó susurrar comprendiendo que el menor le había confundo al escuchar sus pasos.

--¿Por qué estás triste Jae…? -Se arrodilló para quedar frente a él.

--¡¿H-Hyung?!

Levantó la carita, los ojos estaban llorosos aunque no se veía que había derramado lágrimas, tenía miedo.

--Vine a platicar contigo.

--Hyung… -El menor volvió a bajar la cabeza.- Perdón…

--¿Por qué dices eso?

--Yo no quería… no sabía que…

--Mírame y dime ¿Qué ocurre? -Sujetó la barbilla para que dejara de esconderse. La reacción de maknae no era nada buena.

--Tu papá no quiere que sea tu amigo. Lo siento… le hice enojar…

¡Entonces fue padre! ¡Padre es quien los quiere separar!

--Padre me ha dicho mentiras…

--Los papás no mienten.

--Pues yo no creo que Jaemin sea malo. -Dijo notando como los ojitos se le llenaban de lágrimas.

--¿Soy malo?

--¡No! Jaemin es mi mejor amigo para toda la vida, y eres la persona más buena que conozco. Te comes los vegetales, juegas con las niñas aunque te aburras, no gritas y prestas tus juguetes. No lloras con las inyecciones, y ya sabes leer. Además, me haces feliz, cuando estoy contigo reímos mucho. ¿Por qué sería malo todo eso?

--Porque me gusta un cuento raro... -El ánimo le bajó al ver cómo las primeras lágrimas rodaron por las mejillas.-- …Papá  peleó con el tuyo. Se gritaron cosas feas... creo que ya no son amigos.

--¿Un cuento raro? -¡¿Cómo rayos padre iba a pelear por un cuento?!

--Mi cuento favorito. -Levantó el libro que abrazaba.- Tu papá dice que es un cuento muy malo, porque dos hombres no deberían cuidar de una niña. Además...

No podía creer lo que estaba escuchando, padre no podía ser tan cruel. Siempre había insistido en que jugara con Jaemin y le hiciera compañía. Decía que quería a Jae como si fuera su hijo…

--Yo… -¿Qué palabras se decían para consolar a alguien tan bueno como su mejor amigo? ¿Cómo podía disculpar a su padre?

--Hyung, ¿Qué es desviado?

Frunció el ceño extrañado por la repentina pregunta.

--¿Desviado?

--Tu papá le dijo a los demás tíos y a mi papá, que soy un desviado porque me gusta mi cuento favorito… entonces, gritaron…

Le vio temblar, parecía haber tenido un muy mal recuerdo de eso. Se lamentó no haber estado ahí.

--No sé qué es un desviado. -Mintió, si lo sabía. Anteriormente padre así había llamado a dos personas que estaban en la calle tomados de la mano, dos hombres… ahora que lo pensaba más, eran justamente como los papás del cuento de Danna. Madre le había explicado que no repitiera esa palabra, porque era una grosería. Padre insultó a su mejor amigo para toda la vida. ¡Padre lastimó a Jaemin!-- Y aunque lo supiera, no me importa. Jaemin no es malo, ni tu cuento.

--Soy un niño desviado y eso me hace malo, no podemos seguir siendo amigos. Lo siento, hyung. -Continuó llorando.

--Prometimos ser los mejores amigos para toda la vida. -Recordó.-- Nos dimos un beso y eso selló la promesa. Los hombres cumplen su palabra ¿No eres un hombre?

--¡Soy malo! ¿No entiendes? -Parecía desesperado.-- Papá tiró mi libro porque dice que ese cuento es malo. Y también dice que no debo hablarte porque tu papá se enojará más.

--¡Lo prometiste! -Gritó desesperado. Algo en su corazón dolía al ver llorar a su mejor amigo, sentía culpa porque padre fue tan cruel y grosero. Sentía miedo de no volver a ver a su dongsaeng.-- Seremos los mejores amigos para toda la vida.

--¡No! -Lo empujó.-- ¡Soy malo! ¡Papá cree que soy malo y por eso tiró mi libro! ¡Tu papá me odia!

--No me importa lo que digan… tú eres el niño más bueno que conozco. -Abrazó a Jaemin que se entregó a sus brazos llorando sobre su hombro.-- Padre miente. No eres malo, no eres desviado… eres mi mejor amigo. Eres mi persona preferida.

--Papá me va a dejar de querer…

--No es cierto. Los padres nunca dejan de querer a sus hijos. El tuyo te ama y te amará.

El pequeño negó enérgicamente entre sus brazos.

--Mamá me dijo… -Comenzó a hipar.-- ...Mamá dijo que si no cambiaba, papá me iba dejar de querer y me iba a odiar.

--Ella se equivoca. -Consoló, esas eran mentiras que dicen para asustar a los pequeños.

--Las mamás nunca se equivocan.

--Sí, lo hacen. -Acarició los cabellos.-- Deja de pensar en tonterías. Tú eres un niño normal como todos. Eres muy bueno y tus padres siempre te van a querer.

--Mamá dice que papá me va abandonar y llevará a otro niño a casa. ¡No quiero! ¡¿Quién me va a querer si me odian?!

--¡Yo te voy a querer más! -Respondió desesperado ya que no sabía qué más hacer para que Jae dejara de llorar. ¿Por qué pensaba así? ¿Por qué le habían dicho todas esas cosas malas?.-- Te voy a querer tanto que no necesitarás que otros te quieran. Te haré feliz.

--Tengo miedo, hyung…

--Yo te voy a cuidar, no tengas miedo.

--Mamá dice que mejor no hubiera nacido nunca.

Sus ojos se abrieron sorprendidos por aquellas palabras. Su mente no podía procesar aquella información, ¿Cómo una madre puede decir eso a un niño pequeño? ¿Qué rayos pasaba? No entendía el mundo de los adultos.

--Si no hubieras nacido. Nunca hubiera conocido a Jaemin y no tendría un mejor amigo para toda la vida.

--Si estuviera muerto, papá no sufriría… eso dijo ella.

--Tonterías…

--Hyung…

--No quiero perder a mi mejor amigo… -Lo aferró a su pecho. Tan cálido, tan pequeño aún. Estaba aterrado de pensar que no volvería a ver a… su corazón se retorció de dolor como cuando bisabuelito murió. Dolía y quería llorar, gritar.-- No quiero dejar de ser hyung de Jaemin.

--¿Y si papá me deja de querer y también me odia?

--Eso no va a pasar… te lo he dicho.

--Mamá dice que si no dejo de ser raro tampoco me va a querer nunca más.

--Yo te voy a querer mucho más.

--¿Aunque sea malo?

--Seas como seas. Y tu padre también te va a querer.

--¿Lo prometes?

--Lo prometo.

Era normal que una promesa entre ellos fuera sellada… con un beso. Justo como en esos momentos que intentando hacerlo dejar de llorar le dio un beso casto.

Los labios temblorosos estaban salados debido a las lágrimas pero continuaron siendo los labios más suaves que haya besado. Su corazón latió muy fuerte, como cuando corre un maratón. Dolía el golpeteo acelerado, esto ocurría cada vez que sellaban una promesa con ese gesto peculiar.


--¡Oh, por Dios! ¡¿Qué estás haciendo?!

Para su mala suerte, la maestra había regresado y los encontró en ese estado. Sintió como una mano furiosa le tomó del brazo para despegarlo de Jaemin.

La misma mano se estampó en su mejilla, produciendo un dolor ardiente en su rostro. Apretó el agarre en su brazo sintiendo cómo las uñas se encajaban en su piel.

--¡¿Cómo te atreves a lastimar a un niño tan pequeño?! ¡Eres un enfermo! ¡¿Qué pretendías, ah?! -Volvió a golpearlo.-- ¡Eres de la primaria! ¡¿Cómo entraste, pervertido?!

--¡No! ¡Maestra! -Jaemin intentó detener a la mujer empujándola.-- ¡No le pegue! ¡Él es mi amigo! ¡Ya no lo lastime!

--No te preocupes, Jaemin. -Ignoró a maknae.-- No te volverá a hacer daño.

Otra maestra que llegó atraída por los gritos intentó entender lo corrido sin embargo, obedeció al serle ordenado que llevara a Jaemin a atención psicológica, vio a su pequeño amigo llorar y patalear mientras luchaba por liberarse. En su caso, creyó que lo mejor era estar quieto, no hizo nada, dejándose conducir a la oficina de la directora.

Fue interrogado cientos de veces, ¿Cuál era su nombre? ¿Qué grado era? ¿Cómo había escapado? ¿Por qué lastimaba a Jaemin? Y más cosas que no supo qué contestar sin que la maestra histérica le propinara un golpe.

Llamaron a la directiva de primaria para una inspección a los alumnos de grados medios y superiores en el nivel, fue cuestión de tiempo para que descubrieran su identidad.

El director de su escuela acudió a las oficinas, al verle discutió con las maestras por el maltrato físico alegando quién era su padre. Ellas respondieron diciendo que había lastimado al hijo de otro famoso… todo el mundo parecía girar en quién es tu padre y eso determina cuán importante eres.

Su mente era un caos, aun recordaba las palabras que Jaemin decía. Alguien le había dicho cosas muy crueles, estaba tan triste como nunca antes. Sentía la desesperada necesidad de buscarlo para abrazarlo hasta que dejara de llorar. Los adultos eran seres muy malos, ordenaban pero explicaban muy poco.

--Hemos llamado a tu madre.

Esas fueron las palabras más aterradoras de su vida. Levantó la mirada hacia los directores, estaba aterrado.

--No…

--Eres un chico muy bueno, Dong Youngkyu… ¿Por qué hiciste eso?


Madre… madre sabría y le diría a padre que desobedeció.

--¿Dónde aprendiste eso?

--No estaba haciendo nada malo.

--Estabas besando a un niño de parvulario y éste lloraba. No parecía feliz.

--Es porque… -Se detuvo a tiempo. No podía confiar en los adultos, ya no. Sus padres mentían, decían cosas feas y solo ordenaban.

--¿Qué pasó…?

Decidió callar aunque sabía que eso representaba cosas muy malas para él. Enfrentar la terrible ira de padre. Bajó la mirada al suelo, resignado a sufrir la tortura por haber sido capturado por el enemigo.

Los adultos hablaban pero dejó de ponerles atención. Su mente navegaba como un barco atravesando una furiosa tormenta, los pensamientos iban de Jaemin hacia Padre. La situación no pintaba para nada agradable.

La secretaria de la directora, entró anunciado algo que no temía.


--El señor Lee Seunghyun se encuentra esperando a ser atendido. Y la señora Dong acaba de llegar.

Tío Seungri y madre estaban en el mismo lugar. Su corazón latió muy fuerte advirtiendo que lo peor estaba por comenzar.

--Que pasen ambos. -Los directivos que atendían el colegio privado estaban demasiado tensos por tener que enfrentar a dos padres famosos, y había un terrible escándalo que amenazaba con destrozar el prestigio.

Fuertes escalofríos sacudieron su cuerpo, entendía que estaba metido en un problema gigantesco. Pero ya había decidido entregarse a las garras del castigo. Seguramente Tío Seungri lo golpearía, padre lo odiaría, madre no le defendería. Su final estaba cerca.

Vio ingresar a esas conocidas personas cuando la puerta les fue abierta. Ambos adultos al verlo ahí fruncieron el ceño sin entender lo que ocurría, su presencia no parecía tener lógica.

--¡Youngkyu! -Madre avanzó con voz preocupada.-- ¿Qué haces aquí? ¿Qué te ha ocurrido?

--Buenas tardes, señores. Lamentamos haberlos llamado solicitando su presencia de manera urgente a la institución, sin embargo el asunto a tratar es sumamente delicado. Por favor tomen asiento. -La directora del parvulario atrajo la atención de ambos adultos que obedecieron lentamente si dejar de mirarle. La puerta fue cerrada para brindar privacidad, para dejar todo en un secreto.

Su cuerpo comenzó a temblar de miedo, nervios y ansiedad. A la vista ajena, su inocente beso era considerado pervertido y sumamente malo. La valentía comenzó a abandonarle como las aves que son asustadas por la llegada de alguien más a sus territorios. De alguna manera sabía que habría una injusticia, nadie le preguntaría, sacarían conclusiones y vendrían los castigos.

--¿Este niño es su hijo, señora Dong? -Dio inicio al calvario.

--Sí, Youngkyu, va en cuarto. Pero ¿Qué hace aquí? ¿Por qué está lastimado?

Inocente, madre lucía preocupada.

--Su hijo escapó durante la clase de deportes. Señora. De alguna manera ingresó a la institución sin ser detectado. -Explicó la mujer elegante.-- Lo cual esto es grave… porque desobedeció las reglas, y se puso en un peligro innecesario. Sin embargo, la razón por la cual se encuentra aquí, es porque la profesora que lo descubrió, le sorprendió en un acto sumamente inmoral… digno de merecer la expulsión definitiva de nuestros colegios.

Madre le miró con el brillo expectante, avergonzado bajó la mirada.

--Hijo, tú siempre has sido un buen niño ¿Qué te ha hecho actuar así?

Apretó los ojos, sus manos eran puños.

--Señor, Lee… ¿Usted tiene un hijo en nuestra institución, cierto? Lee Jaemin.

--Es mi hijo. ¿Qué tiene qué ver en este asunto? -La voz de tío era más ronca y seria que la de padre.

--Queremos que tome esto con calma. Porque realmente es serio el asunto.

--Por favor sea más clara.

--La profesora del grupo había salido a atender una emergencia en los comedores durante el receso, regresó a la biblioteca para llevar a su pequeño a comer, sin embargo, al entrar escuchó un llanto profundo. Fue cuando se apresuró y Dong Youngkyu fue sorprendido besando a su hijo Jaemin, en la boca.

El sonido de una silla cayendo al suelo estrepitosamente arrojó una oleada de escalofríos a su cuerpo. Escuchó los pasos dirigiéndose hacia él. Automáticamente se contrajo, sus piernas se subieron y sus brazos encerraron su cuerpo preparado para recibir el primer golpe… no obstante, nada llegó, solo los gritos de madre.


--¡No, por favor, Seunghyun! ¡Es solo un niño! ¡Es mi hijo!

--¡¿Tu “niño” tiene nueve años y abusó del mío?! ¡¿Cómo se supone que reaccione?!

--¡Conoces a Youngkyu! ¡Lo conoces de hace años! ¡Él no es así! ¡Todo tiene una explicación! ¡Mi hijo nunca le haría daño al tuyo! ¡Lo sabes! Por favor…

--Señor, Lee… sé que es difícil pero tómelo con calma…

--¡¿Con calma?! ¡¿CÓMO DEMONIOS PUEDE PEDIRME ESO? NI SIQUIERA SE PERCATARON QUE UN NIÑO DE NUEVE AÑOS HABÍA ESCAPADO DE LA ESCUELA Y TAMPOCO IMPIDIERON QUE ATACARA A MI HIJO.

--¡Señor, por favor!

--ESTA MALDITA ESCUELA DE PRESTIGIO SOLO TIENE EL NOMBRE. EL PERSONAL ES INCOMPETENTE. VERÁN A MI ABOGADO, ESTO SE IRÁ A LA CORTE. Y TAMBIÉN DEMANDARÉ A ESE DESVIADO QUE TIENES POR HIJO. ESE MAL NACIDO.

--¡No! ¡Por favor, Seungri! ¡Es solo un niño!

Desviado… así lo había llamado tío Seungri. Exactamente de la misma manera en que padre lo había hecho con Jaemin.

--¡MI HIJO TIENE 5 AÑOS! ¡SOLO TIENE 5 AÑOS! ¡EL IMBÉCIL DE TU MARIDO INSULTÓ A JAEMIN SIN SABER QUE TIENE A UN ENGENDRO DEL DEMONIO EN SU CASA!

El sonido de una bofetada detuvo los gritos.

--Sé lo que pasó. Y créeme que estoy de tu lado, pero lo que no permitiré es que te expreses tan bajo de mi hijo. Conoces a mi pequeño, muchas veces cuidó del tuyo… debe haber una explicación.

Las lágrimas comenzaron a bajar por su rostro ¿Así se debió sentir Jaemin?

--¡¿DÓNDE ESTÁ MI HIJO?! EXIJO VERLO.

--Está siendo atendido por la psicóloga del colegio.

--DENME A MI HIJO, NOS LARGAMOS DE ESTA PORQUERÍA DE ESCUELA.

--Pediremos que lo traigan. Pero por favor… intentemos dialogar. -La directora levantó el teléfono y ordenó que llevaran a su mejor amigo donde estaban.

--ME IMPORTA UNA MIERDA.

--Seunghyun, por favor, te lo pido… deja que Youngkyu explique lo que ocurrió.

Las dulces manos de madre acariciaron el cabello, revolviéndolo. Aquello logró hacerle llorar con más ganas, se aferró a madre como normalmente lo haría Hyerin al tener miedo. Él también lo tenía, todo era demasiado fuerte, no dejaba de pensar si esto fue lo que presenció Jaemin ese día.

--Lo siento… lo siento…

--Mi niño… dime ¿Qué pasó? Tú no eres así.

Aunque decía que no debía romper su voto de silencio, no pudo continuar, se sintió un vil cobarde.

--¿Es cierto que besabas a Jaemin y lo hiciste llorar?

--Era un beso de promesa, madre… -Fue desenrollando el secreto que tenía con dongsaeng.-- Jae siempre me pide hacerlo porque dice que sus padres lo hacen cuando hacen un juramento importante.

--¡Eso es mentira!

--Déjalo hablar, Seunghyun… te lo pido. -Madre lo abrazó más fuerte.

--Digo la verdad… Jaemin no ha comido en la escuela. La maestra decía que tenía que comer pero no quería. Yo me escapé porque quería hablar con él… -Hipó un poco.-- Quiero entender ¿Por qué padre no quiere que sea más su amigo? ¡¿Por qué padre me quiere separar de mi mejor amigo?! ¡No quiero! Jae es un niño muy bueno. No es malo… ¿Por qué padre llamó lo Desviado? ¿Qué es esa mala palabra?

--Oh, Dios…

--…Jae estaba triste porque su padre tiró su libro favorito. Me contó que padre lo llamó Desviado y eso lo hace un niño malo por eso no podemos ser amigos, se disculpó conmigo. Comenzó a llorar porque tiene miedo que su padre lo deje de querer, su madre le ha dicho que si no deja de ser un niño raro lo van a odiar y lo cambiarán por otro hijo. Yo le estaba prometiendo que eso no iba a pasar, que su familia no lo iba a dejar de querer, él no es raro ni malo. Su cuento favorito tampoco lo es… me asusté porque luego me contó que su madre le dijo que todo sería mejor si Jaemin no hubiera nacido nunca. ¿Por qué una mamá diría eso? Es muy cruel. Le prometí que nada malo le iba a pasar, que lo iba a querer mucho y lo iba a cuidar. Que estoy feliz de que hubiera nacido porque finalmente tuve un amigo de verdad. Por eso lo besé… ¿Eso me hace un Desviado?

Miró a madre que estaba llorando en silencio, enfrentó al padre de Minnie queriendo que él le respondiera, pero el adulto parecía haber perdido la voz ya que su boca estaba abierta pero no decía nada.

Los otros adultos tampoco dijeron nada. El más profundo silencio quedó flotando en el ambiente, Youngkyu tenía más miedo que antes porque la espera resultaba tortuosa.

Del otro lado de la puerta se distinguió un leve golpeteo.

--Adelante.

El director finalmente respondió. La puerta suavemente fue empujada. Una joven maestra ingresaba sosteniendo de la mano a Jaemin. Entonces, Youngkyu sintió tanta pena que el menor le viera lloroso por lo que talló rápidamente sus ojos para eliminar los rastros de su debilidad, él tenía que ser fuerte por los dos.

Su pequeño amigo lucía agotado, pero en cuando lo vio, quiso liberarse de la mano opresora lográndolo en el segundo intento para correr hacia él. Buscó sus brazos y gracias a que madre le había soltado pudo abrazar a Jae que como un gatito, se frotó contra él contento de estar juntos.

--¡Hyung! ¡Hyung! -Lo llamó emocionado.-- Pensé que te habías ido. ¿No te lastimaron? Le dije a la maestra que no me hiciste llorar, no me lastimaste y ese beso no es malo, le expliqué muchas veces. No entienden.

Solo pudo sonreír, abrazando con fuerzas a Jaemin.

--Jaemin. -El padre del más bajito los separó.

--¡Papá! -Sonrió.-- ¿Por qué estás aquí?

--Nos vamos, campeón.

--Por favor papá, diles a los maestros que hyung no es malo, él no me hizo llorar. Yo lloraba y hyung me abrazó…

--Youngkyu no te va a lastimar más porque no lo volverás a ver. Estás a salvo.

--¡¿Qué?! -Gritó.-- ¡Noo! ¡Él es bueno! ¡Hyung me quiere mucho!

Las lágrimas volvieron a rodar en las mejillas rojas de él.

--Él hizo algo muy malo. Te besó.

--¡TÚ BESAS A MAMÁ! Y ESO NO ES MALO. YO BESO A HYUNG PARA QUE NO OLVIDE LAS PROMESAS. Besar es bueno.

--Solo un papá y una mamá pueden besarse, dos niños no. Eso es malo.

--TAMBIÉN ME BESAS… ¿Por qué besar a hyung es malo? Yo lo quiero y él a mí también. Somos mejores amigos.

--Jaemin, somos familia… él no es tu familia.

--¡Lo es! ¡Lo es! Porque tú ya no me quieres. Mamá me dijo que van a dejarme y llevarán a otro niño con ustedes. ¡Tú ya no me quieres!

Comenzó a dar golpes a su padre sin dejar de llorar.

--Eso no es cierto, son mentiras. -Intentaba calmarlo pero maknae luchaba por bajar de los brazos de su padre.

--¡Soy malo! ¡Soy un desviado! Pero hyung me quiere, me prometió que me va a querer mucho…

--Jaemin… hijo, no repitas la palabra… NO ERES ESO.

Debido a lo inquieto que estaba, finalmente lo bajaron e intentó ir hacia él pero el fuerte agarre en sus muñecas le impedía todo.

--¡Hyung! ¡Hyung! ¡Hyung!

Le llamaba con todas sus fuerzas, le pedía su ayuda. Y sin siquiera pensarlo, caminó hacia él, arriesgándose a que el adulto le lastimara.

--Lo siento, Jae… te metí en problemas por mi culpa. -Sonrió para hacer que detuviera los gritos.

Se inclinó a él, limpió el rostro húmedo…

--Hyung…

--Te quiero mucho, pero creo que ya no podemos ser mejores amigos para toda la vida.

--No… -Los ojitos se llenaron de agua.-- No… no digas eso… lo prometimos. Nos dimos un beso…

--Perdóname… no pude cuidarte.

Lo abrazó fuertemente por unos instantes eternos. Su corazón latió fuerte otra vez pero producía un dolor intenso.

--Hyung, yo te quiero…

--Cuídate mucho. Sé un buen niño. Yo nunca me voy a olvidar de ti… fuiste el mejor amigo que pude tener. -Se alejó unos pasos.-- Adiós.

Dio media vuelta, y cuando las lágrimas le traicionaron, corrió hacia la puerta que abrió sin arrepentimientos y salió corriendo como su corazón pedía a gritos que lo hiciera. Ignorando desobedecer las reglas, comportarse como un rebelde total, fingir que no escuchó el grito a su espalda que le pedía volver, la orden de los maestros de detenerse. En esos momentos solo podía ser consciente del sufrimiento que estaba pasando aunque entendía cuan necesaria era la separación; no más gritos ni discusiones, no más críticas. Jaemin ya no lloraría más, Madre no estaría triste, Padre lo volvería a querer.

No se volvió en ningún momento, no entendía nada. El mundo sin Jae sería horrible. Antes de conocerlo, todo era clases, trabajo, cuidar de Hyerin… pero su ex mejor amigo para toda la vida le llenaba el día con ocurrencias, preguntas curiosas, jugaban a lo que fuera, compartían golosinas. Él no le pedía ganar nada, no le importaba lo que dijeran de su familia, no le importaba que su promedio fuera el segundo o tercer lugar de aprovechamiento.

A su lado el tiempo siempre desaparecía como si no hubiera existido. Se había acostumbrado a que le siguiera a donde fuera, a cuidarlo como si fuese su hermanito menor. Nunca imaginó que dolería tanto decir adiós a alguien muy querido. Rompió su propia promesa de ser mejores amigos para toda la vida.

Sus pulmones se agotaron antes que su dolor, había salido de las instalaciones de la escuela. Las piernas ardían producto del esfuerzo al que les obligó hacer.

Ya no vería más a Jaemin… era mejor así. Eran demasiadas personas que se oponían. Sus padres, sus maestros, todos…

--¡Youngkyu!

La voz del padre de Jaemin le asustó, entonces se forzó a continuar. Seguramente le venía a regañar, a golpear o a gritar aquella palabra que en realidad no sabía su significado pero que daba por mala porque así la asociaban.

No puso atención en la calle, su instinto de supervivencia le dictaba que debía huir, huir… así que fue tarde cuando se percató del vehículo que se dirigía a gran velocidad. Aunque midiera la distancia no podría librarse de lo que avecinaba. El sonido del claxon anunciaba el impacto.

Un fuerte golpe, se hizo un silencio sordo y todo fue oscuridad a su alrededor.


“¿Entonces somos mejores amigos?”

“Para toda la vida.”

“¿Lo prometes?”

“Lo prometo.”

.
.
.
Continuará.

NOTAS DE AUTOR:

¡Hola, nuevamente! Aquí les traigo el nuevo capítulo de HABLEMOS DE AMOR.

Este es el punto al que quiero llegar… lo que ansiaba. El momento en que la vida de dos niños queda entrelazada. A partir de este capítulo, las cosas irán más lentas.

Espero que sea de su agrado!
Cuídanse mucho!

Nos leemos pronto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Muchas Gracias por visitarme, y Vuelve Pronto!!!
^n^v